Capitulo 28

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Después de una despedida apresurada y llena de tensiones, me adentré en mi suite con el corazón aún latiendo con fuerza por el encuentro con Checo. Quería despedirme de él con un gesto de cariño, un beso que expresara todo lo que estaba sintiendo en ese momento, pero la presencia de Carlos, Charles y Lucas me lo impidió. Me contuve, sintiendo un nudo en la garganta por no poder expresar lo que realmente deseaba.

Al entrar en la suite, el ambiente era diferente. Kelly estaba sentada en el sillón, sumida en la pantalla de su teléfono, ajena a mi llegada. Su presencia me trajo de vuelta a la realidad, recordándome las complejidades de nuestra relación y las responsabilidades que venían con ella. Al levantar la mirada y notar mi presencia, se acercó y me dio un beso en los labios, pero esta vez, no sentí la misma conexión que solía sentir. La chispa había desaparecido, reemplazada por una sensación de vacío y confusión.

—¿Dónde habías estado Maxie?—. El gesto cariñoso de Kelly me tomó por sorpresa, especialmente porque no era algo común en nuestra relación. Sus besos en mi rostro parecían un intento de acercarse a mí, de recuperar la conexión que habíamos perdido. Sin embargo, por más que lo intentara, mi corazón ya no le pertenecía.

Sus intentos de seducirme con sus encantos no surtían efecto, porque mi corazón estaba completamente entregado a Checo. Solo él tenía el poder de sacarme una sonrisa genuina, de despertar en mí una pasión verdadera y profunda. A pesar de los gestos cariñosos de Kelly, mi mente y mi corazón seguían anclados en el amor que compartía con Checo, incapaces de ser seducidos por nada más.

—Pasé la noche con Carlos y con Charles jugando a videojuegos.— Con una sonrisa incómoda en los labios, me alejé de Kelly y me dirigí al baño en busca de un momento de
privacidad.

Después de haber pasado la noche con Checo, mi ropa estaba impregnada con su aroma, y quería evitar que Kelly lo notara. Al encerrarme en el baño, escuché las palabras de Kelly pero decidí dejarlas de lado por el momento.

Frente al espejo, me observé a mí mismo con un rubor en las mejillas, consciente de la sonrisa tonta que
adornaba mi rostro. Mis ojos se posaron en mi camisa, impregnada con el perfume de Checo, y una mezcla de emociones me invadió.

Con un suspiro de complicidad, abracé la camisa con cariño, permitiendo que el aroma de Checo me envolviera por completo. Era como si estuviera abrazando un pedacito de él, recordando cada instante compartido y cada gesto de amor. Me sentí como un adolescente enamorado, disfrutando de la sensación reconfortante de tener
algo que me recordara a él, incluso cuando no estaba presente.

Aunque sabía lo absurdo que podía parecer, no pude evitar sonreír ante la sensación de felicidad y plenitud que me invadía, sintiéndome afortunado por haber encontrado a alguien que despertara tantas emociones dentro de mí.

—Ay Max, pareces un tonto—. Con una risa contenida, me permití hacer ese comentario mientras me adentraba en la ducha, dejando que el agua caliente me envolviera y relajara mis músculos. Había sido inevitable notar cómo Checo había transformado mi vida por completo.

La versión gruñona, fría y seria de mí mismo había dado paso a alguien más cálido y amable, gracias al amor y la influencia positiva de Checo. Era increíble darse cuenta de cómo el verdadero amor tenía el poder de cambiar a las personas, de suavizar las asperezas y de iluminar incluso los rincones más oscuros del corazón.

Mientras el agua caía sobre mí, reflexionaba sobre la dicha que había encontrado junto a Checo, agradecido por haber tenido la oportunidad de experimentar un amor tan profundo y transformador. Estaba claro que había sido un cambio para mejor, y me sentía bendecido por ello.

Después de ducharme, decidí vestirme dentro del baño para evitar sentirme incómodo al cambiarme delante de Kelly. Al salir, la encontré viendo la televisión y su sonrisa me indicó que me acercara. A pesar de sentirme algo incómodo, me senté a su lado mientras me secaba el pelo con la toalla, procurando no demostrar mi incomodidad.

Meant to be [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora