Capítulo 2

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Me llamo Matthew Smith, soy el segundo hijo de Andrew Smith, el mafioso más temido de toda Inglaterra, más conocido como la oveja negra de la familia por no ser como mi hermano responsable y obediente, por decir siempre lo que pienso y tomar decisiones, por imponerle carácter a todos a mi alrededor y ser consentido por mamá.

Me considero dotado física y mentalmente, he tenido a mi alcance siempre todo que he querido, desde los mejores autos, las más sofisticadas motocicletas, los teléfonos última versión, hasta poder conseguirme a la mujer que quisiera, pero aun así siento que algo me falta, me siento incompleto.

Soy el prototipo de toda chica, el hombre que toda mujer quiera tener. Soy alto, musculoso, hago ejercicios, tengo los ojos azules, el cabello negro intenso, dinero, poder, soy el más popular pero sobre todo una sonrisa moja bragas.

Recientemente tuve una discusión la cual empezó a raíz de sus comparaciones entre mi hermano y yo, pues él cree que yo tengo que ser un soldadito obediente como lo es Andrew, quién es su mano derecha en la vida y en los negocios y podría llegar a ser hasta más sanguinario que él. Por lo que tras darse cuenta de que yo no iba a dejar de tener carácter y mucho menos en este negocio decidió alejarme de la familia, sobre todo de mamá que la voy a extrañar mucho, solo ella me comprende en esa casa, hasta feliz estoy de que no voy a tener a tanto guardaespaldas detrás de mí. Según me avisó papá este sería el último día en la casa hasta nuevo aviso, por lo que voy bajando las escaleras para ir a verlo y en el camino me topo con mamá y Andrew.

— Buenos días hijo, ¿cómo amaneciste? ―me pregunta mamá algo triste

— Bien mamá — respondo seco

— ¿Cómo estás hermanito? ―pregunta Andrew con burla, somos hermanos y nos llevamos pero a él nunca le ha gustado que yo no siga al pie de la letra los mandatos de papá, ni que mamá me consienta tanto y sobre todo que discuta con papá mis opiniones para demostrarle que tengo voz y voto, y que no me dejo someter ante nadie, ni siquiera porque es el hombre más temido de Inglaterra. Pero el real problema radica en que él es el primogénito y toda la responsabilidad del negocio recayó en él, aun queriendo ser libre tiene que asumir el mando de los negocios de nuestro padre ―le di un beso a mamá y fui al despacho de el gran Andrew Smith

—Toc  toc — toco la puerta del despacho de papá y acto seguido se escucha el adelante, giro en la  manigueta de la cerradura, abro la puerta y entro. Al entrar veo a papá sentado en su escritorio mirando fijamente su computadora, al ver que no digo nada levanta la vista y con la mano me indica que me siente, y así lo hago, me siento delante de él a esperar lo que tiene que decir.

—Matthew, como ya te había dicho este es tú último día en esta casa hasta que aprendas como es el mundo real, a defenderte y a desenvolverte en él sin el peso de tu apellido — comienza diciendo papá, a lo que no le hago mucho caso porque seguro durarán dos días como el resto de sus castigos

—Dame tus tarjetas de crédito Matthew — dice papá y me quedo de una sola pieza, por lo que veo esto va más en serio de lo que pensaba,

—Pero papá... ¿Para qué quieres mis tarjetas? — le pregunto atónito porque de verdad no puedo creer que me quite mis tarjetas

—He dicho qué me las des, lo que haga con ellas es mi problema, yo soy el que les pone dinero — no tengo de otra obedezco, por lo que saco mi cartera y empiezo a sacar las tarjetas, 

—Toma papá — le digo en lo que  pongo de mala gana todas las tarjetas que él me ha dado sobre el escritorio — lo veo buscar en una de sus gavetas una tarjeta muy parecida a las mías y me las entrega

—¿Para qué es esto papá? — le pregunto 

—Esta es la única tarjeta que tendrás hasta que sepas apreciar lo que tienes y aprender a defender quién eres — me dice 

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora