Capítulo 33

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Ashley

Han pasado tres meses y mi amor por Matthew crece día a día. En este tiempo hemos consolidado nuestra relación de sobremanera, nos entendemos y compenetramos tan bien que pareciera que estamos hechos el uno para el otro.

Cada día que estoy a su lado es una aventura nueva, un día único, un momento especial. Tiene esa facilidad para hacer de cada momento algo único e inolvidable; y no sé si ha sido consciente o inconscientemente pero ha calado tan profundo en mí que está impregnado en cada parte de mi ser.

Me he podido dar cuenta de que hay algunas cosas de las que no habla conmigo, como si no se sintiera orgulloso de ellas, y sé que son relacionadas con su familia pero no me atrevo a preguntarle sobre ello, cuando esté listo me dirá.

He aprendido a conocer cada faceta suya que me ha mostrado. Puedo entenderlo sin que formule una palabra y es que esa compenetración es tan divina que me lleva a las nubes.
Hoy es veintitrés de diciembre y quedamos en que cenaríamos en mi casa con mis padres, pues su papá le había dicho que mandaría a alguien a recogerlo para que estuviera las vacaciones de fin de año con su familia y aunque no lo demostraba por no hacerme sentir mal lo veía emocionado por volver a casa.

Muy cariñosamente me preguntó si quería que se quedara solo tendría que pedírselo pero yo no soy así de egoísta, lleva meses sin ver a su familia y yo no puedo ser la causante de que no comparta con los suyos por estar conmigo.

Estoy por terminar mi desayuno para ir a la escuela, hoy es el último día antes de las vacaciones de fin de año y estoy esperando por que llegue mi apuesto novio a buscarme; sí, porque se le ha hecho costumbre venir a buscarme todos los días. Algunas veces nos vamos en su motocicleta y otras en mi auto, el caso es que siempre el que maneja es él.

Las pruebas de primer semestre no estuvieron tan fáciles como en los cursos anteriores "consecuencia de ser el último año de preparatoria" pero gracias al estudio en equipo de Matthew y mío tuvimos las mejores calificaciones y fuimos los mejores del salón.
El esfuerzo y sacrificio tiene sus recompensas. Y nosotros nos esforzamos y sacrificamos por tener buenas calificaciones y lo logramos a pesar de tantas noches de desvelo, de tantas videollamadas y de tanto estrés.

Recibo un mensaje de mi apuesto novio cuando estoy llegando a la puerta avisándome que ya está aquí y yo solo apresuro mi paso, muero por besar esos labios que son como una droga para mí.

Corro hasta mi novio montado en su motocicleta mientras se quita el casco. No le doy chance a reaccionar cuando ya estoy sobre él atacando su boca. Lo beso con desespero y añoranza.
Desde ayer no probaba esta droga y sí que la extrañaba. Me ha vuelto una adicta a sus besos y me ha acostumbrado a besarlo posesivamente y llena de deseo. Ya no son como esos besos rutinarios insignificantes que me daba Steven.

Estos sí que son besos y de esos que me llevan a conocer las estrellas. Creo que ya conozco toda la galaxia; y por más que trato ser la que domine el beso me es imposible, ya este Dios griego que tengo como novio ha tomado el control del beso que yo empecé.
Nos separamos por falta de oxígenos y nos sonreímos mirándonos a los ojos como el par de enamorados que somos.
―¡Buenos días chica fresa! ―ha llegado a gustarme este apodo
―¡Buenos días motociclista estúpido! ―le correspondo el saludo y le doy un pico antes de que se ponga el casco y me subo a la motocicleta
Me abrazo a su cuerpo, coloco mi cara en el hueco de su cuello y el arranca, la brisa impacta en mi cara y como amo esta sensación. No hay día ni momento en que no esté feliz cuando estoy a su lado.
Llegamos en poco tiempo y bajamos. Me miro en el espejo de la moto que un día rompí y me acomodo mi cabellera dorada que está hecha un desastre gracias a la brisa.
Matthew me toma de la mano y emprendemos camino al salón, es temprano, como de costumbre; sí tengo un novio es todo un puntualito.
En el camino nos topamos con Steven que le pasa por al lado a Matthew y casi le lleva el hombro, de lo fuerte que ¡impactó contra este.
Por más que le he dicho que no quiero nada con él y que amo a Matthew no ha dejado de molestar, lleva tres meses molestando mi existencia con su insistencia de que me ama, de que quiere estar conmigo, de que Matthew me hará daño, de que no es el hombre para mí, que me hará llorar, que sufriré, que terminará dejándome y no sé cuántas cosas más.
Lo ignoro, por supuesto que no le hago caso, porque yo amo a Matthew y sé que él no es así, él me ama tanto como yo a él y tiene planes a futuro conmigo al igual que yo. Como si fuera una broma del destino quiere estudiar derecho al igual que yo, me llené de emoción cuando me lo confesó, me parecía irreal.
Bueno...vuelvo a donde estábamos, es que no puede dejar de incluir a Matthew en cualquier pensamiento que tenga, ya es como un hábito.
A pesar de que Steven lleva bastante tiempo molestándome con todas estas cosas yo no le he creído nada no se lo he dicho a Matthew, no quiero generar más problemas y él es muy temperamental, celoso y protector y a estar de que conmigo es un amor tiene un lado oscuro y no sé qué sería capaz de hacerle a Steven si le confieso esto, y aunque no me guste esconderle nada es lo mejor por ahora, mientras yo lo pueda controlar no lo inmiscuiré en este problema.
―¿Amor estás bien? Estás como ida ―Matthew me saca de mis pensamientos
―Sí, claro, todo bien ―no queda convencido pero no pregunta nada más
Me toma de la mano nuevamente y continuamos rumbo al salón, pues nos habíamos quedado aquí parados luego del inconveniente con Steven.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos, que cada día poníamos más cerca y Matthew empezó a hablar, aunque pereciera que lo estaba escuchando no lo hacía, pues mi mente empezó a divagar nuevamente pero esta vez pensando en mis padres y no en Steven.
Y es que desde hace ya algún tiempo los veo muy poco, es como si andarán envueltos en sus pensamientos todo el tiempo, ya no salen mucho a actividades, ni crean eventos, ni asisten a ellos, ni mi madre sale de compras o con amigas.
Está muy tranquila, gastando poco, todo el tiempo en la casa, y me atrevería a decir que se hasta demacrada. Algunos días en las mañanas sale con mi padre a no sé dónde, no me han querido decir nada.
Y sí a esa hora estoy en la escuela pero mi nana me lo dijo accidentalmente, no sé qué pasará pero se me hace bastante raro.
Mi padre si asiste algunas veces a algunas reuniones que no puede declinar por ser quien es pero mi madre no asiste, y siempre que va trata de regresar lo más temprano posible.
Muchas veces me lo he encontrado de mal humos por ahí, estresado y como si no pudiera con alguna carga pesada que lleva consigo pero hay manera en que pueda sacarle lo que tiene, y me preocupa porque ellos nunca me han ocultado nada.
No sé qué pensar. A veces pienso que es porque no me tienen confianza, otras porque tienen miedo de que sepa lo que es, otras veces que es algo tan grave que ni siquiera pueden creer que sea real, no me gusta sentirme excluida y saber que soy la única que no sé lo que pasa en mi propia familia, pero bueno ¿Qué puedo hacer?
―Ashley, en serio dime qué tienes, estoy hablando contigo y no me haces caso solo me ignoras, es como si estuviera hablando con la pared. ¿Qué tienes? ―nuevamente Matthew me saca de mis pensamientos
―No es nada mi amor, todo está bien, perdóname por no estar escuchándote, dime amor ¿Qué me decías? ―digo volviendo a la realidad
―¿Cómo que no te pasa nada? No me prestas atención, estás ida. ¿Acaso no quieres hablar conmigo? ¿Estás molesta porque mañana iré a Manchester? ¿Quieres qué me quede? Si es así dímelo y me quedo ―¿cómo cree que le haré eso?
―¡Claro que no! Llevas meses sin ver a tu familia yo no soy una desalmada que no quieres que compartas con ellos cuando yo vivo con los míos. No estoy molesta contigo amor, no tengo razón para ello; es sólo que me quedo pensando en algunas cosas de momento, las actitudes de mi mamá y mi papá se me hacen muy raras y no sé qué es lo que tienen, no me lo quieren decir y por más que les pregunto no me dicen nada, y a veces me quedo pensando en la razón de ese cambio de actitud de arte de ellos ―me desahogo con él y se me salen algunas lágrimas de los ojos

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora