Capítulo 41

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Matthew

Llego donde los Roberts pero lo primero que hago es ir donde Joseph.

―Hola Joseph, ¿Qué tal está todo por aquí? ―directo al grano como siempre

―Todo bien señor, nadie ha salido de la casa, todo se mantiene igual que esta mañana cuando hablamos.

―Está bien, luego hablamos ―le di la espalda y fui hacia las puertas de la mansión

Los guardaespaldas me dejaron entrar sin problemas, ya me conocen. Una de las chicas de servicio me abre y entro al salón, esta me dice que Ashley aún no se despierta, que la señora Marshella está en la terraza y el señor William en el despacho.

Yo me dirijo a la terraza, pues con la primera que hablaré será con ella.

—Buenos días señora Marshella. Feliz Año Nuevo. ¿Cómo se encuentra? —se voltea cuando escucha mi voz y me invita a sentarme junto a ella

—Buenos días hijo, igualmente para ti, no sabía que habías regresado de Manchester. Me encuentro bien dentro de lo posible. ¿Cómo estás? ¿Cómo está tu familia? —me dice con su voz dulce, pero puedo notar la falta de brillo en su rostro

—Estoy bien, mi familia también, regresé ayer, pensé Ashley le diría, el viaje fue muy cansado y no tenía fuerzas para nada. ¿Cómo sigue su enfermedad señora? ¿Ya habló con Ashley sobre esto? —no aguanto más

—Estoy mejor hijo, los tratamientos me están haciendo efecto, aún así el tiempo que me queda es el mismo, y no, no he hablado con Ashley sobre esto, ya te dije que no la quiero ver sufriendo por los rincones ni dejando de vivir su vida por mi causa —entiendo que sea su decisión pero Ashley no merece eso

—Señora Marshella se que esto no es mi problema ni es mi vida, sino la suya y la de su familia, aun así usted me tuvo la confianza para hablarme sobre su enfermedad y yo quiero que con esa misma confianza me escuche.

Usted es una mujer adulta, con un esposo que la ama , una hija que la adora, que ha vivido, que fue y es feliz, que tiene una carrera y sabe lo que es el amor, el dolor, y lo difícil que es la vida.

No se en la forma que falleció su madre o si sigue viva aún pero le puedo asegurar que cualquier persona en el lugar de Ashley desearía convivir con su madre sus últimos momentos y hacerla lo más feliz que pudiera conociendo de su enfermedad.

Si usted o yo estuviéramos en el lugar de Ashley y nuestra madre estuviera muriendo lentamente y con el pasar de los días se estuviera apagando, ¿No nos gustaría saber? Claro que sí, y compartir muchos últimos momentos.

¿Le gustaría andar de fiesta por ahí y su madre muriendo lentamente en una habitación sola, sin que tu estés con ella solo porque tu andas de fiesta y ella no te quería hacer sufrir y por eso no te dijo? No, verdad.

Entonces, ¿por qué quiere hacer pasar a Ashley por eso? Déjela que esté con usted, que la acompañe, que la ame, no le quite esa oportunidad que les está dando la vida de poder despedirse, muchos no podemos porque ocurren accidentes y cientos de escenarios inesperados y aunque nunca estemos preparados para perder a quiénes amamos ya sabemos que es una realidad cercana y que es la única certeza con la que llegamos a este mundo.

Ashley es su hija, no le tendrá lástima como usted piensa que sucederá, sino más bien en unos años agradecerá a la vida por permitirle despedirse de usted que es un lujo que pocos poseen, siempre la recordará como la gran mujer que fue y nunca tendrá en su corazón el arrepentimiento de que no hizo por usted todo lo que podía en los últimos momentos de vida juntas que se le dio.

Y créame siempre tendrá ese recuerdo hermoso cada vez que piense en usted porque la extrañe, piense en su hija, en cómo estará y se sentirá, es lo más importante en este momento, aunque buscaré segundas opiniones sobre su enfermedad.

Solo le pido que piense mejor las cosas y en el como se sentirá Ashley después de que usted no esté. ¿No cree que se estará culpando de no haberse dado cuenta de que usted estaba enferma y andar disfrutando su vida como si nada? ¿No cree que siempre estará buscando culpa en sí misma por no haber compartido más con usted? Piense en los sentimientos y remordimientos que puede sentir ella luego de que usted no esté.

—Hijo, entiendo lo que me dices y te prometo que lo pensaré mejor, tienes razón, debo de aprovechar la oportunidad que la vida nos está dando y darle a mi niña la oportunidad de despedirse de su madre, que todos no tenemos esa oportunidad, aún así no la quiero ver sufrir y menos por mi causa...—se le escapan algunas lágrimas de sus ojos y solloza en mi hombro

—La entiendo perfectamente señora pero aun así debemos de ponernos en el lugar de ella que será la que más sufra, y no se preocupe yo siempre estaré aquí para apoyarlas, y si necesita que este presente cuando le vaya a contar a Ashley me dice, pero espero que le diga lo más pronto posible, así tendrá más tiempo para asimilarlo aunque sea igual de difícil.

Ashley

Los rayos del sol inundan toda la habitación dándole inicio q un nuevo día y siendo el motivo por el cual me levante de mi cómoda cama.

La noche anterior me dije que no sobre pensaría las cosas y que hoy sería un nuevo día, que no me quedaría tirada en cama y sería productivo, no resolveré nada acostada en una cama llorando, sufriendo y sin alimentarme.

Hago mis necesidades en el baño y me alistó colocando la mejor sonrisa en mi rostro y deseando mantenerla durante todo el día.

Estoy bajando las escaleras cuando escucho voces provenientes del comedor, en un primer momento pienso que son mis papás tomando su desayuno y mientras más avanzo confirmo mi teoría solo que junto a ellos esta mi estúpido novio motociclista que deja que una chica le toque la pierna y posteen la foto.

Al llegar al final de la escalera todos posan su mirada sobre mi y me regalan una sonrisa acompañada de un buenos días.

Yo trato de devolverles la sonrisa y el saludo pero creo que lo que salió fue una mueca bastante fea en lugar de una sonrisa, no puedo evitar sentirme impotente sobre este nuevo sentimiento que crece en mi, mejor conocido como "celos".

Me siento a la mesa a compartir el desayuno solo que no presto atención a su conversación, ni hablo mucho que digamos, solo cuando me preguntan en específico sobre algo y respondo con monosílabos. Y aunque dije que no me desquitaría con la comida, no he podido probar bocado más allá del jugo de naranja al que no le he dado más de dos sorbos.

Luego de una larga espera para que acabara este desayuno soy la primera en levantarme de la mesa, y aunque escucho las voces interrogantes de mis padres sigo caminando sin voltear hasta llegar a la terraza.

Matthew

No sé que le sucede a Ashley pero ha estado todo el desyuno distante, tanto la señora Marshella como el señor William se preguntan que le sucede, y aunque yo tampoco lo sé tengo una idea de lo que podría ser.

Miré a los señores Roberts y estos me miraron a mi, y los tres nos mirábamos con cara de duda, y sin más dije:

—Iré a hablar con ella —ellos solo asintieron

Emprendí camino hacia la terraza y cuando llegué la vi recostada a la baranda de la terraza contemplando el horizonte, como si este pudiera darle la respuesta que está buscando.

Ashley

No me quiero voltear porque no quiero tener una conversación-discusión con nadie pero puedo sentir la presencia de alguien a mis espaldas, y podría decir que sé quién es.

—¿Ashley cariño, te sucede algo? —y se atreve a preguntarme que si me pasa algo

—¿Debería ocurrirme algo? —pregunto a la defensiva

—No lo sé, por eso te lo pregunto, has estado distante todo el desayuno, a penas hablaste o comiste, no respondes ni mis llamadas ni mis mensajes, no sé qué ha pasado o que te he hecho para que te comportes de esa forma conmigo —y hasta cínico me sale

—¡¿Qué no sabes que ha pasado me dices?! ¿Tienes tan mala memoria así como para no saber lo que haces, sufres de amnesia o me quieres ver la cara de idiota? —esto es el colmo

Este volcán de emociones que estoy sintiendo me sobrepasan e incluso siento como estas emociones me controlan, pero no lo puedo evitar. ¿Es qué acaso me quiere volver loca? Porque me siento alterada y furiosa como nunca antes lo había hecho y para colmo por algo tan estúpido como que una chica le tocó el muslo a mi novio.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora