Escapando con la princesa.

19 - La noche perfecta.

Cuando Prim había abierto el sobre, éste se había rasgado en dos. Su madre mantenía en su mano la parte con sólo los nombres, la parte que tenía los lugares descansaba sobre el escritorio. Prim posicionó una de sus libretas sobre ése cuando su madre daba vueltas en la habitación frustrada.

-¡Habla de una vez, Primrose! -le gritó su madre por fin, plantándose frente a ella- ¡¿Quién es Julieta?!

Prim no sabía mentir. Cuando lo hacía, movía la pierna demasiado y le temblaba la voz.

-Una amiga, nada más -respondió.

-¿Julieta es Katniss?

-No -contestó Prim.

-Estás mintiendo -dijo la señora Everdeen al notar los signos que delataban a su hija- Dime la verdad.

-No es de la familia, madre -explicó Prim, y prácticamente aquella frase era cierta.

La señora Everdeen seguía sin creérsela. Por lo que extendió la carta y comenzó a leerla. Supo al instante que era Katniss: La preciosa y significativa letra ladeada y cursiva estaba claramente escrita ahí.

-¿Dónde está? -preguntó a Prim.

-¿Quién? -Prim se hizo la desentendida.

-Primrose, es su letra. Dime ahora mismo dónde está o adelantaré tu boda -amenazó su madre.

La mente de Prim divagó entre todas las posibles respuestas.

-Está en el Distrito 3 -respondió, firme, con la esperanza de que su mentira no se diera a relucir.

Y al parecer funcionó.

La señora Everdeen salió a dar la orden de estricta búsqueda al Distrito 3.

Había burlado a los guardias de Katniss. Su madre regresó.

-Prim... Dijiste al principio que la persona no es de la familia... ¿Sabes lo de Haymitch y Effie?

Ella asintió en respuesta.

Vió cómo su madre adoptó una expresión sombría. De un segundo a otro, tomó de nuevo su porte dominante.

-Arréglate para La Noche De Los Colores -le ordenó la señora Everdeen, y se fue cerrando la puerta de golpe.

Annie removió a Katniss de la cama.

-Anda, despierta -le dijo.

Katniss abrió perezosamente sus ojos y gruñó.

-Vamos, Kat, ya tengo la prueba -le susurró Annie.

Katniss se incorporó.

-¿Ya la tienes? ¿Qué no íbamos a ir hoy? -preguntó Katniss.

-Por algo me escapé de ustedes en las compras -se explicó Annie, luego tomó su mano y la levanto- Ahora, vamos.

Se dirigieron al cuarto de baño. Eran las únicas despiertas a esa hora.

-Toma -le dijo a Katniss, entregándole la cajita con la prueba- Sigue las instrucciones, te estaré esperando aquí afuera.

Katniss cerró la puerta del baño y siguió los pasos. Cuando terminó, le indicaban que tendría que esperar diez minutos.

Se sentó en el suelo y puso el aparato al lado suyo. Pasados los diez minutos, el aparató timbró anunciando que tenía el resultado.

Katniss no se atrevió a mirarlo, asi que salió y se lo entregó a Annie.

-¿Ya sabes? -preguntó Annie.

-No. No quiero saber por ahora, asi que no me digas. Quiero enterarme al mismo tiempo que Peeta -respondió Katniss.

Annie vió el resultado y Katniss giró su mirada para no ver su reacción.

Katniss preparaba una sopa de verduras, mientras que al lado Peeta y Annie cocinaban un pastel de chocolate. Finnick arreglaba el jardín trasero con las mesas y demás.

Escucharon que llamaban a la puerta.

-¡Yo voy! -gritó Finnick y después lo vieron correr del jardín a la puerta.

Katniss escuchó las voces llenas de emoción de Gale y Cato y luego cómo ambos la tomaban en un abrazo.

-¡Katniss!

Luego, fueron con Peeta y Annie, gritando también a su vez sus nombres.

Finnick había hecho un trabajo excepcional. Había una muy bien arreglada y larga mesa en el jardín. El ambiente estaba en la línea con las luces de las velas.

Ya estaban todos sentados y con la comida servida. Finnick había servido un poco de vino tinto en cada copa.

-De verdad nos hace felices tenerlos con nosotros aquí festejando al que será el próximo integrante de nuestra familia -habló Annie, dirigiéndose a Katniss y Peeta.

Ellos sonrieron.

-Será de las pocas fiestas, porque recuerden, somos rebeldes y tenemos deberes. Además de un campeonato -siguió Cato.

-Sí, pero déjenme decirles -intervino Annie- Que esta noche sí que la aprovecharemos. Y tienen una cosa que saber.

Annie les pasó a Katniss y a Peeta la prueba.

-Katniss se hizo una prueba hoy en la mañana -explicó Annie- Y van a saber el resultado.

La cara de impresión de todos los chicos no se hizo esperar. Peeta se veía bastante alegre e impaciente por saber el resultado.

Ambos tomaron el aparato entre sus manos y destaparon la pantalla con el resultado. Lo miraron a la vez.

-Positivo-.

Ahogaron un grito y a continuación se sumieron en un abrazo, llenos de emoción y amor. ¡Iban a ser padres!

Cato, Gale y Finnick captaron su reacción en seguida. Annie sonrió satisfecha. Se levantaron de sus lugares y se unieron a su abrazo.

Luego de la euforia, brindaron y siguieron con la cena, claramente entusiasmados por las próximas dos familias.

-Mejor noche no pudimos haber tenido -expresó Finnick- No podría mejorar.

Sonreía de oreja a oreja.

-Chicos, ¿Saben que se festeja hoy en Panem? -preguntó Annie.

Todos se pusieron pensativos.

-¡Ya! -dijo Katniss, chasqueando los dedos con la respuesta- Hoy es La Noche De Los Colores.

La Noche De Los Colores en la realeza, es una fiesta que celebran las altas ramas por los triunfos logrados. Evidentemente, al igual que el Panem Gala, sólo están invitados los que son pertenecientes a la realeza. En esa Gala, a diferencia de otras y que la hace tan especial, es que todos los asistentes portan antifaces.

-¡Vamos! -propuso Gale.

-No creo que nos dejen pasar a nosotros... -habló Katniss.

-Pero vamos ¡Claro!. Vamos a llevar antifaces, no verán nuestro rostro y sólo hace falta decir que somos de la realeza de algún otro Distrito y listo -dijo Cato.

Katniss había olvidado eso. Si que podían...

-Vamos a tener que hacernos con ropa de lujo en muy poco tiempo para llegar a buena hora -dijo Finnick- Vamos, y hagamoslo ahora.

-Esto huele tanto a aventura -Annie se mostró emocionada.

Peeta miró a Katniss con una sonrisa.

-¿Vamos? -preguntó.

Ella también sonrió.

-Vamos -respondió.

Katniss también percibía el olor a aventura, pero también alcanzaba a oler el aroma a peligro y oportunidad de sacar a Prim. Claro que Prim estará ahí, es de ley.

Era la noche perfecta para echar andar sus planes.