Después de una larga e íntima conversación en la suite, Checo y yo decidimos salir juntos a explorar Las Vegas. Mientras caminábamos por los bulliciosos pasillos del hotel, aprovechaba cualquier oportunidad para bromear con él sobre la noche anterior. Me divertía recordarle lo sorprendido que me había dejado su lado sumiso y cómo había anhelado más y más de mí, incluso dándome indicaciones sobre cómo aumentar el ritmo de mis caderas.
Cada vez que hacía referencia a esos momentos llenos de pasión y deseo, Checo respondía con un simple pero afectuoso "Cállate, Emilian". Aunque sus palabras tenían un matiz de reprimenda, su tono y su mirada estaban impregnados de amor y complicidad. Era evidente que disfrutaba de nuestras travesuras pasadas tanto como yo, y que nuestro vínculo seguía siendo tan fuerte como siempre, incluso en medio de nuestras bromas juguetonas.
Salimos del hotel y nos adentramos en las bulliciosas calles de Las Vegas, iluminadas por la deslumbrante luz de los letreros y neones que adornaban los edificios. Mientras paseábamos, también nos topábamos con fans emocionados que deseaban tomarse una foto con nosotros. Nos deteníamos con amabilidad para cumplir con sus solicitudes, disfrutando de cada encuentro y compartiendo sonrisas y momentos especiales con quienes nos admiraban. Aceptábamos cada gesto con gusto, conscientes del cariño y apoyo de nuestros seguidores.
Finalmente, llegamos a "The Neon Museum", un lugar fascinante lleno de luces brillantes y estructuras impresionantes. El museo era un espectáculo para los sentidos, con una variedad de exhibiciones que celebraban la rica historia y la vibrante cultura de Las Vegas. Nos sumergimos en la maravilla de las luces parpadeantes y las esculturas brillantes, maravillados por la creatividad y el ingenio detrás de cada obra. Era un lugar verdaderamente hermoso y único, y nos sentimos agradecidos de poder explorarlo juntos, compartiendo momentos de asombro y admiración en cada rincón del museo.
En los rincones más apartados y tranquilos del museo, encontrábamos la oportunidad perfecta para expresar nuestro amor con besos en los labios. Después de haber explorado cada parte del cuerpo de Checo la noche anterior, desde la cabeza hasta los pies, me sentía increíblemente cómodo y en paz al compartir este gesto de cariño más íntimo en público. Era como si nuestros cuerpos ya se conocieran a la perfección, y cada beso en los labios era simplemente una extensión natural de esa intimidad compartida.
Sin embargo, ambos éramos conscientes de la importancia de mantener la discreción y la privacidad en lugares públicos. A pesar de nuestro deseo mutuo, entendíamos la necesidad de ser cuidadosos y respetar las normas sociales. Cada beso compartido estaba impregnado de amor y complicidad, pero también llevaba consigo una sensación de cautela y responsabilidad. A pesar de las limitaciones externas, nuestro amor seguía siendo tan fuerte y apasionado como siempre, floreciendo incluso en los momentos más discretos y cuidadosos.
—Oye Checo, la noche anterior...¿Significó algo para ti?—. Tomando la mano de Checo con suavidad, sentí un rubor cálido que inundaba mis mejillas mientras formulaba la pregunta con cuidado.
No quería que Checo pensara que nuestra conexión se limitaba a una única noche de pasión, porque para mí, esa noche había sido mucho más que eso. No se trataba solo de sexo; era sobre la conexión profunda y la intimidad compartida que habíamos experimentado juntos, una experiencia que deseaba atesorar y recordar por siempre.
Quería asegurarme de que Checo comprendiera la importancia de esa noche para mí y que entendiera que nuestros lazos no se limitaban a un breve encuentro. Era sobre cultivar una conexión duradera y significativa, una que esperaba continuar explorando y fortaleciendo juntos en el futuro.
—Porque para mí significó mucho, Checo—. comencé, buscando su mirada con determinación.—Ayer me di cuenta de muchas cosas. Cada instante en el que nuestros cuerpos se rozaban, cada caricia, cada beso... me hizo darme cuenta de que he estado tratando mal a alguien que debería ser lo más importante en mi vida. Y contigo, Sergio, he encontrado algo que nunca experimenté antes. Me he dado cuenta de que estoy enamorado de ti. Te amo más de lo que puedas imaginar. Me haces sentir cosas que nunca sentí con Kelly, y quiero explorar esta conexión contigo, quiero estar contigo.
Mis palabras fluían con sinceridad y vulnerabilidad, revelando la profundidad de mis sentimientos hacia Checo y mi deseo genuino de construir una relación significativa y auténtica con él.
La mirada sorprendida de Checo me dejó momentáneamente sin aliento, sin saber cómo continuar después de haberle confesado mis sentimientos con tanta intensidad. Sin embargo, antes de que pudiera encontrar las palabras adecuadas, vi cómo sus ojos brillaban con emoción mientras miraba a su alrededor, como si buscara algo. Entonces, sin previo aviso, unió sus labios con los míos en un beso tierno y apasionado.
Fue un momento mágico, un encuentro de dos almas que se encontraban y se entendían sin necesidad de palabras. Sentí su amor y su aceptación en cada roce de sus labios contra los míos, y supe en ese instante que estábamos conectados de una manera profunda y significativa. Todo lo que necesitábamos decir estaba expresado en ese beso, en ese intercambio de emociones y complicidad que nos unía aún más.
El beso fue el inicio de algo nuevo y hermoso entre nosotros, un símbolo de la promesa de un futuro juntos, lleno de amor y felicidad. Nos abrazamos con ternura después del beso, sabiendo que habíamos dado un paso importante hacia adelante en nuestra relación, y que juntos podríamos enfrentar cualquier desafío que se presentara en nuestro camino.
—Pero Max.. si tu padre se da cuenta te va a matar y aparte, sigues con Kelly—. Las palabras de Checo resonaron en mi mente, y supe que tenía razón. Mi padre nunca aceptaría que estuviera en una relación con otro hombre. Aunque la situación con Kelly no me preocupaba demasiado, ya que sabía que nuestra relación carecía de amor mutuo, el pensamiento de enfrentarme a la desaprobación y la posible presión de mi padre me llenaba de temor.
La idea de que mi padre pudiera obligarme a estar con Kelly por razones que él considerara adecuadas me aterraba. Sentía un nudo en el estómago al pensar en tener que enfrentarme a su rechazo y a las expectativas sociales que él podía tener para mí. Era una situación difícil, una encrucijada entre seguir mi corazón y enfrentar las posibles consecuencias, o conformarme con lo que se esperaba de mí y sacrificar mi propia felicidad.
En ese momento, me sentí atrapado entre el deseo de seguir mi corazón y el miedo a las repercusiones de desafiar las normas y expectativas sociales. Sabía que debía tomar una decisión valiente y sincera, pero también era consciente de los desafíos y obstáculos que enfrentaría en el camino hacia mi propia felicidad.
—¿Tu me amas,no?—. Con la voz cargada de emoción, formulé la pregunta que había estado pesando en mi corazón.
Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras acariciaba con ternura el rostro de Checo, buscando desesperadamente una confirmación de sus sentimientos hacia mí. Su respuesta fue sencilla pero significativa: asintió con tristeza y una sonrisa triste se dibujó en sus labios al ver mis lágrimas.
A pesar de la tristeza que se reflejaba en sus ojos, su gesto afirmativo me llenó de un sentimiento de alivio y consuelo. Saber que él también me amaba, a pesar de las dificultades que enfrentábamos, me brindaba fuerza y esperanza para seguir adelante. A pesar de las lágrimas que rodaban por mis mejillas, sentí un rayo de luz en medio de la oscuridad, un recordatorio de que nuestro amor era real y significativo, y que juntos podríamos superar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino.
—Entonces todo va a estar bien, lo prometo...—. Con un susurro suave y cargado de afecto, me dirigí a Checo antes de inclinarme para depositar un beso en su frente.
Fue un gesto de cariño y consuelo, una manera de expresarle mi amor y gratitud por estar a mi lado en esos momentos difíciles. A través de ese beso, quería transmitirle que estaríamos juntos, apoyándonos mutuamente en cada paso del camino, enfrentando juntos los desafíos que se nos presentaran. Era un momento de intimidad compartida, un momento en el que nuestras palabras se volvían innecesarias y nuestros corazones hablaban el uno al otro con la simpleza y la profundidad de un gesto de amor sincero.
No pago terapias porque estoy en n bancarrota 😭
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Meant to be [Chestappen]
FanfictionMax odiaba a su compañero de equipo, Sergio Perez con todo su ser, simplemente no lo podia soportar. Pero lo que Max no se esperaba era que el mexicano era la persona indicada para él. Estaban destinados a estar juntos. Fanfic Pareja principal: Che...