Libro 1 de la Saga Penumbra
En medio de sombras ancestrales y lealtades cruzadas, Aitana despierta en un laberinto de identidades entrelazadas. Criada por la oscuridad de dos mundos opuestos, se embarca en una danza mortal por ascender en un imperio...
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Releo toda la información y simplemente no la proceso «¿Me llamo Aitana Lennox?».
Visualizo a Sabrina que se encuentra pálida, por lo que no logra pronunciar palabra alguna.
Mis oídos se tapan y me quedo mirando un punto fijo, noto que Mía está hablando, pero no escucho nada, no escucho hasta que menciona esa palabra que de alguna manera me devuelve a la realidad.
—Secuestro...— Dice Mía y nota las lágrimas en los ojos de Sabrina.
Yo no logro pronunciar ninguna palabra, siento mi garganta seca.
—Repite todo— Es lo único que me sale, mi voz fue seca, me costó sacarlas.
—Repito, ustedes dos se llaman Aitana Lennox y Sabrina Wright— Dice pausadamente —Las dos son hijas menores de importantes personas en el mundo de la UEES, Aitana, tu eres hija de los ministros Scarlett Lennox y Leonard Lennox— Me dice mirándome a mi —Sabrina, tus padre fueron Catherine Wright, capitana y Victor Wright, capitán— Le dice y al decir fueron, entiendo las lágrimas que brotan de los ojos de Sabrina —Sus padres fueron amigos y murieron en un combate contra la mafia árabe— Logro visualizar como los ojos de Sabrina se oscurecen a un marrón casi negro, significando el odio que le tiene a lo que sospecho, la mafia Árabe «Compartimos el odio» —Al morir, quedaron huérfanos, una de las amigas de su madre, que es general hoy en día, decidió adoptarlos, tú y tus otros dos hermanos los protegían toda la UEES y los amigos de sus padres— Le dice —Incluyendo a los de Aitana.
Ella se pausa por un momento, Sabrina sigue en la misma posición que estaba y yo también.
—¿Me secuestraron el día que cumplía años Aitana?— Sabrina logra decir algo, noto su voz enojada por la respuesta a esa pregunta.
—Sí, por lo que pude investigar— Dice Mía tomando su computadora —La mafia árabe las secuestró en un atentado que hicieron, estaban muchos amigos e hijos de los padres de Aitana, celebrando en un restaurante tranquilo, el cumpleaños número ocho de su hija, pero la mafia árabe atentó contra ellos y las agarraron a ustedes— Dice pausadamente —Ustedes duraron un tiempo en ese lugar hasta que la UEES trató de hacer el rescate, cuando llegaron encontraron dos cuerpos iguales a los de ustedes dos, con eso las dieron por muertas— Nos mira a las dos —Ahora, no sé cómo terminaron en Estados Unidos.
Nos quedamos en un silencio profundo.
—Tenemos que ir a verlos— Dice Sabrina.
—No— Niego con la cabeza a lo que dice.
—¿Cómo qué no?— Dice Sabrina mirándome.
—Ellos creen que estamos muertas, es mejor dejarlo así.
—¡¿ESTÁS DE JODA?!— Me dice y la ignoro, me intento ir ya que me siento asfixiada.
