Meant to be [Chestappen]

Capitulo 26

Con una ternura palpable en su voz, Checo sugirió que sería mejor que entráramos a su suite para poder hablar y pasar tiempo a solas, ahora que todo estaba bien entre nosotros. Asentí con una sonrisa, sintiendo un alivio profundo al saber que finalmente estábamos juntos de nuevo, con el peso de la preocupación levantado de nuestros hombros.

Seguí a Checo a su suite, con el corazón latiendo con renovada esperanza por lo que el futuro podría traer para nosotros. Cada paso que dábamos juntos parecía un paso hacia adelante hacia una nueva etapa de nuestra relación, una marcada por la comprensión mutua, el perdón y el amor inquebrantable.

Una vez dentro, nos sentamos juntos en el sofá, rodeados por la calidez reconfortante de la habitación. Había una sensación de paz en el aire, como si el universo mismo estuviera celebrando nuestro reencuentro. Y mientras compartíamos nuestras experiencias y nuestros sentimientos, el vínculo entre nosotros solo se fortalecía, creando un lazo indestructible que nos unía más allá del tiempo y el espacio.

En ese momento, el pasado se desvaneció en el olvido mientras nos sumergíamos en el presente, disfrutando cada momento que teníamos juntos como si fuera un regalo preciado. Y en la intimidad de esa habitación, encontramos la promesa de un futuro brillante, lleno de posibilidades y amor compartido.

Observé a Checo levantarse con gracia y dirigirse hacia la mini cocina de su suite, sintiendo una oleada de admiración por su presencia serena y reconfortante. Con una sonrisa tonta jugueteando en mis labios, me recosté suavemente en el sofá, abrazando mis rodillas con una mezcla de emoción y ternura.

Mis ojos seguían cada movimiento de Checo, como si no pudiera apartar la mirada de su figura encantadora. Cada gesto, cada sonido que provenía de él, solo aumentaba mi fascinación y mi atracción hacia él. Podía sentir un leve rubor en mis mejillas mientras me perdía en el hechizo de su presencia, sintiendo la calidez de su amor envolviéndome como una manta reconfortante en una noche fría.

Quizás parecía un loco enamorado, pero no podía negar la verdad de mis sentimientos. Estaba completamente cautivado por Checo, cada fibra de mi ser vibraba con el deseo de estar cerca de él, de sentir su toque, de perderme en su mirada profunda y reconfortante. En ese momento, en medio de la tranquilidad de la suite, me sentí agradecido por el regalo de su amor, y prometí no darlo por sentado nunca más.

Sentí un estremecimiento recorrer el cuerpo de Checo cuando lo abracé por detrás, uniéndolo al mío en un gesto de intimidad y cariño. Mi corazón latía con fuerza mientras bajaba suavemente mi rostro hacia su cuello, sintiendo el suave contacto de sus labios con su piel.

El susurro de un jadeo escapó de los labios de Checo, enviando un cosquilleo de emoción por mi columna vertebral. Su cuerpo tembló ligeramente bajo mi contacto, y su reacción solo avivó el fuego ardiente que ardía dentro de mí.

Con delicadeza, mis labios exploraron su cuello, dejando besos suaves y tiernos en su piel mientras mis brazos lo mantenían cerca de mí. Cada beso era una promesa silenciosa de amor y devoción, una expresión de gratitud por tenerlo a mi lado una vez más.

En ese momento, en el santuario de nuestra intimidad compartida, el mundo exterior desapareció, dejándonos a nosotros dos inmersos en nuestra propia burbuja de afecto y pasión.

Después de esa noche con Checo, mi deseo por él se intensificó de una
manera que nunca antes había experimentado. No era simplemente un impulso físico, sino un anhelo profundo de estar cerca de él en todos los sentidos. Cada vez que estaba a su lado, sentía una compulsión irresistible de tocarlo, de sentir su piel contra la mía, pero sabía que este deseo iba más allá de lo físico.

Amaba cada aspecto de Checo, desde su sonrisa que iluminaba mi día hasta las pequeñas pecas salpicadas en su rostro que lo hacían aún más encantador. Incluso la forma en que hablaba, con esa mezcla única de ternura y determinación, me cautivaba por completo. Todo en él me atraía de una manera que nunca había experimentado antes.