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• Cansancio.

• Náuseas.

•  Cambios de humor.

• Hinchazón abdominal.

• Molestia y dolor en los pechos.

• Dolor de cabeza.

Aquella era la lista mas corta de la cantidad de cosas que leyó en internet durante toda la tarde luego de llegar de la farmacia. Todavía tenía el test guardado sagradamente dentro de su caja, dentro del bolso dónde tenía algunas prendas de ropa sin usar.

Lo había pensado fríamente haciéndose la idea de que, en realidad, podría ser algo más y no un embarazo. Al menos quería forzarse a creer que podría existir otra alternativa.

Hanabi había insistido en que hacerse la prueba es lo mejor, pero Hinata no quiso escucharla.

Prefirió encerrarse en su habitación a leer un y mil artículos en internet sobre síntomas, o sobre como saber si realmente está embarazada sin la necesidad de hacerse la prueba. Le da terror la sola idea de pensarlo. Sabe que una vez que se la haga todo cambiará para ella, y es tal vez eso lo que ha estado evitando durante horas.

Aunque en caso de estarlo, ya no había vuelta atrás.

Respira hondo mientras se acerca al espejo de su habitación observando su reflejo de pies a cabeza. Estar sólo en ropa interior le permite dar una mejor observación sobre sus cambios físicos, los cuáles ante sus ojos parecen no existir.

Sus ojos se detienen justo en su vientre.

«Plano...» piensa mientras posa su palma tibia sobre él.

Hinata se atrevía a decir que incluso está mucho más delgada que antes. Y todo a esas náuseas que gracias al cielo no le han molestado durante la tarde.

Observa su cuerpo de un lado, luego del otro. No hay absolutamente nada en ella que grite estar embarazada, excepto...

Las náuseas.

Lo difícil que se había vuelto controlar sus emociones los últimos días.

El cansancio y esa manera descomunal de dormir, tan poco común en ella.

—Sólo son coincidencias...

Demasiadas.

Tras una respiración temblorosa, termina de vestirse para la cena de año nuevo. Su padre estuvo toda la tarde preparándola junto a su hermana, y por supuesto habían decidido que Naruto también tiene que participar en ello. Y él, al ser el invitado estrella por supuesto que debía aceptar impresionar a toda la familia.

Gracias a eso Hinata pudo tener la tarde libre para martirizarse a sí misma, para morderse las uñas, para dar trescientas vueltas dentro de su habitación y pensar seriamente en cómo daría la noticia si es que llegase a estarlo. Por supuesto que sería mucho más sencillo no estarlo, así ya no habría noticia que dar.

¿Pero y si sí había una noticia que dar?

Hinata sacude rápidamente la cabeza y decide que terminar de vestirse es lo mejor que puede hacer. Había tomado la decisión de realizarse el bendito test de una vez por todas, antes de que la cena comenzara y las visitas llegaran.

Revuelve entre sus cosas, esconde la caja entre la ropa que lleva puesta y después se asomar la cabeza entre la puerta asegurándose de que no hay nadie alrededor, corre hacia el baño. Para su buena suerte se encuentra desocupado así que no tarda en encerrarse en él.

La Amante ┊ NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora