Capítulo 49

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Matthew

Era súper temprano cuando había salido de mi casa hacia casa de mis suegros, necesitaba hablar con ellos sobre lo que me había comentado el doctor la noche anterior y saber que ellos opinan al respecto.

Tardé unos minutos en que me recibieran luego de haber llegado, lo entiendo, era muy temprano. Les comenté lo que había platicado con el Dr. Hall y ellos estuvieron de acuerdo en realizar la videollamada.

Aunque ninguno queríamos emocionarnos más de lo necesario, si lo estábamos. Concluimos que este fin de semana, osea en dos días iríamos a los Estados Unidos por dos días a que la señora Marshella se hiciera los análisis pertinentes, no sé si Ashley o yo podríamos ir pero era seguro que ese viaje se llevaría a cabo este mismo fin de semana, o eso creíamos.

Ashley abre la puerta de golpe y nos recrimina que la estamos engañando nuevamente y que hemos traicionado su confianza totalmente. Y la entiendo perfectamete, pero cuando yo llegué ella seguía dormida y aunque su padre le explicó ella no lo entendió y salió dolida y corriendo de el despacho.

Yo la quise seguir para hablar un poco más con ella y tratarle de explicar las cosas, todo lo estaba mal interpretando, pero la señora Marshella me lo impidió, dijo que ella necesitaba tiempo a solas y que luego lo comprendería y entendería, que le diéramos espacio, y eso hice.

Como nos habíamos enfocado primeramente en la videollamada ninguno habíamos desayunado nada y eso fue loq ue hicimos a continuación. Esperamos a Ashley durante todo el desayuno y nunca llegó.

Yo me quedé un rato más conversando sobre cualquier cosa que se nos ocurriese, no tenía nada más que hacer y estaba esperando por Ashley.

Era pasado el mediodía y ella aún no regresaba por lo que me levanté y la fui a buscar al lago donde se suponía debería estar, y para mi sorpresa no estaba ahí. Lo único que habían eran marchas de arrastre en el suelo, como si hubieran arrastardo a alguien desmayado o en contra de su voluntad.

Esto disparó todas mis alarmas y fui corriendo a la mansión.

—Hijo, ¿qué te sucede? ¿Por qué luces tan alterado?

—Señor, vengo del lago y Ashley no estaba ahí, todo estaba completamente vacío, y revisé y su carro está en su lugar, en el céspeded habían marcas de forcejeo, temo que algo le haya sucedido a Ashley. ¿Usted tiene cámaras de seguridad en el lag?

—Si hijo, claro que las tengo, vamos a revisar, a mi niña no le puede haber pasado nada

—No se preocupe señor, no permitiré que nada le pase a Ashley

Estábamos revisando las cámaras de seguridad verificandoq ue en efecto el hijo de puta de Steven McHall la había secuestrado cuando entra una llamada suya a mi celular. Estaba llorando y su voz se nostaba temblorosa, me explicó lo que le había sucedido y me suplicó que la fuera a rescatar, aunque no lo hubiera hecho esas eran mis intenciones.

No tenía a mi alcance nada con lo que pudiera localizarla por lo que le di indicaciones de lo que debía hacer con el celular y que esperara a mi llamada.

Ese malnacido de Steven me las iba a pagar bien caro.

—Llame a la policía suegro, ese idiota no pedirá rescate y nosotros mismos debemos de ir por ella, ponga a todos su hombres a nuestra disposición, yo iré a hacer un par de llamadas, rescataremos a Ashley, confíe en mi

—Gracias hijo

Marco primeramente el número de Depredador, necesito que intervenga mi teléfono y esté preparado para volver a llamar a Ashley y dar con su paradero, este me indica que por la lejanía tardará un poco pero que apenas lo tenga listo me llamará.

Me hierve la sangre saber que Ashley va a estar un minuto más donde sea que la tengan.

Al siguiente que llamo es a Scott, necesito apresurar los planes que tengo para Steven desde hace tiempo.

—Scott, escúchame, el hijo de puta de Steven McHall acaba de secuestrar a Ashley por lo que necesito que apresuremos los planes que tenemos en contra de él, pero a la de ya, y que pongas a todos los hombres que tengamos aquí a vigilar a cada miembro de la familia de ese desgraciado, y por supuesto a él, y a sus propiedades, necesito encontrar a mi mujer

—Está bien señor, ahora mismo me pongo en ello

Tengo unas terribles ganas de vaciarle una pistola en la cabeza ahora mismo a ese desgraciado, que se arrepentirá del día en que nació.

Horas más tarde teníamos a la policía en nuestra casa monitoreando todo, Depredador me había llamado y dicho que tenía todo listo para rastrear a Ashley y aproveché que los policías habían anexado todos los vcelulares para rastrear cualquier número y la llamé.

Estaban triangulando la señal desde mi celular, tanto aquí en la casa como Depredador desde Manchester, y a pesar de que teníamos el tiempo requerido y la llmada se mantenía abierta no había forma de dar con la ubicación de Ashley, lo único que triangulaba el satélite era que se encontraba en Londres, nada más.

Mi sangre hervía de maneras inexplicables, tenía unas ganas de estrangul a ese hijo de puta que npo habrí quién me lo impediría. Aun no colgábamos la llamada, seguíamos tratando de triangulas la señal pero al parecer el idiota de Steven tenía todo bien planeado sabrá Dios desde hace cuanto tiempo.

Escuchar a Ashley llorando, suplicando que la rescatara, escuchando como su voz temblaba por el medio me hacía sentir impotente. ¡Era mi maldita mujer y no la estaba protegiendo! Ese infeliz le estaba haciendo daño y ella estaba sufriendo y yo no podía impedirlo.

Escuhar como ese infeliz la golpeaba y la amenazaba a través de la línea fue la gota que derramó el vaso, ya no había forma de comunicarme con ella hasta que lograra encontrarla, y mientras lo hacía ella estaría a merced de ese hijo de puta.

Salí de la casa de mis suegros y me monté en mi moto y salí sin rumbo fijo, necesitaba desestresarme o me iba a volver loco, sia lgo le sucedía a Ashley me moría.

Inintencionalmente acabé en la playa, en el lugar que se había convertido mi lugar y el de Ashley, y hasta aquí me trajo mi mente. Como si fuera un puto masoquista vengo al lugar donde tengo cientos de recuerdos con ella y que me harán añorarla más de lo que ya lo hago, a donde quiera que mire se reproducen imágenes en mi mente, Ashley sonriendo, mirándome, besándome, nadando, somiendo, en todas tan sexy y perfecta como solo ella podría.

Me quité la ropa y me sambullí al agua, necesitaba quitar el estrés y la frustración de mi cuerpo de alguna manera, y ninguna mejor en este momento.

No salí del agua hasta que ya me dolían los brazos y las piernas de tanto nadar y con tanta rabia, tenía el cuerpo y la mente agotados y no solo de nadar, sino de no saber qué más hacer para sacar a Ashley de las manos de ese tipejo.

El viaje de mis suegros de mañana a Estados Unidos ya no era una opción, por lo que le envié correo al Dr. Hall patra informarle que le avisaríamos cuando se pudiera llevar a cabo ese viaje, otra cosa que me preocupaba es que mi suegra empeorara su salud por estar preocupada y sufriendo como lo estábamos todos pero no podía hacer nada, más que tratar de encontrarla lo más rápido posible, lo cual no sabía como hacer, había agotado mis recursos y aún no tenía idea de donde estaba.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora