Decirle las cosas a la cara (una vez más) no le haría vivir una vida más fácil. Todo lo contrario. Conocía a Shion lo suficiente al menos para saber que la había destrozado con su sinceridad. ¿Pero qué más podía hacer? Odiaba la forma en que intentaba que ambos lucieran como un matrimonio tradicional y amoroso, cuando en realidad eso no existía, ni siquiera estaban cerca de ser algo parecido.
Suspira, echando su cabeza hacia atrás en la silla reclinable. Era temprano aún, por lo que la empresa apenas comenzaba su día. Naruto había decidido levantarse una hora más temprano, por ende, salir mucho antes. No quería verla, no quería oír su voz intentando persuadirlo, ni tampoco sentir sus manos sobre el tratando de acariciarle.
Si había algo que pudiera hacer, para por lo menos alejarse de ese tormento en el que se había condenado a vivir, lo haría sin dudarlo aunque fuera por un plazo de tiempo acotado. Sabía que su esposa no lo toleraría demasiado tiempo. Shion fue una mujer demandante siempre. Tal vez esa debió ser su señal de advertencia, una que no logró ver a tiempo.
La tranquilidad y el silencio a su alrededor poco a poco comienza a extinguirse. Con la pantalla de su móvil boca abajo, pronto comienza a oír como esté vibra una y otra vez. Mensaje tras mensaje. Observa con recelo el móvil sobre el escritorio, no sabe si debe tomarlo o no, pero tras varios segundos en los que parece enfrentarse a la calma, o a su realidad estresante, sabe que no puede esconderse toda la vida.
Shion:
¿Ya te fuiste al trabajo?
¿Tan temprano?
¿Por qué?
Me desperté y no estabas
Quería prepararte el desayuno como todas las mañanas
¿Fue por alguna urgencia?
¿Está todo bien?
Naruto respira hondo mientras lee cada mensaje. Conoce muy bien las facetas de la mujer con quién se ha casado, porque no es primera vez que lo hace.
Primero, es una mujer preocupada que intenta ser comprensiva, pero luego...
Shion:
¿Por qué no me contestas?
Sé que lees mis mensajes, Naruto
¡Contéstame!
Soy tu esposa
¿Cómo puedes hacerme esto?
Luego viene la victimización.
Y después...
Shion:
Si no me contestas juro que iré a tu trabajo y haré el escándalo de tu vida
¿Quieres seguir ocultando a tu amante?
Pues ya no más
¿Entiendes?
¡Iré y te dejaré al descubierto con todos tus estúpidos empleados!
Luego venían las amenazas.
Y tras ello...
Shion:
Contéstame, Naruto
¿Acaso no sabes de lo que soy capaz?
Llevo a tu hijo en mi vientre
¿Acaso quieres perjudicarlo a él también?
Tú crees que me conoces, pero no tienes una idea de lo que puedo llegar a hacer
