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49, final.

Aunque Hinata había aceptado la propuesta de matrimonio que Naruto le había hecho, tras una larga y extensa charla, ambos habían llegado al acuerdo de hacerlo después del nacimiento de su hijo. Mucho después.

Eso, por supuesto, significó tener mucho tiempo libre para planificar la boda soñada incluso si Hinata no tenía la más mínima idea de como hacer algo así. Jamás estuvo realmente segura de querer casarse hasta que Naruto llegó a su vida... y bueno, después de que pasó todo lo que pasó entre ellos.

La llegada de ese hijo que esperaron con tantas ansias terminó por unir más aún eso que existía, aquello que nació mucho antes de ser consientes de ello.

Y ahora... todo había cambiado.

Un año y medio después, todo había cambiado.

—Estoy nervioso... —admite, tomando asiento sobre la cama.

—¿Por qué? —Hinata ladea su cabeza.

—¿Tú no? —Naruto encarna una ceja. — Mañana es el gran día.

—Sólo lo llamas así porque mi hermana dice que es “El gran día” —Hinata encierra la palabra entre comillas.

—¿No crees que tiene razón? —Naruto apoya una mano sobre la cama.

—Hmmmm —Hinata lleva una mano hasta su mentón.

—¿Oye, estás dudando? —Naruto alza una ceja y Hinata suelta una carcajada.

—Por supuesto que no —ella se aproxima hasta Naruto, apoya ambas manos sobre sus hombros. Él deja su mano libre sobre su cadera. — ¿Cómo crees que voy a dudar ahora, después de tanto tiempo?

—No sé —Naruto encoge sus hombros, dibuja círculos con su pulgar sobre la cadera de Hinata por encima de la ropa. — ¿No lo haces?

—Naruto —Hinata le golpea el hombro. — Tenemos un hijo, somos felices juntos. ¿Cómo voy a dudar sobre casarnos un día antes de la boda?

—¿Entonces explícame por qué yo parezco más emocionado que tú? —él frunce el ceño, puede verse la ofensa en su mirada. Hinata suspira y niega con la cabeza, Naruto desde hace mucho tiempo se había vuelto un hombre dramático.

—Estoy emocionada, por supuesto que lo estoy —Hinata sube una de sus manos por el cuello de Naruto haste llegar a su tibia mejilla. — Sólo que me cuesta un poco de trabajo creer que por fin llegó el momento.

—Hmmm...

—¿Qué?

—¿Realmente no te arrepientes de hacer tu vida junto a mí?

—¿De qué hablas? —Hinata ríe, tomando el rostro de Naruto con sus dos manos. Él cierra sus ojos y suspira levemente. Aquel efecto de Hinata en él sigue siendo el mismo de siempre. Calma. — ¿Por qué me preguntas algo así?

—Lo siento... es que realmente me siento muy nervioso —Naruto suspira otra vez, ahora deja ver lo nervioso que se siente. — He esperado este momento por tanto tiempo, y ahora que por fin está sucediendo... se siente irreal.

—Bueno, un poco —Hinata acaricia el cabello de Naruto antes de que se pusiera de pie. Ahora debe alzar su rostro para poder observarlo gracias a la diferencia de altura existente entre los dos.

—Hinata...

—¿Eh? ¿Qué? —sigue a Naruto con curiosidad cuando él desliza sus dedos por su flequillo con lentitud.

—Prometo ser el mejor esposo para ti —un fuerte latido desenvuelve otros más cuando Naruto dibuja una sonrisa de esas que a Hinata le hacen sentir dentro de un cuento de hadas.

La Amante ┊ NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora