Capítulo 32

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Ashley

Definitivamente la mejor sensación de mi vida es estar en los brazos de Matthew y siendo besada por este. Es como si por más que nos besáramos las veces que fuese o el tiempo que fuese nunca cambiaría la magia de estos.

Y así es como me siento en este momento, en el paraíso, conociendo el cielo y todas las galaxias y lo hago desde un humilde apartamento sentada en una sencilla silla con un hombre extremadamente guapo comiendo mi boca con desespero.

Por falta de aire nos tenemos que separar y entonces y solo entonces ponemos nuestra cordura por delante y hacemos los deberes. Aunque me muero por besarlo de nuevo y perderme nuevamente en sus caricias sé que debo controlarme.

Y sin más, con una que otra mirada, un corto beso por aquí y otro por allá terminamos los deberes, compartimos un rato y llegó la hora poco esperada del día, era momento de irme.

Por lo que me levanté del asiento donde habíamos estado conversando desde hace un rato ya y me dispuse a recoger mis cosas. Por más que le insistí que no era necesario que me acompañara al parqueo este insistió alegando que quería estar cada minuto que pudiera a mi lado.

No entendí bien porque dijo eso pero yo también quiero estar todo el tiempo junto a él por lo que no le di importancia a sus palabras, no sé qué nos depara el futuro pero viviré el presente al máximo y sin resentimientos.

Vamos en el ascensor y nuevamente es palpable la tensión sexual solo que esta vez nos sonreímos y nos dimos un beso suave y tranquilo aunque no dejábamos de transmitir en él lo que sentíamos.

Llegamos a donde estaba mi auto y Matthew extendió su mano para darme las llaves. Cuando las fui a coger cerró su mano y tiró de mi cuerpo hasta pegarlo a él. Tenía que levantar la vista para poder verlo a los ojos e inmersa en esos intensos ojos azules Matthew atacó mi boca.

Tan dominante como siempre, pero esta vez estaba cargado de miedo e inseguridad también, aunque a pesar de ello me seguían transportando a las estrellas esos sentimientos unidos al deseo, al anhelo, al amor y a la pasión. No era un beso de despedida sino un más bien "Hasta pronto, ya deseo verte".

Y sí que era así, no me había ido y ya quería verlo de nuevo.

Después de ese beso vinieron otro y otro y ya íbamos como por la despedida cincuenta cuando le arrebaté las llaves sin que se diera cuenta, le di un casto beso y me monté al auto.

Escucho una notificación de mi celular y cuando reviso es Matthew que me ha enviado un mensaje diciéndome que en cuanto llegue a la casa le escriba para él no estar preocupado.

Sí. Porque no se los había dicho pero este sobreprotector quería traerme a la casa y regresarse en un taxi como si yo nunca hubiera manejado de noche por las calles alumbradas de Londres.

Matthew

Aunque Ashley no quiso que la llevara a su casa y dice que todo está bien, que no me preocupe que no le pasara nada no puedo controlar mi preocupación por ella.

Sé que ella no sabe sobre mi mundo ni sabe que por estar conmigo puede morir pero es mi deber protegerla porque ella no sabe a lo que se enfrenta, ni el riesgo que corre, y mucho menos quien soy yo en realidad.

Lo que ella no sabe es que yo le pedí a Scott que la siguiera desde la distancia y este me dijo que me informaría sobre cualquier anomalía que viera.

Y hay algo más y esto no lo sabe ni Scott y es que le instalé un rastreador en su celular, ese aparato del que no se despega en todo el día y que me permite mantenerla monitoreada todo el tiempo. Tengo un mal presentimiento y este nunca me falla, si algo le pasara no me lo perdonaría jamás.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora