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Despedirse de su familia fue mucho más difícil de lo que pensó. Las emociones le ganaron y sin quererlo terminó derramando unas cuantas lágrimas después de subirse al coche. Sabía que su hermana se sentía de la misma manera, irse de regreso a las ciudad solo significaba una cosa: muchísimo tiempo más sin ver a su hermana y a su padre.

De todas formas sabía que tenía que regresar en algún momento, y ahora que las cosas entre ella y Naruto estaban bien nuevamente, lo lógico es acompañarlo de regreso. Él debía tomar una vez el mando en su empresa y Hinata pronto tenía que encontrar un trabajo nuevo, no soportaría la idea de quedarse encerrada en casa. Aunque la idea de encontrar un lugar nuevo le causa terror.

—¿Te sientes mejor?

Naruto posa una mano sobre uno de sus muslos.

—Sí —Hinata aclara su garganta. Todavía siente un nudo molestándole pero decide ignorarlo. — Lo siento... no creí que me afectaría tanto.

Naruto niega suavemente con la cabeza.

—No tienes que preocuparte por eso, preciosa. Lo entiendo —él le dedica una mirada que para Hinata significa mucho. El brillo en sus ojos, la sonrisa que le dedica, absolutamente todo en ella genera un terremoto lleno de emociones. — Le prometí a tu padre que iríamos a visitarlos tan pronto como sea posible.

—Gracias, pero no es necesario que te comprometas a algo así —Hinata lo duda pero finalmente termina posando su mano sobre la de Naruto, él no tarda en unir sus manos. — Eres el jefe de una empresa, no tienes mucho tiempo para esas cosas.

—Puede ser —asiente. — Pero si se trata de ti, no tengo problema con hacerme el tiempo. Aunque no lo tenga.

—No me gustaría interferir...

—Hinata, vine a buscarte —Naruto disminuye la velocidad. — Dejé absolutamente todo por venir por ti. No me importaría hacerlo de nuevo, si le prometí a tu padre que lo visitaremos claro que lo voy a cumplir. Te hace feliz ver a tu familia y a mí me hace feliz que lo seas. Además tu padre y hermana son personas increíbles.

Una sonrisa sencilla crece en los labios de Hinata al oír sus palabras. Suena tan seguro y dispuesto a darle absolutamente todo sin importar qué.

—Gracias —murmura.

—No agradezcas, te amo. Hago y haré todo lo que pueda porque seas feliz, Hinata. Eso no lo dudes nunca. ¿Bien?

—Bien —asiente sin poder dejar de observar su perfil.

Le gusta detallarlo tanto como lo hizo cada vez que durmió a su lado y fue la primera en abrir los ojos, encontrándolo plácidamente dormido. Esas veces Hinata se encargó de detallar cada una de sus facciones, guardándolas en sus recuerdos con todo su amor.

—¿Qué pasa? —Naruto tiene sus ojos fijos en la carretera pero puede sentir la mirada de Hinata sobre él.

—Nada... es que...

Los nervios afloran nuevamente cuando se da cuenta que hay algo muy importante que tiene que decirle a Naruto.

Durante la noche de año nuevo pensó mucho en si darle la noticia era lo más apropiado, pero tras varias cervezas de su parte sus intentos fueron totalmente fallidos. Hinata no se atrevió. Creyó que sería óptimo esperar a que él estuviera en sus cinco sentidos para lanzarse la bomba, pero ni siquiera al día siguiente pudo hacerlo. No se atreve. Esa es la verdad.

—¿Qué? —Naruto le dedica una mirada rápida cuando el silencio de Hinata se prolonga, ella no dice nada. Sus labios están sellados. — ¿Ocurre algo, preciosa? ¿Te sientes mal?

La Amante ┊ NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora