Darkness feel like home

27| My type

☾⭑ Canción en multimedia: Save your tears - The Weeknd, Ariana Grande ⭑☽

[PASADO]

Hace casi dos meses...

Tokio, Japón

—¿Y quién demonios es ella?

—No tengo ni puta idea, pero será mejor que hagas algo respecto, Irina, porque esta humillación no puede quedar así. ¿O es que acaso estás de acuerdo con lo que me hizo, hermanita?

Elettra se deja caer sobre el asiento. Tiene el rostro magullado debido a los golpes y aun tiene algunos rastros de sangre seca.

Escuchar que una mujer desconocida llegó al Underground para golpear a su hermana y dejarla en ridículo frente a todos en su territorio no le ha hecho ni puta gracia.

Se vengará, por supuesto que lo hará.

—¿Tienes un plan en mente? —cuestiona Irina finalmente.

En realidad no le importa mucho esta situación. Planea enviar a sus hombres a resolverla. Tiene negocios pendientes y reuniones con socios importantes que no puede echar a perder.

Elettra sonríe al escucharla. Posiciona los antebrazos sobre el escritorio, dejando a un lado la bolsa de hielos para sus hematomas, y se inclina hacia ella.

—Claro que tengo un plan en mente. ¿Por quién me tomas?

—¿Cuál es? Habla rápido, Elettra, no tengo todo el maldito día.

Su hermana menor aprieta los dientes. Detesta cuando no le presta atención, cuando pasa de ella y prefiere perderse durante semanas cerrando negocios alrededor del mundo.

La detesta, pero al mismo tiempo la necesita. Aun no tiene la edad suficiente para manejar el negocio. Acaba de cumplir diecinueve.

—Escucha, esa mujer no estaba sola. Tenía un acompañante muy...

Deja las palabras en el aire, mientras saborea el recuerdo del mayor de los Kaulitz en su mente.

Maldición, quiere tener a ese hombre a como dé lugar y para eso, primero debe encargarse de la estúpida perra que tiene al lado.

—¿Muy qué? —cuestiona Irina.

—Muy... mi tipo.

La mujer eleva ambas cejas al escucharla.

—¿Tu tipo? —asiente—. ¿Y se puede saber cuál es su nombre?

—Por supuesto —sonríe de lado a lado, volviendo a recostar la espalda en el asiento—. Se llama Tom, Tom Kaulitz.

Oír ese nombre hace que Irina se estremezca. Hace mucho tiempo no sabía de él y escuchar que ahora se encuentra en Tokio, le causa curiosidad. Quiere saber el motivo. Debe ser algo muy importante, de otra forma no se habría arriesgado a volver a este lugar.

«¿Qué te trae de regreso aquí, Tom?», se pregunta.

Los ojos curiosos y calculadores de Elettra la analizan. Para ella nada pasa desapercibido, mucho menos esa sonrisita cargada de memorias que tiene marcada su hermana en el rostro.