Darkness feel like home

42| The rescue

Los nervios y la ansiedad quieren tragarme viva. Muevo la pierna de arriba hacia abajo tan rápido que creo que soy capaz de tomar suficiente impulso para traspasar la cabina del jet.

Estamos a punto de aterrizar en Namibia, África, ejecutaremos la operación para rescatar a Démeter y a Gustav. Un mal sabor de boca aparece al recordar que solo podremos salvar a dos y no a tres como creíamos en un inicio. Ezequiel está muerto y no puedo ni imaginar el dolor que Georg sentirá al enterarse de que su hijo...

Sacudo la cabeza. No puedo pensar en eso ahora.

En la pista de aterrizaje nos espera una avioneta que nos llevará directo a la base militar en la que los tienen. Sophia llevará a Selene a un lugar seguro hasta que logremos rescatarlos.

Decidimos que lo mejor era llevarla con nosotros. Después de lo que sucedió con Levi, nos dimos cuenta que no estará segura si no la tenemos cerca. Solo Tom y yo seremos capaces de protegerla como solo nosotros podríamos hacerlo. Y esperamos que después de asesinar a Gregory y terminar con esta pesadilla, podamos disfrutar de la compañía del otro sin el temor de que esa sea la última vez, como ahora.

Me aferro al asiento cuando el jet toca tierra firme. El aterrizaje remueve todo mi interior, mi corazón empieza a latir con fuerza y cuando al fin se detiene, los hombres que vienen con nosotros se ponen de pie.

—Iremos por Démeter y por Gustav —anuncia Tom—. No quiero errores.

Todos asienten hacia él y empiezan alistarse, llevando maletas y armas consigo. Tomo una bocanada de aire y me dirijo a una de las habitaciones, encontrando a mi hija y a Sophia dentro. La primera se talla los ojos somnolienta y la segunda me sonríe.

Descubrir que seguía con vida luego del atentado que sufrió por culpa de Levi, fue un gran alivio para mí, ahora ella es lo más cercano que tengo a una amistad porque aunque no lo acepte abiertamente, la traición de Levi ha calado en lo profundo de mi ser, ha dejado un vacío doloroso y debo ignorar la tristeza para no derrumbarme.

—Cariño, te quedarás con Soph, ¿de acuerdo? —Selene medio despierta, medio dormida, asiente. Capper eleva la cabeza gruñendo a su lado, pero al ver que se trata de mí, se relaja—. Regresaré pronto. Ven a darme un beso.

Se levanta, estira los brazos y me planta un beso en la mejilla que me derrite el corazón. Sus ojos de colores me analizan mientras una hermosa sonrisa le adorna el rostro.

—Te amo, mami.

—¿Y a mí? —Tom ingresa también.

—¡Papi!

Río un poco al ver que se lanza directo a sus brazos. Su padre la abraza con fuerza, mi corazón se derrite de amor y me es imposible seguir negando lo obvio: Selene es la niña de papi, muere por él y él por ella, parecen estar hechos el uno para el otro.

Sophia se va anunciando que nos espera afuera, no sin antes darme una mirada que sé interpretar. Este parece ser el momento perfecto para decirle lo que tanto he querido confesar. Tom juega con Selene, ella ríe y me hace reír a mí también. Mis ojos se llenan de lágrimas y regreso al presente cuando sus ojos marrones se fijan en los míos.

—¿Qué sucede?

—Debo decirte algo.

Tom sujeta a Selene con un brazo y acuna una de mis mejillas en su mano, su pulgar acaricia mi piel y las mariposas asesinas de mi estómago revolotean como locas por su cercanía.

—¿Estás bien? —pregunta con el ceño fruncido—. Me preocupas.

—Estoy bien.

—¿Entonces?