·Capitulo 11: Presentimiento

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Mariana Mendoza

Estaba con mis amigas, Paulina y Azucena, hablando en clase ya que el profesor se fue un momento.

Aunque Abril me había dicho lo que pasó ayer, seguía sintiendo una inquietud, presentía que no me había dicho la verdad.

—Oigan, hablé con la hermana de Isaza —confesé—.

—¿Y para que o que? —preguntó Azu, con tono de sorpresa y despecto—.

—Quería saber porque estaba llorando cuando Villa me pidió ser su novia, ¿la vieron? —.

—Ah, si, me dí cuenta pero ella se fue muy rápido —comentó mi amiga—.

Inmediatamente cuando mencioné ese tema, Paulina se empezó a poner inquieta, no sabía porque.

—Me dijo que había pasado un mal día y cuando fue a la salida, pues se acordó y se pusó a llorar, ¿no es raro? —expliqué, no me daba buena espina—.

—Pues no se amiga, es muy raro, y como por ahí dicen, cuando río suena, es porque piedras trae —dijo Azucena, tenía algo de razón, se me ocurrió una idea—.

Paulina, la más chismosa, no emitía ninguna palabra.

—¿Pau? ¿Por qué no hablas? —interrogué—.

—Perdón, solo estaba pensando en otra cosa, la verdad si es extraño—.

Algo tenía, pero fingí que no me daba por enterada.

—Voy a preguntarle a Villa, seguro él sabe algún dato —hablé con algo de nervios, temia que mis presentimientos sean reales—.

—Mejor amiga, investiga, la tal Abril esconde algo, hazme caso. —añadió mi amiga, por primera vez, le iba a hacer caso—.

Abril Isaza

(...)

—¿Aló? ¿Qué paso Pau? —pregunté algo preocupada, ella jamás usaba su celular en el colegio, si no fuera por emergencia—.

—¿Donde estás? —.

—Ya para irme, ¿por? —.

—Tenemos que hablar. Mariana sospecha algo y le va a preguntar a Villamil —soltó de pronto—.

—¿Qué? —exclamé con sorpresa— nos vemos en la salida —de una colgué—.

¿Es en serio? Al parecer mi mentira no sonó tan creíble, sino Mariana no tuviera dudas. Si algo es seguro, no se puede enterar de nada, pobre Villamil si le decía la verdad.

Llegué al gran portón de la salida en un abrir y cerrar de ojos, mi agitación era tal que la adrenalina me hacía hacer las cosas más rápido.

Mientras esperaba me senté en una banca, intenté regular mi respiración, necesitaba relajarme, para eso, puse algo de música, mis audífonos reproducían las canciones de Michael Jackson y Taylor Swift.

Luego, vi a Paulina venir hacia mí, con un poco de inquietud como yo.

—Llegué tan rápido como pude —comentó agitada, parece que se pusó a correr para venir— ahora si, te tengo que contar —asentí y se sentó a mi lado— escucha, ella de la nada sacó el tema de que habló contigo, entonces nos contó a mi y a otra amiga que se le hacía raro tu relato —al parecer no se mentir— y luego decidió preguntarle a Villamil cuando se vuelvan a ver —.

—¡Dios, solo estas cosas me pasan a mí! Ella no se debe enterar, eso ya va a estar enterrado —dije con molestia, se me iba a hacer una úlcera en el estómago—.

Eres Tú ~ Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora