·Capitulo 24: Viernes

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(...)

Abril Isaza

Ya pasaron una semana, 7 días.

Y, para ser honesta, todo parecía mejorar. Tenía nuevos amigos, mi aspecto físico mejoró notoriamente, y en eso del amor propio, estaba en proceso.

Ahora, el tema es Villamil, todo sigue igual, aunque cada mirada accidental era un infierno, pero los dos sabíamos que ninguno iba a regresar.

A veces me sigo preguntando quién le metió tanta basura en la cabeza, quién lo envenenó en contra mía, pero ya le trataba de restar importancia, al parecer a él tampoco le importaba.

Pero seguía doliendo.

Jugaba con mi lápiz mientras intentaba crear un poema para literatura, nada me salía, o probablemente sí, pero todo este tiempo comprimí mis sentimientos que ya ninguno salía a la luz.

Ni siquiera para un maldito poema de desamor.

—Ya terminé —avisó Julia viniendo a mi asiento— ¿tú? —.

—Nada... —renegué y suspiré pesadamente—.

—A ver, calma, pronto sacarás la idea, eres muy creativa —se alejó volviendo a su sitio—.

—Muchas gracias por el apoyo, amiga —dije en modo sarcástico—.

Volví a pensar en opciones de frases muy profundas y entristecedoras, digo, no es que alguien lo vaya leer.

O eso creía yo.

Hace una semana, no volteaba hacia atrás, ya que ahí se encontraba los lunes, miércoles y viernes. Y si tenía que ir por x motivo, evitaba totalmente contacto.

Y hoy, era viernes.

Viernes

Así se llamaría el texto.

Empecé a escribir, poco a poco las ideas volvían a fluir. Luego de algunos minutos, terminé de escribir, recargue mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos.

—Al parecer ya te fluyó la imaginación —me asusté y salté en mi silla abriendo mis ojos de golpe— perdón, perdón —suplico—.

—Pues si, ahora solo falta que el profesor me revise y ya —.

—¿Y de qué trata? —preguntó curiosa—.

—De desamor, soy experta en eso —hablé con humor negro, por supuesto—.

—Somos twins perfectas, yo hice de amor —dijo mirando a la nada, seguro imaginándose a mi hermano—.

Llegó el profesor con unos exámenes por revisar. Los dejó en su escritorio y se pusó al frente para hablar.

—Bueno, alumnos. Ahora, con su poema creado a preferencia, lo van a recitar acá al frente y después les reviso, recuerden que es una buena oportunidad para mejorar su nota y entrar a un concurso de poesía del colegio, ahora, pasaremos por orden de lista —.

Como siempre, iba a pasar vergüenza.

¿Por qué el universo siempre estaba en mi contra?

—Abril Isaza —para mi mala suerte (era posible aumentarse?), no había otro compañero el cuál su nombre comience con A, solo Azucena, pero hoy había faltado— pase al frente —habló seco el profesor—.

Carraspeé levemente y me levanté agarrando mi cuaderno con las letras escritas, pasé al inicio del salón y recuperé mi compostura para empezar a hablar, bajo todas las miradas de mis compañeros sobre mí.

Eres Tú ~ Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora