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Hinata termina de redactar el último correo electrónico de la tarde, cuando unos papeles caen sobre su escritorio. Alza la mirada, encontrándose con el serio, pero atractivo, rostro de su jefe.

-Revisa esto por mí.

Naruto le da la espalda tan pronto como sus miradas se rozan. Hinata abulta los labios sintiéndose irrrparablemente herida. Sí, sabe que es incorrecto y que ni siquiera debería de pensar en ello, pero sabe que está molesto, y sabe muy bien que esa molestia es hacia ella.

Suspira, tomando los documentos sobre sus dedos. Ajusta sus gafas sobre el puente de su nariz, leyendo hasta las letras más pequeñas de lo que parece ser un contrato importante. Los minutos pasan, y para entonces Hinata ha revisado cada hoja con sumo cuidado.

Su corazón se desespera cuando se pone de pie y sabe que debe llevar esos mismos documentos al escritorio de Naruto, el cuál está a unos pocos metros de distancia. Una exhalación brota de sus labios cuando corre la silla giratoria hacia atrás. El pisar de sus tacones resuena ante cada paso que da hasta él. Deposita con cautela los documentos sobre el escritorio y voltea casi de inmediato. Para ella era mucho más difícil hacerle frente.

-¿Sólo necesita mi firma y ya? -pregunta antes de que Hinata pudiera avanzar hacia su propio escritorio.

Hinata traga nerviosamente al voltear.

-Sí -asiente. - Sólo eso -su voz tiembla.

-Perfecto -Naruto toma una pluma del pequeño portalápices que tiene a un lado de su laptop, firmando rápidamente. - Necesito que estos documentos lleguen a Recuersos Humanos a más tardar en cinco minutos. ¿Puedes?

Por supuesto que podía, la pregunta era tonta e innecesaria. Lo que no podía hacer bajo ninguna circunstancia era llegar en cinco minutos. Él conocía perfectamente bien su propio edificio y sabía que el piso de Recursos Humanos estaba en el segundo, ellos estaban en el último. Un suspiro breve se escapa de sus labios al asentir.

-Por supuesto -asiente, tomando los documentos de la propia mano de Naruto.

-Gracias -murmura, regresando su vista hacia su quehacer.

Hinata por supuesto deje ignorar la sensación de ahogo que se centra en su pecho ante la evidente actitud de Naruto. Está siendo lo más profesional posible y se lo agradece, pero es tan duro con ella al mismo tiempo que Hinata parece no estar soportándolo, incluso si tiene claro que es lo mejor.

Abandona la oficina con el corazón en la garganta y el ánimo en el suelo. Aún así abraza la carpeta con los documentos contra su pecho mientras avanza por los pasillos de la oficina hacia el ascensor. De camino aprovecha de saludar a sus compañeras, a quiénes solo logra ver en algunas ocasiones durante el almuerzo.

Aún así, no puede evitar sentirse extraña al avanzar por esos pasillos. Siente que de alguna forma u otra las paredes tienen recuerdos, también ojos. No se siente juzgada, pero tal vez sí un poco culpable, y eso le hace creer que tal vez todos aquellos con quiénes intercambió miradas en su camino al ascensor, saben de su aventura con Naruto. O al menos de lo que fue.

Sacude la cabeza mientras las puertas del ascensor se abren. Entra. Está vacío, casi es algo difícil de ver por lo que aprovecha la instancia y se recuerda contra gran espejo. Ahora podía ser más consciente de lo agotada que se sentía, y no solo de forma emocional. Sus pies dolían, su cabeza estaba harta de pensar y sus ojos hartos de leer. Quería llegar a casa, aún si sabía que eso significaba no ver a Naruto por las siguientes horas. Ella iría a su pequeño departamento, sola. Mientras que él, por supuesto iría a su gran casa, junto a su atractiva esposa.

Las puertas del ascensor se abre. Aclara su garganta mientras avanza con la carpeta aún contra su pecho. Observa la entrada del edificio y piensa en cuántas ganas tiene de marcharse a casa de una buena vez.

-Me pidieron que les hiciera llegar esto -Hinata tiende la carpeta. Un joven de cabellos castaños alza la mirada a los pocos segundos, completamente inmerso en su quehacer. - Directamente de la oficina.

-Genial -murmura él. Hinata cree haberlo visto unas cuantas veces en sus horas de almuerzo, merodeando por el comedor. No recordaba su nombre, pero si que era alguien bastante solitario. Tenía un rostro serio, y por lo general nadie se le acercaba. No parecía ser un mal tipo, solo... - ¿Necesitas algo más?

Hinata da un respingo en su lugar al oír su voz seria, tal vez un poco molesta. Entonces, también nota que se ha quedado más tiempo del que debería ahí de pie, en silencio y al parecer observándolo más de la cuenta. Y quién sabe de qué forma.

-No -niega rápidamente. - Lo siento -se disculpa, dando media vuelta.

Sí, definitivamente no parecía ser un mal tipo, solo alguien bastante malhumorado.

Al regresar al último piso, su único consuelo es que ya podría irse a casa y descansar los siguientes dos días hasta tener que enfrentarse nuevamente a su día a día. Cree, realmente lo cree, que un helado de chocolate no solucionaría sus problemas pero en definitiva sería una gran ayuda.

Cuando las puertas del ascensor se abren, Hinata piensa en alguna película con la cuál acompañar dicho helado. Y, cuando avanza los próximos pasos viendo el piso, al alzar la cabeza se da cuenta de que la realidad la golpea mucho más fuerte de lo que hubiera querido bajo cualquier circunstancia.

A sólo unos pocos metros de ella está Shion, la bellísima esposa de su bellísimo jefe. Ella ni siquiera nota la intensa mirada que Hinata le dedica, sin querer hacerlo realmente. Es que simplemente no puede dejar de mirarla aún si eso de alguna forma u otra le lastima.

Toma un poco de aire e intenta avanzar, pero cuando finalmente se convence de que no puede quedarse ahí, inmóvil, ve el momento exacto en que Naruto abandona su propia oficina. Va directamente hacia Shion, ve la sonrisa que ella le dedica y algo en su interior se remueve. La culpa parece agrietar su estómago. Y cuando ella besa sus labios apenas unos segundos, el mundo de Hinata se desmorona.

Intenta aguantar las lágrimas cuando pasa por el lado de ambos siendo una mujer insignificante. Una mujer que aquella tarde llegaría a su casa con el corazón un poco más roto.




capítulo dos. ¿qué opinan? uwu

la verdad es que estoy apenas conociendo la personalidad de mis propios personajes así que no puedo asegurarles si amarán o querrán tirarle un ladrillo en la cabeza a Naruto KAKDLAJDM

La Amante ┊ NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora