31| Levi

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☾⭑ Recomiendo leer este cap con la canción en multimedia: Lips on you - Maroon 5 ⭑☽



[3 A.M]



Me siento sobre mi cama con una toalla enrollada en el cuerpo. Mi cabello húmedo cae por mi espalda y la sutil brisa que ingresa por la ventana me causa escalofríos.

Los recuerdos de lo que sucedió en el club me azotan uno tras otro. Las manos de Tom sobre Irina, sus labios sobre los de ella... El recuerdo de haberlos encontrado enredados entre las sábanas termina por destrozarme. Pero no lo es lo único que ronda por mi mente últimamente.

Levi también lo hace, como si mi subconsciente intentara decirme algo, algo que simplemente no logro entender. O que intento ignorar.

Aprieto los dientes cuando el fugaz recuerdo de Sophia y él riendo aparece en mi cabeza. Aquel sentimiento abrasador me descoloca. Y hoy al tener sus manos recorriendo mi cuerpo después de que haya corrido directo a mí, dispuesto a cubrirme con su cuerpo de Rudson, me confunde todavía más.

O solo soy yo empezando a perder la cabeza.

No sé qué demonios está sucediendo conmigo y lo cierto es que... por primera vez en mi vida no tengo miedo a descubrir de qué se trata.

—Misa —y como si lo hubiera llamado con el pensamiento, escucho su voz del otro lado de la puerta—. ¿Estás despierta?

Suspiro.

—Pasa.

La puerta se abre, no logro verlo bien. Cierra tras de sí y camina casi cojeando hacia mí. Bajo la mirada a su rodilla al mismo tiempo en que se sienta a mi lado. Elevo la mirada, encontrando rastros de sangre en la comisura de su labio y algunos raspones en su rostro.

Estuve tan concentrada en mis estúpidos conflictos internos que no me fijé si estaba herido o no.

—Traeré el botiquín.

Me apresuro a encontrarlo. Al hacerlo, regreso a mi lugar. Abro la caja de color blanco, humedezco un poco de algodón con alcohol y me siento cerca de él, sujetando su barbilla. Hace una mueca cuando coloco el algodón sobre su herida.

—No te muevas.

—Que mandona.

Río por lo bajo, limpiando los restos de sangre seca que tiene en el rostro. Su respiración cae en el dorso de mi mano, erizándome la piel. Trago saliva, concentrándome en hacer algo que cientos de veces he hecho, pero que esta noche por alguna razón, su cercanía hace que la saliva se me atasque en la garganta y el trabajo de respirar se vuelva difícil.

Elevo la mirada, descubriendo que él ya estaba mirándome.

Mierda.

Una oleada de nervios sube hasta llegar a mis manos, las cuales empiezan a temblar, pero logro disimularlo ejerciendo presión sobre los toques. Termino de limpiar con rapidez y aparto las manos de él. Sujeta una almohada, se arrastra por la sábana dándome espacio y la deposita tras su espalda.

—¿Cómo te sientes?

Confundida, con miles de emociones revoloteando en mi estómago.

—Agotada —decido contestar—. Hemos recorrido un camino muy largo para llegar hasta aquí.

—Sí... —se deja caer de espaldas hacia la cama con la cabeza sobre la almohada. Fija la mirada en el techo—. También estoy agotado.

Sujeto el nudo de mi toalla con fuerza. Me siento más expuesta de lo normal. Cuando vivíamos Selene, él y yo juntos, me paseé infinidad de veces con solo una toalla frente a sus ojos, pero ahora...

Darkness feel like homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora