11 - Confesiones.

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-Sabía que decidirías irte -Haymitch hablaba con tristeza- Y antes de partir, necesito confesarte algo.

Se separaron de su abrazo. Lo miró.

-¿Es sobre mis padres? -preguntó Katniss.

Haymitch suspiró.

-Algo así.

-¿Me rastrean? -preguntó de nuevo.

-No. Pero lo iban a hacer. Por eso es bueno que decidieras irte ahora, con el permiso de tus padres -le dijo Haymitch.

-¿De mis padres? -Katniss no comprendía- ¿Ellos saben que me voy, y me dieron permiso?

-Tus padres saben que te vas. Pero no me estoy refiriendo al matrimonio Everdeen. No a los que piensas son tus padres.

¿Eso quería decir que sus padres en realidad no eran sus padres? ¿Nunca fue una Everdeen?

-Cuando naciste, Effie y yo no teníamos dinero, y te trajimos del Distrito 12 a La Ciudad -comenzó Haymitch. Peeta ya entendía a qué se refería Haymitch, aunque la mente de Katniss estaba repasando todo al mismo tiempo, y le era duro- Hicimos un tratado con el matrimonio Everdeen para que te criaran con bien, sin que te faltara nada, porque nosotros no podíamos dártelo. Ellos querían que Effie y yo nos fuéramos, pero afortunadamente la dejaron a ella como tu acompañante y a mí como tu seguridad, porque queríamos estar cerca de ti. Hija, toda tu vida has estado con los equivocados, y los verdaderos estábamos al lado tuyo, pero no queríamos confesártelo hasta que llegara el día en el que te escaparas. Y hoy es. Confiábamos en que nuestra sangre te guiaría a irte, e hicimos bien en confiar. Sé que tus padres legales no están de acuerdo en que te vayas, pero tus padres biológicos, nosotros, sí que lo estamos en que seas libre y feliz con el hombre indicado -y le dedicó una sonrisa a Peeta.

-¿Eres mi padre? -el nudo en la garganta apenas le permitía a Katniss hablar.

Haymitch asintió ligeramente.

-¿Prim nunca fue mi hermana? ¿Mis padres nunca fueron mis padres? ¿No soy una Everdeen? -preguntó, con lágrimas en los ojos.

Haymitch negó.

-Prim siempre va a ser tu hermana, aunque no lleven la misma sangre -le dijo Haymitch.

Katniss lo abrazó. Por fin estaba entre los brazos de su padre, de alguien que de verdad siempre sintió como su padre, y que lo era.

-¿Y Effie? -preguntó Katniss.

-Ella está de acuerdo -respondió él- Tienen que irse ahora, y avancen muy rápido, la búsqueda va a ser implacable. Tomen -les dijo, entregándoles dos boletos de tren-, les ahorrará tiempo en comprarlos ahí mismo. Va directo al doce, asegúrense de pasar desapercibidos. Les visitaremos pronto. El tren va a ir dando paradas en cada Distrito, Katniss, si quieres ver a Johanna, seguro la verás por el siete.

Katniss sonrió esperanzada. Johanna...

Haymitch besó la frente de su hija y se quitó la cazadora marrón que traía. Se la entregó a Katniss y ella sin objeciones se la puso. Al instante, pudo oler el fresco olor a bosque de su padre.

También le dio unos jeans y una camisa. Ella se los guardó en la bolsa de su abuela.

-Con eso no vas a llamar tanto la atención a que si llevaras vestido -le explicó.

Haymitch y Peeta chocaron los puños de nuevo.

-Cuídala -le advirtió a Peeta. Éste asintió.

Abrazó por última vez a Katniss y después regresó solo al palacio.

Katniss y Peeta se tomaron de la mano, y tomaron rumbo directo a la estación de trenes.

Escapando con la princesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora