Capítulo 18

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Ashley

―Sí mi niña, tu papá está en su despacho como de costumbre y tu mamá se acostó a descansar, se tomó sus pastillas para dormir porque dijo que estaba muy cansada, que no la despertáramos hasta mañana. El señor Robbins me pidió hace unos minutos que le llevara su cena a su despacho, por lo que dime mi niña si te preparo la mesa para que cenes o desea cenar en alguna otra parte ―oh, eso si no lo esperaba, muy raras son las veces en las que no comemos los tres en la mesa y comemos cada uno por su cuenta

Es algo que nunca me ha gustado, porque se supone que las comidas son para compartir en familia o con los que amas, no para comer solo cada uno por su lado como si fueran completos extraños viviendo bajo un mismo techo.

Aunque hay que admitir que hay diferente tipo de situaciones, por lo que pediré a mi nana lleve mi cena al despacho junto a la de mi papá y ahí comeremos los dos. Aunque mamá no esté porque no esté bien nosotros cenaremos juntos.

―Está bien nana, y no, no prepares la mesa del salón, lleva mi comida junto con la de mi papá a su despacho, cenaré allí con él ―y sin más le doy la espalda y me dirijo al despacho de papá

―¡Hola papi! ¿Cómo estás? ¿Por qué estás aquí encerrado y no vas a cenar en el salón? ―como siempre entro sin tocar, pero se me hace raro que cuando me ve entrar esconde unos papeles debajo de otros, lo hace súper rápido pero aun así lo noto, solo que no le doy importancia

―Hola cariño, ¿cuándo perderás la costumbre de entrar a mi despacho sin tocar?... ―no termina lo que iba a decir porque es interrumpido por mí

―Nunca papi, soy la luz de tus ojos por lo que tengo carta blanca para entrar en tu vida sin restricciones, y ninguna puerta será un impedimento para ello ―le pongo carita de cachorro

―En eso tienes razón, eres la luz de mi vida, pero por favor toca las puertas antes de entrar en ellas, parecerá que tu mamá y yo no te hemos educado bien, y eso no es cierto. Y respondiendo a la pregunta estoy bien, y no voy a cenar al salón porque tu madre se siente mal y como tengo unos asuntos que atender cenaré aquí mismo ―da igual lo que diga, tocaré las puertas de los extraños pero no la de él

―Pues déjeme le informo señor Robbins que su muñeca, la luz de su vida, cenará esta noche con usted en su despacho. Ah papá, por cierto ¿qué es lo que tiene mamá? ―no puedo evitar preguntarle porque hacía mucho tiempo no dejaba de cenar con nosotros

―No sé mucho hija, solo dijo que tenía migraña y que no la molestáramos hasta mañana, ya sabe cómo se pone cuando recae en sus crisis ―eso es cierto mamá padece de una migraña muy fuerte, que cuando está en sus crisis es como si el mundo callera sobre ella por los malestares que le da

―Toc toc ―alguien toca a la puerta

―Adelante ―dice mi papi y seguido entra mi nana

―Aquí le traje su comida señor, y la de usted también niña como me dijo ―dice mi nana en lo que deja los platos con la comida en el escritorio de mi papi

―Gracias nana ―le digo cuando termina de colocarlo todo en el escritorio

―Gracias Chloe, ya puedes retirarte ―dice mi papi y mi nana se va cerrando la puerta

Mi papi y yo empezamos a cenar, la comida estaba muy rica como siempre, de vez en cuando conversábamos sobre algún tema trivial, nada importante, hasta que una pregunta formulada por mi papi me cerró el estómago.

―Hija, sé que esta mañana me dijiste que no querías casarte con Steven pero no me dijiste cual es la razón para ello, hasta ayer en la mañana estabas muy enamorada de él y estabas dispuesta a que fuera tu esposo, padre de tus hijos y hombre de tu vida ¿Qué te hizo cambiar de opinión tan de repente? ―mientras más trato de olvidarlo más tiene que aparecerse

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora