Eres Tú ~ Juan Pablo Villamil

·Capitulo 15: Ganas

Juan Pablo Villamil

Estaba junto a mis padres en una pequeña fila en el lugar donde se haría el festejo. Habían unos porteros que revisaban las invitaciones y respecto a eso dejaban pasar.

Llegó nuestro turno para ingresar, al llegar, el local estaba muy bonito, habian decoraciones de flores  y tulipanes rosas por la mayoría del lugar, tenía color suaves, rosa, lila, dorado claro, y blanco.

Había una mesa reservada, directamente el papel del centro decia: "Familia Villamil Cortés".

Luego de esperar algunos minutos, ya estaban casi todas las mesas llenas, una o dos faltaban pero ya estábamos todos preparados de recibir a la quinceañera.

En un momento, llega un hombre vestido muy formal, supongo que era el maestro de ceremonias.

–Muy buenas tardes queridas familias, amigos, conocidos que estamos hoy reunidos —empezo hablando– en esta tarde todos estamos por una misma razón, por el cariño y aprecio que le tenemos a una chica excepcional, Abril Isaza –mi cuerpo se estremecía con solo escuchar su nombre– que un día como hoy llegó al mundo junto a su hermano Juan Pablo, he tenido la oportunidad de verlos desde muy pequeños, y déjenme decirles que son hermosas personas, así que hoy, recibimos con fuertes aplausos a la familia Isaza Piñeros.

Comenzó a sonar una música clásica para la entrada de la familia, y ahí vi a todos, sus padres, sus hermanos.
Pero mi atención se centró en ella, tan hermosa como nunca, ¿Era posible que tanta belleza entre en una sola persona? Pues si lo era, esa persona se llamaba Abril Isaza.

Me encantaba todo de ella.

Mi corazón palpitaba fuertemente, ese era el efecto que causaba en mí. Para mis ojos era perfecta, un ángel enviado directo del cielo, la quería, y demasiado.

Es muy especial y afortunado el que pueda tenerla cerca, podía nombrar sus virtudes, pero nunca terminaría, jamás.

Ella se me había clavado en la mente y el corazón, era una bala perdida imposible de olvidar, de esas que a pesar que sanes, queda una cicatriz.

Me metí en un tipo de trance hipnótico mientras la observaba, podía empezar a salivar en cualquier momento.

Cuando salí, empecé a aplaudir como loco, las palmas me iban a quedar rojas, pero no me importaba, de alguna forma tenía que expresar la felicidad que no me entraba en el pecho.

Cuando terminamos de aplaudir, le entregaron el micrófono a la cumpleañera.

–Este... –titubeó y río nerviosa– pues primero que todo, buenas tardes, familia, amigas, amigos –de un momento a otro me miró a mí y los dos sonreímos espontáneamente– compañeros, a todo el público en general, que en realidad no son muchos, pero valoro que estén acá celebrando aquí conmigo, gracias por todo su cariño para mi y para mi hermano Juan Pablo –lo agarró del brazo y lo posicionó a su lado– que los dos, mellizos, hijos de un mismo padre y madre, bueno pues, llegamos para hacerle su vida más feliz –rieron los dos– y nada, solo era eso, disfruten mucho la fiesta –vitoreo y aplaudió a lo que todos la seguimos (me incluyo)–.

Cuando terminaron de hablar, los chambelanes nos acercamos porque íbamos a aperturar el evento con una coreografía junto a Abril.

–Buenas tardes, bella dama –bromeó mi amigo de gafas– que bonita estás, Abi.

–Muchas gracias, Moncho –lo abrazó, no voy a negar que me consumieron un poco los celos en ese momento.

–Ya, mucho empalague –comenté algo, pero solo ALGO celoso.

–¿Celoso, Villa? –preguntó Alejo algo confundido.

–No tendría que estarlo –respondió Isaza con simpleza.