Estaban todos en el comedor del 13, mientras que por las televisiones que había en la sala se veía la propaganda que unos días antes Katniss había grabado.
-Vamos contra lo amanerado ¡Únete al Sinsajo!
Y después, finalizó con un Sinsajo envuelto en llamas.
Katniss bajó la cabeza, mientras que todas las miradas se dirigían a ella.
-¿Todo bien? -le preguntó Peeta. Katniss asintió- Lo hiciste muy bien.
Cuando ella levantó la mirada, lo vio sonreír, y fue suficiente para que ella hiciera lo mismo.
Todos continuaron comiendo en un ambiente estable.
-¿Y qué sigue de este paso? -preguntó Cato, discreto a que sólo escucharan los de la mesa y nadie más.
-Armas contra Coin -respondió Peeta.
-Difundir el mensaje de revelación a ella -agregó Annie.
-¿Cómo? -preguntó Katniss.
-Pasando de boca en boca el mensaje para que todos se vayan en su contra sin que se entere -explicó Finnick- Tenemos que empezar ya con el 13 para darle inicio al plan.
-Todas las princesas ya lo están haciendo, cada cual en su respectivo distrito; Madge es quien las dirige. A todas... a excepción de unas que se llamaban ¿Cashmere y Glimmer? -dijo Gale. Katniss pensó que tenía sentido que ellas no se unieran- Hemos tomado otras medidas para difundir el mensaje en esos distritos ya que se negaron.
-En el 11, como Rue es muy pequeña, la que difunde el mensaje ahí es la comandante Paylor -agregó Haymitch.
-¿Y cuál es el plan del que hablas? -le preguntó Katniss a Finnick.
-Invasión: Cuando tengamos a todos de nuestro lado, los rebeldes matarán todos a los que son parte de la realeza, incluyendo a Coin y a los Everdeen... -respondió Finnick.
De nuevo, Katniss se sintió confundida. Vio cómo Prim, que había llegado apenas esa mañana, cerraba los ojos y suspiraba. Era tan complicado...
-Arquería -dijo Gale, sonriendo- Los ciudadanos rebeldes ayudarán a los soldados rebeldes a entrar a todos los sitios posibles. Cada soldado llevará un arco y cada soldado matará a un miembro, o más si se pueden. Tú, siendo el Sinsajo, eres la encargada de matar al líder contra la que va la revolución. Coin piensa que el líder al que se ejecutará es al señor Everdeen, y seguro está pensando en cómo decirte que lo matarás. Pero el blanco no va a ser él, si no Coin.
Katniss sintió que un frío invadía su cuerpo. ¿Qué hubiera pasado si Coin hubiera realmente sido buena y hubiera tenido que matar a su padre adoptivo con sus propias manos? Seguramente Prim la odiaría, y no se quería ni imaginar lo que se hubiera sentido si lo hiciese.
Prim, sentada al lado de Rory, mantenía su vista pegada al plato y comía lentamente, sin decir absolutamente nada. Ahora la patito no sólo pensaba en el secreto que le tenía que revelar a Katniss, sino también ahora en la muerte de sus padres.
-Cinco pasos -dijo Cato- Uno: Pasar la voz, aliar más gente.
-Dos: Asegurarnos de que todos están de nuestro lado -siguió Peeta.
-Tres: Poner fecha de ataque -continuó Finnick.
-Cuatro: El ataque -dijo Gale.
Y Katniss sabía el último paso. E implicaba el adiós a los Everdeen.
-Cinco: Ejecución -terminó Katniss.
Todos asintieron, en silencio. Hasta que Haymitch habló.
-Se les olvida un punto, chicos, elegir a un presidente.
Katniss, Peeta y Prim caminaban hacia su habitación en donde los habían alojado. Peeta y Prim entraron primero, y antes de que Katniss entrara, Finnick la tomó por el brazo.
-¿Qué pasa? -le preguntó Katniss, frunciendo el ceño.
-Te quería dar algo, me mandó Haymitch -se explicó Finnick, entregándole un pin dorado a Katniss. Ella lo analizó, y el dorado pájaro que Finnick le entregaba ella ya lo había visto antes en alguna parte, sólo que no recordaba dónde...- Es un Sinsajo.
Lo recordó: Era el mismo Sinsajo que le había visto prendido en la chaqueta a Haymitch algún par de veces. Katniss sonrió.
-Me había dicho que te lo diera. Es un ave muy normal de mirar por el 12, de donde es Haymitch. Estoy seguro de que sabes su historia.
Katniss asintió. Claro que lo sabía, era una mutación fallida de las que se practicaban en el Capitolio. Una combinación entre un charlajo y un sinsonte.
-Es muy bonito -dijo Katniss.
-Lo es -concordó Finnick, sonriendo de lado- Me tengo que ir, Annie seguro me espera.
-Va -respondió Katniss, y se despidieron con un abrazo antes de verlo correr por los pasillos.
Entró a la habitación y cuando lo hizo, las dos personas más importantes de su vida la recibieron con una sonrisa, que les devolvió a ambos.
Se sentó en la silla del escritorio y analizó el pin dorado con detenimiento. Al final, se lo prendió a su camisa.
Prim se sentó al lado de ella, en la otra silla.
-Necesito contarte algo -le dijo Prim.
Katniss asintió, y espero a que continuara.
-Lo que pasa es que... -Prim se veía nerviosa, vacilante- Pasó algo en La Ciudad cuando ustedes se fueron a salvar a los demás...
Katniss frunció el ceño.
-¿Qué pasó? ¿Te amenazaron? ¿Te hiciste daño, te enfermaste? -empezó a preguntar Katniss preocupada.
Prim negó con la cabeza.
-¿Entonces qué pasó? -preguntó de nuevo Katniss, confundida.
-Lo que pasó fue que... no lo sé, Rory y yo empezamos a hablar de ustedes, él me habló de Gale y su familia y yo de ti. Y al final... -vaciló otra vez- Él me besó.
Katniss abrió los ojos como platos, sin creer lo que acababa de saber. Peeta, quien había estado escuchándolas mientras se peinaba, no evitó el voltear su mirada hacia ellas igual de impactado.
Luego, cuando Prim esperaba que Katniss se levantara enojada de su lugar dispuesta a matar a Rory por tocarla, su hermana mayor simplemente se comenzó a reír.
Peeta fue contagiado por la hermosa risa de Katniss.
-¡Prim! -dijo Katniss entre risas- ¿Les dejamos un rato a solas y entran en acción?
Prim rió nerviosamente, comenzándose a sonrojar. Les confesó que le empezaba a gustar.
Les pidió que fuera su secreto, como si el rozarse los pies bajo la mesa fuera lo más romántico.
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Escapando con la princesa.
FanfictionLa real familia Everdeen tenía entre sus miembros a la mejor princesa que pudiera tener Panem: Katniss Everdeen. En su nuevo instituto, al conocer a Peeta Mellark, él le muestra el mundo y las aventuras que tiene por conocer, algo que Katniss tiene...