Eres Tú ~ Juan Pablo Villamil

·Capítulo 3: Aprender a quererte

Abril Isaza

-Bueno, como ya terminé esto, a arreglarme para ver a Julia -.

Le envié un mensaje para ver a qué hora venía.

Julia Álvarez

A que hora viene?
En media, ¿le parece?
De una, la espero
Dale
Leído a las 4 pm.

Di un vuelco en la cama, tenia cinco minutos para bañarme, cambiarme y arreglarme.

Rápidamente me metí a la ducha, reflexioné lo que había pasado hoy.

Era una cosa de locos.

Al final, él ya estaba ocupado y era un "amor" imposible.

Salí, me puse lo más rápido que pude un short de jean, un top negro y unos tenis blancos cómodos.

Volví a revisar aquel pequeño celular, eran ya las cuatro y media.

Justo alguien tocó mi puerta.

-Abril -me llamó María- ¿puedo pasar? -.

María era como una segunda madre, desde que tengo uso de razón me cuidó a mí y a Juan Pablo y, ahora lo estaba haciendo con Susana.

-Claro, pasa -la ví ingresar a mi cuarto-.

-Abajo está la señorita Julia esperándola -la rubia no era ni un segundo impuntual-.

-Ya bajo Mari -ella asintió en silencio con una sonrisa y salió sin más-.

Bajé las escaleras y la ví en la sala sola, mi hermano y Villa se encontraban en el balcón del tercer piso, seguramente componiendo.

-¿Cómo te va? -preguntó July-.

-Le tengo que contar -.

-¿Qué pasó? -.

-Tiene un casi algo -empecé, me había dolido decir eso y sentí un hormigueo en la garganta- se llama Mariana y parece que también gusta de él -.

-Ay, lo siento amiga -su rostro mostraba lástima, tomó mis manos con las suyas- pero se tiene que hacer algo, ¿por qué no se acerca a él? -.

-Tiene razón, me dí cuenta que me veía mucho e hicimos contacto varias veces y, ¿las miradas no se cruzan por casualidad, verdad? -.

-Obvio no, presiento que si te puede hacer caso, si te lo propones claro -.

-Dudé un poco al principio- bueno va, ¿me ayuda? -.

De verdad me gustaba mucho, necesitaba conocerlo. Y si no tengo ninguna oportunidad, quisiera entablar una amistad con él.

Juan Pablo Villamil

Estaba con Isaza componiendo una nueva canción, necesitaba descargar lo que sentía en mi pasión: la música.

-Entonces empezamos con el acorde de sol y luego do, ¿le parece? -dije mientras tocaba la guitarra-.

-Listo -asintió mi amigo siguiendome con otro instrumento igual, lamentablemente no pude llevar mi banjo a su casa, pero no podía retrasarme con esta composición-.

-Tengo una idea -expresé, se me ocurrió la letra de la canción, algo que me pasaba por la cabeza ahora mismo-.

-Hable -dejó de tocar para escucharme-.

-Oite esta, cuando te ví -tarareé- sentí algo raro por dentro -extendí la última palabra- una mezcla de miedo con... -me quedé pensando- de miedo con locura -completé la frase, era exactamente lo que me pasó con ella- y tu mirada -recordé sus bonitos ojos mieles- me juró que si te pierdo, habré perdido la más grande fortuna -lo último no era verdad, porque ni la tenía, no sabía nada de ella, entonces...- no se nada de tu historia, ni de tu... -volví a pensar- filosofía... - seguí tarareando la melodía que inventé, ya que me quedé sin ideas.