Escapando con la princesa.

10 - Vámonos.

-Y mañana recibirás el anillo -agregó su madre a lo que su padre dijo.

Katniss se paralizó.

No podía creer lo que acababa de escuchar.

Se levantó del sillón, aún helada, con expresión sombría en su rostro y con una lágrima bajando por su mejilla, que pronto es seguida por otras. Salió del estudio y subió las escaleras dando enormes pasos hasta su habitación.

Las voces que le llamaban de Prim, Haymitch, Effie y sus padres eran lejanas para ella. En su mente sólo podía escuchar tres frases.

"Ahora estás comprometida con Marvel"

"Y mañana recibirás el anillo"

"Tengo que irme ya..."

Cuando llegó a su habitación, cerró la puerta con fuerza y activó el seguro. Se recargó contra ésta, y pudo escuchar la voz de su madre al otro lado.

-A tu abuela le hubiera gustado que siguieras el protocolo -le soltó.

La furia la invadió. No podía creer lo que había oído: Su madre había usado a su abuela, al ser que más amó, como una forma de convencerla, como un arma. Estaba segura de que su abuela nunca querría eso.

Tomó uno de los jarrones con flores de su habitación, estrellándolo contra la puerta. Ahora se sentía desahogada.

Tomó el teléfono y llamó a Peeta.

Le habló de sus planes y de lo que pasó, y él tampoco podía creer lo que acababa de escuchar.

-¿Quieres escaparte, Katniss? -su tono era de incredulidad.

-Sí -respondió.

-¿Conmigo? -preguntó.

Katniss sonrió.

-Sí -respondió.

Casi podía verlo sonreír.

-Vamos a tener que trabajar para mantenernos, nos matricularemos en otra universidad, compraremos una casa... -la ilusión de Peeta se transmitía al hablar.

-El problema no es ese... el problema es irme -Katniss habló bajo.

-Fácil -dijo Peeta sin preocupación- En tu bolsa puedes ir llevando más cosas para acá poder ponerlas en maletas. Un buen día, no regresarás.

-¿Y Haymitch?

Peeta suspiró.

-Estoy seguro de que entenderá -dijo él.

-Espero... -no estaba tan convencida, pero se echarían a la suerte. Haymitch podía o no dejarla libre ahora.

-¿Cuándo nos vamos? ¿Y a dónde? -preguntó Peeta.

-Mañana al terminar las clases -respondió Katniss.

-¿Mañana? -estaba sorprendido.

-Estoy segura de que no tardarán mucho mis padres en cambiarme de universidad por no verte, y además, mañana me van a dar el anillo -se explicó Katniss.

-Hijos de... -Peeta dio un largo suspiro- bueno, ¿Y a dónde quieres ir?

Katniss sabía perfectamente a dónde quería ir.

-Al 12 -contestó, y una sonrisa apareció en su rostro.

-Bien -dijo Peeta- Le diré a Gale que nos deje su casa.

Katniss frunció el ceño.

-¿Su casa? ¿Es del doce? -preguntó.

-Sí -respondió él- Vive en La Ciudad porque se sentía solo en el doce. Sus padres murieron en un accidente. Su casa está sola y él mismo me dijo que no planea volver.