Meant to be [Chestappen]

Capitulo 29

En el bonito momento con Checo, no me di cuenta de que los demás también estaban entrando en la sala. Nos separamos rápidamente, y yo me senté en el sofá tratando de aparentar normalidad, como si nada hubiera pasado. Checo, por su parte, fingió interés en las decoraciones de una estantería en la cabaña.

A pesar de que entre nosotros existía una conexión especial y profunda, delante de los demás pilotos aún manteníamos esa fachada de rivalidad. Era una realidad inevitable en nuestro mundo, donde competíamos en la pista y llevábamos la rivalidad incluso fuera de ella.

Aunque preferiría poder expresar abiertamente mi afecto por Checo, comprendía la importancia de mantener las apariencias frente a nuestros colegas. Sin embargo, en lo más profundo de mi corazón, sabía que nuestra relación era mucho más que una simple rivalidad deportiva, y estaba dispuesto a proteger ese vínculo especial a cualquier costo.

La escena en la que Lance se acercó a Checo y lo abrazó con entusiasmo me llenó de un sentimiento contradictorio. Por un lado, sabía perfectamente que antes de que Checo y yo fuéramos compañeros de equipo, él estaba en Aston Martin con Lance, y que compartían una bonita amistad. Sin embargo, no pude evitar sentir cómo los celos se apoderaban de mí al ver cómo Lance acariciaba la espalda de Checo y él respondía con una sonrisa suave.

A pesar de mis esfuerzos por contener mis emociones, el resentimiento y la inseguridad comenzaron a crecer dentro de mí, alimentados por la sensación de amenaza que sentía ante la relación pasada entre Checo y Lance. Aunque sabía que era irracional permitir que los celos me dominaran, no podía evitar sentirme vulnerable ante la posibilidad de perder a Checo o de ser reemplazado por alguien más en su vida.

Traté de mantener una expresión neutral en mi rostro, pero por dentro me consumía la incertidumbre y la ansiedad. En ese momento, luchaba por encontrar la calma y la confianza en nuestra relación, mientras observaba cómo Checo compartía un momento de camaradería con su antiguo amigo.

Entendía perfectamente que Checo siempre fuera amable con todo el mundo, era parte de su naturaleza compasiva y bondadosa. Incluso cuando yo solía ser un maldito tonto con él y lo trataba mal, él siempre respondía con amabilidad y comprensión. Esa era una de las muchas razones por las que lo admiraba y amaba profundamente.

Sin embargo, lo que no me cuadraba del todo bien era la relación entre Lance y Checo. Recordaba los rumores que circulaban hace unos años en el paddock, insinuando que Lance estaba enamorado de Checo. Aunque en su momento había tratado de ignorar esos chismes, ahora me resultaba difícil no dejar que influyeran en mi percepción de la amistad entre ellos.

Me sentía atrapado en un torbellino de emociones confusas: celos, inseguridad y resentimiento se mezclaban en mi interior, nublando mi juicio y oscureciendo mi capacidad para confiar plenamente en Checo y en nuestra relación. En el fondo, deseaba poder superar mis propias inseguridades y encontrar la paz en mi corazón, pero sabía que eso requeriría un esfuerzo consciente y un compromiso con la confianza y la comunicación abierta con Checo.

Sacudí mi cabeza con determinación, rechazando esos pensamientos de inseguridad y celos. Sabía que no debía permitir que tales emociones nublaran mi mente. Checo me amaba y yo lo amaba a él. Nuestra conexión era sólida y verdadera, y estaba seguro de que nada ni nadie podría romperla.

Sentí un atisbo de orgullo al pensar que Lance no había logrado conquistar a Checo. Me sentía como el puto amo, como si hubiera ganado en una batalla por el amor de Checo. Pero al mismo tiempo, reconocía que esos sentimientos de superioridad eran egoístas y poco nobles.

A pesar de ello, una parte de mí se regocijaba por Lance. Sentía que se lo merecía por su actitud hacia mí en el pasado. No podía evitar sentir una especie de satisfacción al pensar que él había perdido en esta ocasión.