Julia Álvarez
Esperaba a Abril en la puerta del colegio, ¿ahora dónde se había metido?
No me contestaba el teléfono, la había buscado ya en el salón de música pero no había rastro de ella.
Decidí ir a los baños, eso me había faltado de revisar, tal vez ahí se encontraba.
Entré y había un solo cubículo ocupado, dirijo la mirada abajo para ver su mochila en el suelo. Le toqué suavemente la puerta y escuché un sollozo del otro lado.
—¿Abril...? ¿Estás ahí? —pregunté preocupada—.
De golpe se abrió la puerta y la ví, con los ojos rojos y una mirada apagada.
Parecía que me la habían cambiado, no era ella.
Su único reflejo fue abrazarme, muy fuerte, dejando caer sus lágrimas en mi hombro.
—Ey... Estoy aquí, tranquila —acaricié su cabeza— ¿qué ha pasado? —.
—Ella se alejó de mí y empezó a titubear, pero raramente también se escuchaba firme en su interior— ya todo acabó —.
—¿A qué te refieres? —.
—Villamil... —al pronunciar su nombre sus ojos se volvieron a apagar—.
—Ese hijo de puta —mencione sin pelos en la lengua— ven —la dirigí al lavador para limpiarle la cara, me trajo recuerdos del día en el que se le rompió el corazón por primera vez—.
Ese chico me iba a escuchar.
Cuando terminé de lavarla, dije que me esperará en las bancas, mientras se relajaba, yo fui a buscar a Juan Pablo, rogaba porque no se hubiera ido.
A lo lejos, lo ví solo, con una mirada perdida, Abi tenía razón, su expresión era difícil de descifrar.
—¡Oiga, usted! —lo señalé acelerando mi paso hacía él, me volteo su mirada, igual de apagada que la de mi amiga, por un momento me dió pena—.
—¿Necesitas algo? Me tengo que ir —dijo evadiendo cualquier tema que le estaba por decir, que en realidad, no era cualquier cosa—.
—Lo lamento, pero me tienes que escuchar —empece— ¿quién carajos te crees para romper a mi amiga? —levante la voz, para que mis palabras se le grabarán bien en su mente de avestruz—.
—¿Quieres saber cómo está ahora? —pregunté con ironía— destrozada, triste, apagada, solo porque tú y tu puta indecisión la tenían atada en un hilo, en una encrucijada —agregué con rabia— si dices que tanto la quieres, ¿por qué mierda no dejaste a tu “novia” y a ella si le otorgabas ese nombre? —.
—¿Me dejas hablar? —susurro—.
—No, vine a que me escuches, no para dejarte hablar. Lo único que quiero que sepas, es que si te vuelves a meter con Abril, vas a ver como te va, no te vas a lib-... —.
—Ey, ey, ¿quiubo? ¿Por qué pelean? —me interrumpió Simón acercándose a paso acelerado—.
—Nada, que te diga tu amigo, y después ve a ver a tu otra amiga —añadí— así que ya escuchaste Juan Pablo, no te le acerques, porque ahí si se te arma con Mariana, Isaza, conmigo y con todos, ¿oíste? —lo amenace con una mirada fulminante, lo último que susurré fue un “idiota" hacia él, para después dar media vuelta e irme—.
Ojalá que mis palabras hayan servido de algo.
Juan Pablo Villamil
Lo que faltaba, un sermón que me merecía totalmente, pero ya me daba igual.
—¿ME QUIERE EXPLICAR QUE PASA AQUÍ? —preguntó Simon a mi lado casi dejándome sordo—.
—Ya no existe nada entre Abril y yo —.
—¿Cómo asi? Contexto pues —.
—La cagamos, los dos... —murmuré— ella habló mal de mí y yo solo... terminé de hundir el Titanic —.
—Espere, ¿cómo que habló mal de usted? —.
—Me contaron que hablaba mierda de mí y... ahora... estoy muy confundido —.
—¿Y usted cómo mierda piensa que Abril puede hablar así de usted? —.
—No creo que la persona que me haya contado esto me esté mintiendo —dije respecto a Mariana, que hasta el momento se mantenía anónimo—.
—Pero quién le puede decir eso, debe de ser muy importante para que usted crea que Abril diga eso —suspiro— no me entra en la cabeza que tú pudiste dudar de ella, si ella lo quiere —lo menos que quería era saberlo— definitivamente no la conoce —.
—Hoy, le dije que no la había terminado de conocer y que por eso no me enteré de su “hipocresia", y ahí ella arrasó con todo —.
—Puta madre Villamil, no lo reconozco, ¿Quién le está metiendo tanta mierda en la cabeza? —preguntó firme—.
—Eso no importa —trate de desviar su incógnita—.
—Juan Pablo, ¿es Mariana quién le está diciendo eso...? —.
Me quedé estático, pensando que responder, ya no había forma de ignorar su pregunta.
Ahora sí, me metí en problemas.
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Eres Tú ~ Juan Pablo Villamil
FanfictionAlguna vez se habrán preguntado, ¿cómo se siente tener que destruirte a ti misma por estar con la persona que te rompe y te sana a la vez? Abril Isaza lo sabe muy bien, ella es melliza de uno de los mejores amigos de Juan Pablo Villamil, con el cual...