26

1.1K 117 25
                                    

Hinata aclara su garganta en un carraspeo suave mientras teclea frente a la pantalla de la laptop, redactando uno de los muchos correos diarios.

«—¿Quieres venir conmigo?»

Cómo si alguien hubiera paralizado sus movimientos, Hinata deja de escribir. La voz de Kiba golpea fuertemente contra su mente, haciendo eco mientras su pregunta se repite una y otra vez.

Hinata niega, moviendo la cabeza hacia los lados, obligándose a prestar atención a lo que estaba haciendo. Desde la tarde anterior, cuando Kiba y ella hablaron sobre la fiesta navideña de la empresa y luego le propuso directamente ir juntos, no había dejado de pensar en ello. ¿Tal vez lo estaba pensando demasiado? Sí, era muy probable.

Últimamente sobrepensaba demasiado las cosas. Pero gracias a Kiba, ahora no podía dejar de pensar en que respuesta darle y más aún, por qué simplemente no podía decidirse por un sí o por un no.

Si decía que sí... ellos irían juntos como los compañeros de trabajo que son. Y si decía que no... de todas formas se encontrarían en el mismo lugar... ¿Qué había de malo en decir que sí? ¿O qué había de malo en decir que no?

Hinata abulta sus labios en un pequeño puchero, sosteniendo su mejilla sobre la palma de su mano. Estaba pensando más de lo que debería en Kiba. Es decir, no en Kiba pero sí en una pregunta que tal vez tenía un trasfondo mucho más pequeño y ella lo estaba volviendo uno demasiado grande.

¡Aún así! Hinata aún no se decidía a asistir. Sí, ese día era su cumpleaños y aún si no lo festejaría, podía quedarse en casa en lugar de complicarse la existencia con una fiesta navideña. O con la invitación...

—Debo dejar de pensar en eso —dice para sí misma.

La puerta de la oficina se abre, llamando su atención de inmediato. Naruto entra en silencio, encontrándose enseguida con la mirada curiosa de Hinata. Una sonrisa se forma en su rostro nada más verla. Cierra la puerta, acercándose rápidamente hasta el escritorio de Hinata.

—Buenos —el saludo mañanero de Hinata queda a medio camino cuando Naruto le toma por la barbilla para alzar su rostro y posar sus labios sobre los de ella en un beso suave, tomándole por sorpresa. —... Días —termina de decir, una vez que Naruto se aleja de ella apenas unos pocos centímetros.

—Buenos días —murmura Naruto, muy cerca de su boca. — ¿Cómo estás?

—Pues... bi-bien —responde notablemente nerviosa. — ¿P-Por qué estás tan cerca? Pueden vernos...

Naruto suspira, asintiendo.

—Lo sé —Naruto toma una vez más el mentón de Hinata, robádole un último beso antes de irse directamente a su escritorio. —¿No me vas a preguntar cómo estoy?

Antes de poder hacerlo, Naruto le roba las palabras de la boca. Había algo distinto en su comportamiento, a diferencia de otros días ahora se notaba mucho más alegre, más feliz.

—Te veo... feliz —murmura.

—Además de verme, lo estoy —Naruto apoya una de sus manos sobre su mejilla. — Estoy muy feliz y me gustaría compartir mi felicidad contigo, pero me tomo que aún no puedo decirte nada.

—¿D-De qué estás hablando?

Naruto le regala un pequeño guiño antes de tomar su teléfono.

La Amante ┊ NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora