Aterrizamos en New York, se supone que duraríamos unos días más acá pero mister amargado, o sea Christian, le picó en los huevos regresarse dos días después.
Tomo mis cosas y con lentes puestos, resueno mis botas en los pisos de mármol del aeropuerto privado.
Los hombres de la organización me bajan la mirada con respeto y yo me monto en mi McClaren arrancando a velocidad.
Manejo con prisa hasta el apartamento y veo la llamada en la pantalla de parte de Elaine.
Cuelgo la llamada, «Después le marco».
Subí al piso del apartamento y en silencio, ya que ni la rubia o castaña llegaron, subo a mi habitación.
Me deshago de mi ropa quedando totalmente desnuda. Me veo en el espejo y es notable la admiración hacia mi misma.
Con toda la arrogancia del mundo, puedo confirmar que mi cuerpo es perfecto, es de las medidas de 90, 60 y 90, que cualquier mujer quisiera.
Me hago un moño y siento que soy la mujer más sexy de todo este santo mundo, me muerdo mis labios rojos haciendo una sonrisa pícara y me volteo para dirigirme a la bañera.
Preparo el agua para un baño relajante y al rato, luego de echarle las sales y atemorizantes requeridos, traer una copa de vino, me meto en la bañera con burbujas.
Siento que mi cuerpo se relaja automáticamente y tomo sorbos del vino.
Me olvido de todo el estrés de las últimas semanas y me pierdo entre las horas dentro de la bañera.
Me siento en la cama con un albornoz y con mi computadora, hago unos trabajos requeridos en la universidad, decido cambiarme y así bajar a comer algo.
Me llega la notificación de un mensaje, releo por encima y veo que viene del grupo de Ladys.
Grupo: Ladys
Sabrina: El señor Walker nos requiere en la mansión.
Mía: ¿Y eso?
Sabrina: No tengo ni idea, dijo que era urgente.
Ruedo los ojos, «Llegamos hoy, puta madre».
De mala gana, me paro de mi preciosa cama extrañándola automáticamente «Volveré por ti».
Me visto con mi ropa negra ajustada, y unas botas altas ceñidas al cuerpo.
Me bajo y cuando estoy bajando las escaleras, siento un fuerte dolor en el pecho, me paro en seco y me toco éste.
Respiro profundo varias veces para apaciguar el dolor, y sigo mi camino ignorando que podría ser una señal.
Es la mañana, tengo el horario completamente malo por los cambios de horarios.
Me subo a mi McLaren y conduzco con tranquilidad no propia de mi.
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Sombras & Secretos
Hành độngLibro 1 de la Saga Penumbra En medio de sombras ancestrales y lealtades cruzadas, Aitana despierta en un laberinto de identidades entrelazadas. Criada por la oscuridad de dos mundos opuestos, se embarca en una danza mortal por ascender en un imperio...