Decidimos tomar el vuelo hacia Baku antes de lo previsto, aunque aún quedaban dos semanas para la siguiente carrera. Esta vez, la decisión fue mía, ya que ansiaba pasar tiempo a solas con Checo y sabía que Las Vegas no era el lugar adecuado para ello, dadas las miradas indiscretas y las posibles sospechas de los demás.
La idea de viajar antes nos brindaba la oportunidad de disfrutar de la compañía del otro sin preocupaciones ni distracciones. Además, Baku ofrecía un escenario más íntimo y tranquilo para nosotros dos, donde podríamos profundizar nuestra conexión y explorar más a fondo nuestros sentimientos mutuos.
Mientras nos preparábamos para el vuelo, sentía una sensación de emoción mezclada con un toque de nerviosismo. Estaba ansioso por el tiempo que pasaríamos juntos en Baku, lejos de las miradas curiosas y las expectativas de los demás, donde podríamos ser simplemente nosotros mismos y dejarnos llevar por la magia de nuestro amor compartido.
Mientras aguardaba la llegada de Checo en el aeropuerto, reflexionaba sobre el cambio notable que había experimentado mi personalidad desde el inicio de nuestra relación. Sin embargo, ese cambio no fue repentino ni inmediato; más bien, fue un proceso gradual que se inició desde el momento en que el odio se transformó en amor y desde que reconocí la verdadera bondad y generosidad de Checo.
Antes de enamorarme de él, había una sombra de resentimiento y amargura que me acompañaba. Pero a medida que nuestra relación se desarrollaba y profundizaba, esas emociones negativas se desvanecieron gradualmente, dejando espacio para un amor sincero y una profunda apreciación por la persona que Checo era en realidad.
Descubrir su verdadera naturaleza, su bondad y su generosidad, me llevó a reevaluar mis propias actitudes y perspectivas sobre la vida. Me di cuenta de lo mucho que me había perdido al juzgarlo de manera injusta y cómo su presencia había enriquecido mi vida de formas que nunca había imaginado.
Ahora, mientras esperaba su llegada para embarcarnos juntos en mi jet privado hacia nuestro próximo destino, me sentía lleno de gratitud y emoción por lo que el futuro nos deparaba. Había aprendido mucho de Checo y de nuestra relación, y estaba ansioso por seguir creciendo y aprendiendo a su lado mientras explorábamos juntos lo que el destino tenía preparado para nosotros.
Al ver llegar a Checo con su hijo en brazos, una cálida sonrisa iluminó mi rostro y me apresuré hacia ellos para ofrecer mi ayuda. Con delicadeza, tomé a Lucas en mis brazos mientras Checo me entregaba una de sus maletas. El pequeño Lucas me miró con ojos curiosos y, al instante, su rostro se iluminó con una sonrisa. En ese momento, sentí cómo mi corazón se derretía ante su inocencia y ternura.
Caminamos juntos hacia el jet privado, con Lucas agarrando mi mano con confianza mientras nos dirigíamos hacia la aeronave. Cada paso que dábamos juntos fortalecía el vínculo entre nosotros, y me sentí agradecido de poder compartir este momento especial con Checo y su hijo.
Mientras abordábamos el avión, no pude evitar sentir una sensación de plenitud y felicidad. Sabía que este viaje sería una oportunidad para crear recuerdos inolvidables juntos, una aventura que fortalecería aún más nuestros lazos como familia. Estaba emocionado por lo que el futuro nos deparaba y agradecido por la oportunidad de compartirlo con las personas que más quería en el mundo.
Aunque nuestra relación con Checo apenas había comenzado hace un día, ya podía vislumbrar un futuro lleno de posibilidades emocionantes. La idea de convertirme en el padrastro de Lucas y formar una familia con Checo me llenaba de una profunda felicidad y emoción. A pesar de la rapidez con la que todo estaba sucediendo, sentía en lo más profundo de mi ser que estábamos destinados a estar juntos y a construir una vida llena de amor y felicidad.
La idea de formar una familia con Checo y Lucas me parecía increíblemente hermosa y reconfortante. Imaginaba los momentos felices que compartiríamos juntos, las risas, las aventuras y el amor que nos uniría como familia. Estaba dispuesto a dar lo mejor de mí para ser un buen padrastro para Lucas y apoyar a Checo en su papel de padre.
Con voz suave y preocupada, me senté junto a Checo y tomé su mano con delicadeza. Quería asegurarme de que se encontrara bien y ofrecerle mi apoyo en caso de que estuviera atravesando algún problema o sintiéndose mal.
—¿Te encuentras bien?—. pregunté con ternura, buscando su mirada para transmitirle mi preocupación genuina. Estaba listo para escucharlo y estar a su lado en cualquier situación que estuviera enfrentando. Nuestra conexión era importante para mí, y quería asegurarme de que estuviéramos allí el uno para el otro en los momentos difíciles.
—Si, estoy bien, no te preocupes.
Al escuchar la respuesta tranquilizadora de Checo, una sonrisa de alivio se dibujó en mi rostro. Sentí cómo la tensión se disipaba mientras él descansaba su cabeza en mi hombro, y no pude evitar devolverle la sonrisa.
Observé a nuestro alrededor y vi a Lucas jugando felizmente con sus juguetes, lo cual me llenó de alegría. Era reconfortante verlo tan contento y disfrutando del momento.
Sin poder contener la felicidad que me embargaba, me incliné hacia Checo y deposité un beso suave en sus labios. La ternura y el amor fluían entre nosotros, y su respuesta inmediata solo intensificó la conexión que compartíamos.
El beso fue un gesto de cariño y complicidad, un recordatorio de nuestro vínculo especial y del amor que nos unía. En ese momento, sentí que éramos una familia, unidos por el amor y la felicidad que compartíamos.
El mensaje repentino de Kelly interrumpió el momento de intimidad y felicidad que compartía con Checo, dejándome aturdido y lleno de temor. Una oleada de emociones contradictorias me invadió, mientras luchaba por procesar lo que acababa de leer.
El miedo se apoderó de mí, paralizándome ante la perspectiva de enfrentarme a una situación complicada y dolorosa. Sabía que tenía que enfrentar la verdad y tomar decisiones difíciles, pero el miedo a lastimar a Kelly y enfrentar las consecuencias de mis acciones me abrumaba.
En medio del silencio tenso que siguió al mensaje, me sentí atrapado en un dilema emocional, dividido entre el deseo de seguir mi corazón y el deber de enfrentar las consecuencias de mis decisiones. En ese momento, me di cuenta de que debía ser honesto con Checo sobre mi situación y enfrentar las implicaciones de mis acciones, aunque no sabía cómo hacerlo ni qué consecuencias podrían surgir.
TUVIMOS PODIO DE CHESTAPPEN‼️‼️
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Meant to be [Chestappen]
FanfictionMax odiaba a su compañero de equipo, Sergio Perez con todo su ser, simplemente no lo podia soportar. Pero lo que Max no se esperaba era que el mexicano era la persona indicada para él. Estaban destinados a estar juntos. Fanfic Pareja principal: Che...