·Capitulo 9: ¿La invito?

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No había escapatoria, no podía irme y tampoco tenía el valor para voltear y enfrentarlo, simplemente no podía.

Sentí una persona a mi lado y volteé la cara rápidamente para no verlo, ya sabía de quién se trataba.

—No me evada, por favor —.

Lentamente giré un poco la cabeza a su costado, me topé con sus ojos verdes oscuro mirándome, como solo él lo sabía hacer.

—Perdón, pero no te puedo ni mirar —lo único que me salió decirle—.

—A veces siento que fue un error haberle dicho eso aquella noche... —susurró—.

Me quedé muda frente a sus palabras, tenia razón, si no me hubiera hablado de eso, si no me hubiera besado, probablemente seguiría siendo un amor platónico y quedaba ahí, pero no, aumentó mis expectativas y ya no había marcha atrás.

—Pero de algo sirvió, ¿no? —.

—¿A qué te refieres? —.

—Que al menos me hiciste caso en irte con ella, y me alegra por ti, sé que se gustan mucho y por eso ahora son novios —mis palabras se rompían cada vez más— pero si te voy a decir, no me busques nunca más —si yo no ponía distancia, él no lo iba a hacer, aunque me partiera el alma— dedica tu corazón a tiempo completo a ella, que solo exista ella, y olvida que yo alguna vez existía en tu vida —no aguanté más y una lágrima cayó por mi rostro, él solo me observaba compasivo—.

—Por favor, aléjate de mí, ignorame y reemplazame, haz de cuenta que no existo y que esto se acabó —hice un ademán con las manos haciendo una x, al pronunciar la última palabra mi voz se quebró y empecé a llorar más intensamente, su rostro tenia una mezcla de dolor por mis palabras, arrepentimiento y sobre todo, pena—.

Su único reflejo fue abrazarme fuerte, yo no tenía fuerzas para recibirlo, me quedé estática frente a su accionar, sin saber lo que sentía y un sentimiento de culpa y enojo hacia mi misma.

—Perdón —susurró en mi oreja— perdóname mi pequeña, yo tengo la culpa, yo me confundí, yo las tengo a las dos en mi corazón, y no lo puedo evitar —.

—Pero puedes evitar que una sufra —añadí— ya no hay vuelta atrás, así que lo mejor es estar lejos —.

—Pero, yo.. —lo interrumpí y me alejé de él—.

—Tú nada, ya tomaste una decisión y ya no puedes atrasar el tiempo Villamil, te pido que no me busques ni nada, ya no más —terminé y salí rápido de ahi, bajé las escaleras y me encerré en el cuarto—.

Estaba al borde de un ataque de ansiedad, pero intenté calmarme y me senté en la cama, seguía llorando fuertemente pero en silencio, nadie podía enterarse de esto.

Me metí entre las sábanas y poco a poco me estabilice, sin dejar de sollozar, me quedé dormida.

(...)

—Alguien no la pasó bien anoche —insinuó Julia—.

—Es que no la pasé bien, le tuve que mentir a mis papás que me quedé estudiando y por eso tengo sueño—.

Le conté lo que había pasado con Villamil y se quedó muda, más no con la boca cerrada, me miraba con gran asombro.

—Wow, él de verdad no se rinde, a pesar que ya anda de novio —.

Pues que se rinda y que me oculté en un lugar vago de su mente, yo también lo voy a hacer —.

—Te apoyo amiga —manifestó la rubia— cambiando de tema, ¿te ayudó a terminar de dar las invitaciones de tus quince? —.

—Por favor —exclamé— en el descanso las damos, ¿va? —.

—Dale —asintió—.

La clase pasó algo rápida, estaba entretenida después de todo, hizo que me despeje la mente un rato, como dicen: mente ocupada, no sobrepiensa.

Sonó el timbre de receso y bajé con unos cuantos papeles, como dije, iba a invitar solo a mi gente.

July me ayudó con varios, pero llegó el momento de darle la invitación a Villamil.

—¿Se la doy yo o tú? —preguntó mi amiga—.

—¿También la invito? —pregunté de vuelta—.

—Creo que si, la verdad no la considero mala persona —comentó ella—.

En realidad tampoco me parecía mala, en lo absoluto, al contrario, lo poco que la ví sentía que tenia buen corazón, ahora entiendo porque Villa se enamoró de ella.

—Bueno, yo soy la quinceañera, yo se las doy, dame dos —le dije y me dió dos bonitas invitaciones color dorado, el color que había elegido para la decoración—.

Julia me palmeó el hombro en señal de apoyo y fui lentamente buscando a los dos, seguro estaban juntos, y tenía razón.

Hablaban a solas bien tranquilos, a Juan Pablo se le veía sereno y enamorado sobre todo, me aguanté y me dirigí a ellos.

—Hola —saludé con los nervios de punta, cuando él volteó se pusó color gasparin, me miró incrédulo ya que estaba al frente de su novia, seguro se esperaba lo peor—.

—Hola —saludó Mariana amablemente— ¿necesitas algo? —dijo con un tono de verdad que te hacía sentir cómoda, cada vez confirmaba que no era la persona que imaginé—.

—Ah, si —retomé el tema —los invito a mi cumpleaños, aquí tienen toda la información si pueden ir, les agradecería mucho su presencia—.

Villa iba a hablar, pero su novia lo interrumpió.

—Claro, allí estaremos, ¿verdad Villa? —al terminar, le plantó un pico en los labios, auch, eso sí me dolió—.

—Sí... —balbuceó como pudo—.

—Bueno, los espero allí, los dejo —sin más me dí media vuelta para irme, cuando escucho una voz atrás mío—.

—¡Abril, espera! —era voz femenina, volteé y era la pelinegra, me miraba con curiosidad— una pregunta —asentí dándole permiso— ¿por qué estabas llorando cuando Villa me pidió ser su novia? —.

—¡Abril, espera! —era voz femenina, volteé y era la pelinegra, me miraba con curiosidad— una pregunta —asentí dándole permiso— ¿por qué estabas llorando cuando Villa me pidió ser su novia? —

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Aquí tienen el cap del jueves, corto, lo sé, pero siento que es de relleno y ponerle suspenso.

¿Qué tal? ¿Les gustó?

Mañana viernes haré todo lo posible para subir los 3 caps seguidos cada 20 min.

Nos vemos mañanaa 🤍.

Los quiere 💗.

DomeLu.

Eres Tú ~ Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora