Cuando sonó el timbre que indicaba el fin de otro día más de clases en una institución diferente, Katniss se levantó de su lugar y guardó sus cosas con sumo cuidado. Después de una semana y media, ya había tomado el ritmo de su nuevo horario. Y las cosas ahí ya se iban aclarando. Todas las chicas la ignoraban, a excepción de Annie, la chica pelirroja que tenía enfrente en su primer día. Los chicos del equipo de basquetbol le ayudaban en todo lo que podían, en especial Finnick y Peeta. Eran a las únicas personas a las que Katniss les dirigía la palabra.
Llevaba un vestido rosa coral hasta las rodillas, sin mangas y de cuello curvo. Siempre debía llevar vestido a todas partes.
Salió, cargando la bolsa color blanco que le había hecho su abuela antes de fallecer. Ahora era la cosa más preciada para Katniss.
La esperaba Peeta al pie de la puerta, como lo había acostumbrado desde hace días.
-Katniss -la saludó- Déjame cargar tus cosas.
Al principio, le había costado cederle a Peeta su bolsa, pero le ha tomado confianza al rubio, así que lo dejó llevar sus cosas. Él era todo un caballero. Finnick también era así, ya que en las mañanas le ayudaba a guardar los libros de texto a su casilla.
-¿Que tal ha ido tu día? -le preguntó él.
-Muy bien -respondió Katniss- ¿Que tal ha ido el suyo?
Peeta negó con la cabeza, con una pequeña sonrisita dibujada en su rostro.
-No hace falta que me llames de "usted", Katniss, soy tu amigo -le decía Peeta.
-Entonces... -frunció el ceño- ¿Que tal ha ido... el tuyo? -dijo dudosa.
Peeta asintió satisfecho.
-Excelente -respondió- Finnick nos ha invitado a los del equipo a dar una vuelta por ahí ¿Vienes?
-Yo no soy del equipo -dijo.
-No lo eres -admitió él- Pero si que eres mi invitada, y los chicos estarán encantados de verte, asi que, ¿vienes?
Ella negó con la cabeza.
-No se me permite "dar una vuelta por ahí". Lo siento -se disculpó.
-Oh -Peeta suspiró- Claro, la realeza... Será para la próxima.
"No creo que vaya a haber una próxima" pensó Katniss.
Ambos vieron llegar a Haymitch, y se aproximaron a él.
-¿Lista, preciosa? -le preguntó Haymitch.
-Lista -respondió. Se giró para despedirse de Peeta- Gracias por la invitación, de verdad. Le das mis saludos a Finnick.
-Claro -Peeta le abrazó- Estoy para lo que necesites, por cierto.
Se separaron.
-Gracias -dijo ella.
-Nos vemos -se dió media vuelta, y antes de echarse a correr, Peeta le regaló otra de sus sonrisas.
Tomó rumbo al lado de Haymitch de regreso al palacio.
-¿Te gusta, eh? -le dijo él con una sonrisa cómplice.
No supo cómo reaccionar.
-No, Haymitch, llevo apenas semana y media conociéndolo...
-Todo puede pasar, Kat.
Se sonrieron.
-Ya basta, Hay -rió y le golpeó el hombro en broma.
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Escapando con la princesa.
Fiksi PenggemarLa real familia Everdeen tenía entre sus miembros a la mejor princesa que pudiera tener Panem: Katniss Everdeen. En su nuevo instituto, al conocer a Peeta Mellark, él le muestra el mundo y las aventuras que tiene por conocer, algo que Katniss tiene...