Capitulo 5

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Salí de la ducha, envuelto en una toalla alrededor de la cadera, y me dirigí a mi habitación para vestirme con ropa casual pero cómoda. Estaba un poco cansado de no poder disfrutar de la comodidad de la ropa durante más tiempo, ya que ser piloto de Fórmula 1 implicaba estar constantemente vestido de manera adecuada para las carreras y los eventos relacionados. Sin embargo, al menos durante ese momento en casa, aprovecharía para ponerme algo más relajado y cómodo.

Al escuchar la puerta de la casa abrirse y cerrarse, me di cuenta de que Kelly había llegado, así que bajé con una sonrisa para recibirla. Sin embargo, me sorprendió verla super amargada y con una ropa bastante reveladora, lo que me hizo sospechar que tal vez había estado con otro hombre. Aunque me invadió la incertidumbre y la preocupación, decidí no decir nada por el momento, prefiriendo abordar el tema más tarde cuando estuviéramos libres del trabajo. En lugar de eso, la saludé con cordialidad y esperé a ver cómo se desarrollaba la situación.

—Hola, mi vida—.dije con una sonrisa suave mientras me acercaba a Kelly. Aunque me preocupaba su estado de ánimo y su apariencia, decidí no abordar el tema de inmediato, prefiriendo esperar a que ella estuviera lista para hablar. Por el momento, quería hacerle saber que estaba allí para ella y que me preocupaba su bienestar.

Al abrazar a Kelly, noté que ella no respondía de la manera habitual. Apenas me sonrió y luego apartó mis manos de su cadera con un movimiento brusco. Esta reacción me tomó por sorpresa y me hizo sentir incómodo y preocupado. Me detuve por un momento, tratando de entender qué podría estar pasando por su mente. Decidí no presionarla en ese momento y en su lugar, le di un espacio para que pudiera compartir lo que quisiera cuando se sintiera lista.

"Es muy raro que seas amoroso, pero bueno, me iré a bañar. Nos vemos luego", dijo Kelly, dándome un beso pequeño en los labios antes de subir a la habitación. Su comentario me dejó perplejo, pero decidí no profundizar en ello en ese momento. En su lugar, asentí con una leve sonrisa y le deseé que tuviera una buena ducha. Observé cómo subía las escaleras y me pregunté qué podría estar pasando en su mente. Decidí darle espacio y tiempo para ella misma, confiando en que eventualmente hablaríamos sobre lo que sea que la estuviera molestando.

Me sentí abrumado por una mezcla de tristeza y culpa al ver a Kelly tan distante. La sensación de que tal vez fuera mi culpa por no prestarle suficiente atención me invadió, pesando en mi conciencia. Me preguntaba una y otra vez por qué estaría enojada conmigo, especialmente cuando siempre había mostrado mi amor y afecto hacia ella de manera sincera.

Me resultaba difícil entender cómo algo tan fundamental para mi como demostrarle mi amor podía no ser suficiente para mantenerla cerca. La duda y la confusión me consumían mientras intentaba encontrar una explicación a su comportamiento. Me atormentaba la idea de haber fallado de alguna manera en mi relación, y ansiaba desesperadamente comprender qué más podría hacer para recuperar su cercanía.

Con un suspiro de frustración, alcé mi teléfono móvil y me dirigí hacia la puerta para salir. Sabía que estaba llegando tarde y que Christian probablemente se quejaría de mi tardanza una vez más. Salí de la casa y me dirigí hacia el coche, sintiendo la urgencia de llegar al paddock lo antes posible. Al sentarme en el asiento del conductor, encendí el motor y me dispuse a conducir hacia mi destino, lamentando la posibilidad de enfrentar la reprimenda de Christian por mi falta de puntualidad.

Al entrar en el paddock, noté que Christian aún no estaba allí, ni tampoco había nadie más a la vista. En ese momento, una sensación de alivio y cierta tonta preocupación me invadió. Me sentí un poco estúpido por haberme preocupado tanto por llegar tarde, dado que aparentemente no era tan crucial como pensaba.

Después de salir del paddock, tomé un momento para observar a mi alrededor, buscando alguna cara conocida entre la multitud. Fue entonces cuando mi mirada se posó en mi mejor amigo, Carlos, quien estaba de pie en el paddock de Ferrari. Una sonrisa se extendió por mi rostro al reconocerlo entre la multitud. Sin dudarlo, decidí caminar hacia él, sintiendo la alegría de tener la oportunidad de compartir un momento con alguien tan cercano. Aunque ambos estábamos solos en ese momento, sabía que la compañía de Carlos haría que mi día fuera mucho más agradable.

Meant to be [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora