Artemisa se queda dormida entre mis brazos con el calmante que autorizo a la doctora inyectarle. No ha parado de llorar desde que se enteró de que Démeter probablemente nunca vuelva a ser la misma después de lo que hicieron con ella en esa base militar, aunque eso no es noticia nueva.Tiene contusiones severas, lesiones y tantos huesos rotos que me sorprende que ninguno haya perforado algún órgano. Pasó tanto tiempo bajo torturas que cuando sus huesos sanaban, volvían a rompérselos y así sucesivamente. Aquel método de tortura lo conozco bien, pues es el mismo que utilizo yo.
Llevar a la víctima a su límite, dejarla en el limbo de la muerte, para luego permitir que sus heridas cicatricen y volver a abrirlas de una manera más dolorosa que la anterior.
Gregory Sallow fue quien me enseñó, es su huella. Y, por supuesto, aplicó su método de tortura en su propia hija.
No permití que Artemisa viera el registro médico. Suficiente tuvo con enterarse sobre la cuarta parte de la clase de torturas a las que fue sometida su hermana como para enterarse de que tuvo tantos abortos espontáneos como fueron posibles. De esto se enterará después, primero debe digerir lo que ya sabe.
La deposito sobre la cama de nuestra alcoba con suavidad, la cubro con una manta y me quedo con ella un par de horas velando su sueño. Y no es hasta que Sophia toca la puerta que me aparto de su lado.
—Selene quiere verlos.
Me aseguro de que el efecto del calmante sea suficiente hasta que amanezca antes de ir a ver a nuestra hija. Selene me recibe con los brazos abiertos y una sonrisa tan bella que me aprieta el pecho de solo imaginar que algo como lo que sucedió con Démeter pueda sucederle.
—¿Y mami? Quiero verla.
—Está durmiendo, cariño, pero yo estoy aquí. ¿No me has echado de menos?
—Sí, pero estoy muy enfadada contigo.
Su expresión cambia drásticamente. Se cruza de brazos y frunce el ceño, mientras yo intento buscar respuestas en Sophia.
—Yo mejor me voy —dice antes de huir como si le temiera a una niña de seis años.
Regreso la mirada al frente.
—¿Por qué estás molesta?
—Porque me dejas sola.
Una puñalada hubiera dolido menos que escuchar eso.
—Sel...
—No —me detiene señalando el sofá dentro de la habitación—. Tú y yo vamos a hablar. Siéntate.
Sus ojos parecen controlarme y antes de darme cuenta de lo que hago, me hallo a mí mismo sentado en donde me indicó.
—Yo...
Se calla de pronto al ver que el perro que tiene al lado está en posición de ataque. Me muestra los dientes, dispuesto a saltarme encima en cualquier momento. Lo entrenaron para despellejar a cualquiera cuando note molestia o incomodidad en Selene, como ahora.
—¡Sentado, Capper! —le ordena mi hija con voz firme y él obedece.
Intercambio miradas con el animal y parece compadecerme al notar que estamos en la misma situación.
Y es precisamente en ese instante en el que me doy cuenta que yo, Tom Kaulitz, líder de la mafia francesa, después de haber torturado a cientos y tener doblegados a miles, soy controlado por un ser que mide la cuarta parte que yo, pero que al mismo tiempo es el regalo más hermoso que la única mujer que he amado pudo haberme dado.
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Darkness feel like home
ФанфикLibro #2 [TERMINADO] Tom no esperaba que separarse de ella lo consumiera poco a poco. El odio es poderoso y el desamor... es letal. Juntos son una bomba de tiempo que echará a volar a todos a su alrededor. ¿Estarán dispuestos a correr ese riesgo? ¿...