Los odia.
Los odia a ambos.
Los odia con todo su corazón.
Lo odia por elegirla a ella.
Lo odia por protegerla a ella.
Lo odia por no amarla.
Lo odia por poner sus ojos en otra mujer.
Odia a esa mujer.
La odia desde lo más profundo de su ser.
La odia con todas sus fuerzas, con cada parte de su cuerpo. La furia nace desde sus entrañas, haciéndole actuar de formas que no controla porque quiere vengarse de él por no escogerla y de ella por haberle arrebatado todo lo que siempre quiso.
Naruto es ese todo.
Y esa maldita perra lo ha alejado de su lado.
—¿Por qué me hiciste esto a mí? —susurra cuándo las lágrimas caen por sus mejillas.
Naruto ni siquiera se invita y eso le duele mucho más. Una daga parece atravesarle el pecho pero nadie puede verlo.
—¡¿Por qué?!
—Ya basta, Shion. Deja el juego —Naruto se muestra indiferente ante un llanto que ya no le conmociona de ninguna manera. Shion ya no jugaría con él a su antojo, ya no volvería a manipularlo otra vez. — ¿Qué haces aquí?
Una carcajada amarga llena la oficina.
—¿Te encuentro a punto de coger con otra y eso es todo lo que me dirás? —dice entre dientes. Sus ojos inyectados en lágrimas recorren el cuerpo de su esposo y el de la asquerosa amante a la que cubre con su espalda. — Eres increíble.
Odia ver su cabello desordenado.
Odia saber que fue ella quién lo dejó de esa manera.
Odia con todas sus fuerzas haberlos visto besándose apasionadamente.
La repulsión crece dentro de ella porque le está robando su lugar deliberadamente.
—No tengo nada más que decirte —la voz grave de Naruto suena segura, cosa que a Shion parece enloquecer. No lo soporta. — Tú no deberías estar aquí.
—¡Yo soy tu esposa! —vocifera.
—Eso para mí no tiene ningún valor, sabes que de ser por mí hace mucho que hubiera terminado con esta farsa.
—No es ninguna farsa —Shion limpia las lágrimas de sus mejillas aunque no tiene gran sentidllo porque el llanto no cesa. — Nuestro matrimonio es real. Mi amor por ti lo es... No dejaré que muera —susurra. — No dejaré que por culpa de esa perra a la que cuidas con tanta protección nuestro matrimonio se vaya al diablo.
—No la insultes —la mirada de Naruto se oscurece, tiene la necesidad de sentir que Hinata continúa ahí con él pero por el peso de la situación no puede voltear.
No quiere perder de vista a Shion porque en el fondo teme de lo que pueda ser capaz.
—Tú no tengas la desfachatez de defenderla a ella estando yo aquí.
—Por supuesto que voy a defenderla, es a ella a quién amo.
—¡Cállate! —grita casi desgarrándose la garganta.
Hinata cierra sus ojos, encogiéndose en su lugar. Siente miedo, vergüenza, desprecio por sí misma. No hay palabras que puedan salir de su boca porque no existe nada que pueda decir, no hay nada que pueda hacer.
—Es la verdad —Naruto levanta su rostro mirándola fríamente. — Amo a Hinata y lo he hecho siempre. Fuiste tú quién jamás quiso escucharlo.
—¡Cállate! —vuelve a decir. — ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡No quiero oírte! ¡No quiero! —grita cubriendo sus oídos con ambas manos y niega con la cabeza.
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La Amante ┊ NaruHina
FanfictionLa amante... eso es en lo que Hinata se había convertido.