Encerrado en el baño del hotel, me encontraba sumido en un mar de lágrimas y recuerdos dolorosos que parecían emerger de las profundidades de mi mente. Mi corazón palpitaba con un dolor abrumador mientras revivía escenas de mi infancia y adolescencia, momentos que preferiría olvidar pero que seguían atormentándome.
Recordaba vívidamente los días en que mi padre me trataba con dureza, no solo con palabras hirientes, sino también con golpes físicos. Cada paliza dejaba su marca en mi piel y en mi espíritu, recordándome mi supuesta insignificancia y mi falta de valía a sus ojos. Su favoritismo hacia mi hermana solo exacerbaba mi sensación de abandono y desamparo, sintiéndome constantemente eclipsado y menospreciado en comparación con ella.
Las palabras de mi padre resonaban en mi mente con una claridad escalofriante, como si estuvieran grabadas a fuego en mi memoria. "No serás nada con ese puto ego que siempre llevas contigo", su voz retumbaba en mis oídos, repitiendo el mismo mensaje desgarrador que había escuchado tantas veces antes.
Y ahora, en medio de mi dolor y confusión, Checo, mi enemigo declarado, había pronunciado las mismas palabras, como un eco doloroso de las críticas de mi padre. El impacto de sus palabras se sumaba a la herida abierta en mi corazón, reavivando viejas inseguridades y temores que creía haber superado.
En ese baño solitario, rodeado por el eco de mis propios sollozos, me sentí atrapado en un torbellino de emociones contradictorias. La tristeza, la ira y la desesperación se mezclaban en un remolino caótico, mientras luchaba por encontrar una salida de la oscuridad emocional en la que me encontraba.
El peso del dolor y la desesperanza se sentía abrumador, como una carga demasiado pesada para mi corazón ya herido. Las palabras de aliento que me repetía a mí mismo parecían desvanecerse en el vacío mientras me encontraba sumergido en la profundidad de mi propio sufrimiento.
A pesar de mis esfuerzos por mantener la fe en un futuro mejor, la realidad implacable me recordaba una y otra vez que el mundo no siempre era justo ni compasivo. Las personas en las que confiaba, esperando encontrar amor y apoyo, a menudo terminaban infligiendo más dolor del que creía posible.
El recuerdo de mi niñez, marcada por la falta de amor y atención de mis padres, se agitaba dentro de mí como una herida que nunca había sanado por completo. Siempre fui el olvidado, el niño que anhelaba desesperadamente el amor y la aceptación que parecían reservados exclusivamente para mi hermana.
En lo más profundo de mi ser, seguía siendo aquel niño herido, anhelando el amor y la protección que nunca recibió. A pesar de mis esfuerzos por crecer y sanar, esa parte vulnerable de mí seguía clamando por el consuelo y la seguridad que nunca llegaron.
La sensación de estar solo en medio de mi dolor me envolvía como una manta fría, y me preguntaba si alguna vez encontraría la paz y la felicidad que tanto anhelaba. Era difícil seguir creyendo en un futuro mejor cuando el peso del pasado y el presente se sentía tan abrumador. Pero en algún lugar dentro de mí, aún ardía una pequeña chispa de esperanza, lista para iluminar mi camino cuando estuviera listo para encontrarla.
La puerta se abrió de repente, interrumpiendo mi solitario momento de dolor en el baño del hotel. La sorpresa se reflejó en el rostro de Charles al encontrarme allí, con los ojos enrojecidos y las lágrimas aún rastreando por mis mejillas. A pesar de mi intento de ocultar mi angustia, era evidente que no había pasado desapercibida.
El silencio pesado se instaló entre nosotros mientras nos mirábamos mutuamente, cada uno procesando la situación de manera diferente. Me sentí expuesto y vulnerable, incapaz de ocultar mi sufrimiento ante la mirada de Charles.
Aunque su reacción inicial fue de sorpresa, rápidamente dio paso a una expresión de preocupación y compasión. Pude ver cómo sus ojos se suavizaban mientras se acercaba lentamente hacia mí, como si quisiera ofrecer consuelo pero sin invadir mi espacio personal.
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Meant to be [Chestappen]
FanfictionMax odiaba a su compañero de equipo, Sergio Perez con todo su ser, simplemente no lo podia soportar. Pero lo que Max no se esperaba era que el mexicano era la persona indicada para él. Estaban destinados a estar juntos. Fanfic Pareja principal: Che...