Escapando con la princesa.

3 - Invitación.

Katniss sacó de su casilla el libro de su próxima clase y se lo guardó en la bolsa. Cerró la puerta de su casilla y al darse la vuelta, casi choca de frente con Delly, quien venía acompañada de Clove.

-Lo siento -dijo Katniss.

-Qué bueno que te disculpas, es lo que menos me esperaba de ti "princesita" -respondió de mala forma Delly.

-¿Disculpe? -Katniss no comprendía ahora la forma en la que se dirigían a ella, ¿Qué les había hecho?

-Lo que oíste. No sólo porque seas una princesa significa que puedes venir aquí a hacer lo que quieras. Yo soy la que manda aquí -contestó de nuevo Delly, quien en su frase remarcó "yo".

Odiaba que le recordaran en su contra que era una princesa. ¿Qué tenía de malo serlo? Ella no lo eligió. Y que le echaran de cara eso la hizo rabiar, encendiendo en su interior una llama de enojo.

-No sé a qué se refiere -controló sus nervios, respirando profundo.

No estaba bien, sus sentimientos estaban a flor de piel gracias a lo que había pasado ayer por la noche con Cashmere y Glimmer. En la mañana, fue incapaz de mirar a los ojos a Peeta sabiendo las palabras que salieron de su boca por defenderse.

-No te hagas. Sabes perfectamente de qué hablamos -intervino Clove.

Lo que hacía a Katniss enfurecer aún más era el hecho de que de verdad no sabía de qué hablaban. Se estaba empezando a frustrar, y eso no era bueno siendo una princesa: ya había roto el juramento real ayer muchas veces, y no le sentaba bien saberlo. Se sentía como si estuviera traicionando a su familia.

-De verdad no sé de qué me hablan... -les dijo Katniss.

-¿Ah, no? El que te quieras meter con todos los del equipo de basquetbol, en especial con Cato y Peeta, eh. ¡Peeta es para mí! -respondió Delly con un tono de odio.

"¿En todas partes debe de haber un par de taradas?", se preguntó Katniss.

Katniss frunció el ceño. ¿Qué tanto hablaban? Ella no tenía esos propósitos y nunca los tendría. Eso la hizo estallar en furia, y antes de que explotara contra ellas, Peeta se apareció detrás de Delly y Clove.

-Yo no soy de nadie aquí, y menos tuyo, Delly -le dijo él, haciendo que la rubia diera un salto de susto y sorpresa.

Ellas se quedaron sin habla. Katniss sonrió internamente.

-Pee... Pee... ¡Peeta! -tartamudeó Delly, evidentemente nerviosa.

-¿Por qué hablan esas cosas de Katniss, eh? ¿Y por qué la tratan mal por ser una princesa? ¿Les molesta eso en algo? -Peeta parecía más que dispuesto en defender a Katniss con escudo y espada.

De nuevo, ellas no respondieron nada.

-Eso me parecía... -las miró duramente- Ahora, pídanle una disculpa.

Ambas al instante negaron con la cabeza.

-Tengo dignidad -respondió Clove.

-En mi vida me he disculpado, y no estoy dispuesta a que -Delly miró a Katniss de arriba abajo- ésta, sea a la primera a la que me rebaje.

-"Ésta" como tú la llamas, es mucho mejor persona que lo que eres. No es como la mayoría de las princesas de Panem, alzadas y malcriadas. Y tiene un nombre ¿Te lo repito? Es Katniss Everdeen -Peeta miró a Katniss con una media sonrisa, guiñándole el ojo-, mi novia.

Delly y Clove ahogaron un grito, tapándose la boca con su mano derecha, impresionadas.

No eran las únicas impresionadas.