Darkness feel like home

O6| I'm a monster

⚜︎ N A R R A D O R ⚜︎

—¡ABAJO! —ordena Tom, asomándose por las escaleras de metal. Eleva una granada y al instante su gemelo y Levi entienden lo que deben hacer—. ¡AHORA!

El mayor de ellos tiene buena puntería, así que le resulta sencillo arrojar las granadas justo en la puerta de entrada de la azotea. Un gran estruendo se escucha, dejando a todos los hombres de Hotch muertos sobre el suelo, mientras una gran niebla de polvo y suciedad se alza, rodeándolos.

—¡Bill! —exclama, terminando de subir las escaleras. Lo busca por todos lados, encontrándolo tras un contenedor vacío hecho de metal—. ¿Estás...?

—Cierra la boca —espeta de mala gana al tiempo en que se incorpora. Démeter se acerca a él, rodeando su torso con ambos brazos. Bill sonríe al verla, para luego depositar un suave beso sobre su frente—. Larguémonos de aquí —ordena, echándole un vistazo a Tom.

Está furioso, realmente furioso. No puede creer que tiene una sobrina y que además es la niña más hermosa que ha visto. Agradece que se parezca a Artemisa, no cree que hubiera sido una buena idea que se parezca a Tom, Bill cree que es él quien se llevó los buenos genes de la familia, mas no su gemelo, aunque sean copias casi idénticas.

—Artemisa y... —empieza a decir Levi al salir de su escondite—. ¿Ellas...?

—Están bien —le dice Tom, posicionándose en las escaleras para empezar a bajar—. Nos esperan en el aeropuerto.

—Hotch me las pagará —refunfuña Bill, liberando su móvil—. ¿Georg, en dónde demonios estás?

Georg y Amir aparecen cuando todos han terminado de bajar por las escaleras de metal. El mayor de los gemelos al verlo aprieta los puños y los dientes, sintiendo el deseo creciente en su interior de querer acabar con él. No entiende qué hace ese tipo con su gemelo, pero lo descubrirá pronto.

Tom los guía hacia la siguiente calle en la que una camioneta los espera. Se adentran y sin perder tiempo se ponen en marcha. Sus respiraciones agitadas y el revuelo de sus emociones se hacen presentes, llenos de preguntas y cosas que nunca pudieron decirse.

—¿Lo sabías? —pregunta Bill rompiendo el silencio. A su lado, su hermano le da un vistazo rápido y acelera.

—¿El qué?

—Sobre ella —De inmediato Tom comprende que habla sobre su hija, así que sujeta el volante con fuerza y niega con la cabeza.

Bill observa por sobre su hombro a quienes los acompañan. Decide que es mejor hablar con él en privado, por lo que el resto del camino hasta llegar al aeropuerto se mantiene en silencio. El jet los espera en una pista, listo para ellos. Todos descienden de la camioneta y caminan hacia el avión, exhaustos, con la cabeza apunto de explotarles.

Al ingresar, Tom se encuentra cara a cara con Artemisa, la cual tiene a su pequeña en brazos. Esta se encuentra dormida. Se ve tan angelical... Le parece mentira que él sea quien tuvo que ver, al menos un poco, en su creación. Después de todo, su madre es quien hizo todo el trabajo duro.

—Hay una habitación al fondo —les dice Bill—. Pueden usarla si necesitan privacidad.

El gemelo sabe que deben hablar, después de todo, saber que su hermano tiene una hija de cinco años no es para menos. El mayor de los Kaulitz le hace una seña a la peli negra, ella se pone de pie y camina hacia Levi, entregándole a la pequeña con cuidado. Artemisa toma una bocana de aire y decide seguir al de barba hasta llegar a la habitación, el primero de ellos cierra la puerta tras de sí, exhalando todo el aire que tenía retenido.