Libro #2 [TERMINADO]
Tom no esperaba que separarse de ella lo consumiera poco a poco.
El odio es poderoso y el desamor... es letal.
Juntos son una bomba de tiempo que echará a volar a todos a su alrededor. ¿Estarán dispuestos a correr ese riesgo? ¿...
Camino de un lado a otro, como si fuera una pantera enjaulada. Quiero salir corriendo, pero al mismo tiempo quiero quedarme y descubrir la verdad.
Sin embargo, la idea de afrontar la realidad no suena muy tentadora en este momento, no después de haber comprobado que Tom nunca me falló, no después de haberme acostado con mi mejor amigo.
Mi cabeza está vuelta mierda. Y mi corazón... me pregunto si aún queda algo de el.
—Artemisa.
Alzo la mirada al escuchar la voz de Sophia.
—Es hora.
Trago saliva.
La temperatura de mi cuerpo acaba de descender drásticamente, estoy temblando y me cuesta mantenerme de pie. Las palmas de mis manos sudan, mi cabeza da vueltas... Sujeto la prueba, la llevo a la altura de mis ojos, leo la pantalla digital y...
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EMBARAZADA (+3) semanas
Mi corazón se detiene y es Sophia quien logra sujetarme antes de caer al suelo.
No, no, no.
Esto no puede estar pasándome, no otra vez. Esto no... no puede repetirse.
Siento que estoy viviendo un déjà vu, de esos que desearías que no sean ciertos porque sabes que lo que sigue no es nada bueno, de esos que quisieras que no sean reales.
—No quiero esto, Sophia —logro decir con esfuerzo, mientras ella me mira con preocupación—. No quiero hacer esto sola de nuevo.
No sabe qué decir, así que solo atina a abrazarme y allí entre sus brazos, lloro desconsolada, lloro porque no sé qué es lo que debo hacer, lloro porque me duele saber que el padre de mi bebé es el mismo que me abandonó años atrás, el mismo que ahora me odia a morir, el mismo al que amo como nunca había amado a alguien.
Y es el mismo que juró destruirme tiempo atrás y que estoy segura de que esta vez no será la excepción, sobre todo después de lo que hice.
No sé cuánto tiempo pasa, tampoco sé en qué momento dejé de llorar, solo logro escuchar la voz de Sophia lejana, muy lejana. Me recuesta sobre mi cama, me arropa y se queda conmigo el resto de la noche.
No dice nada y lo agradezco, ahora solo quiero sentir que tengo a alguien al lado.
No logro dormir, hasta que a la mañana siguiente, alguien llama a la puerta. Sigo en una especie de trance y es Sophia quien se encarga de ir a ver de quién se trata.
