Meant to be [Chestappen]

Capitulo 15

El día de la carrera finalmente había llegado, y había estado esperándolo con ansias durante mucho tiempo. Las luces de Las Vegas brillaban intensamente, iluminando las carreteras con destellos de colores vibrantes que creaban un espectáculo deslumbrante. El ambiente estaba cargado de emoción y anticipación mientras el bullicio de la multitud llenaba el aire.

Las voces de los aficionados resonaban en mis oídos, gritando mi nombre y el de otros pilotos con entusiasmo y apoyo. Era un recordatorio palpable del fervor y la pasión que rodeaban a este emocionante evento. Mientras me preparaba para la carrera, sentía una mezcla de nerviosismo y emoción, consciente del desafío que me esperaba en la pista pero también lleno de determinación y energía.

El ambiente en Las Vegas era eléctrico, y me sentía vivo y listo para enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en mi camino hacia la victoria. Con el rugido de los motores y el clamor de la multitud como fondo, me sumergí en el momento presente, listo para darlo todo en la carrera y dejarlo todo en la pista.

Desde nuestro encuentro con Checo la semana pasada, todo ha sido un torbellino de emociones y confusión. No hemos vuelto a hablar, y la tensión entre nosotros parece haber creado un abismo de silencio incómodo que ninguno de los dos parece capaz de superar. A pesar de todo, no puedo sacarlo de mi cabeza. Cada vez que intento pensar en otra cosa, su rostro, sus gestos, todo vuelve a mí con una claridad asombrosa, como si estuviera atrapado en un bucle interminable de recuerdos y emociones.

Me encuentro en una encrucijada emocional, luchando por entender lo que realmente siento por Checo. Una parte de mí sabe la respuesta, pero me asusta enfrentarla. ¿Podría ser posible que mis sentimientos hacia él vayan más allá del odio y la animosidad que he sentido durante tanto tiempo? ¿Podría ser que haya una conexión más profunda entre nosotros, una que he estado ignorando o negando durante demasiado tiempo?

Es una idea aterradora pero también liberadora. Aceptar que podría sentir algo por Checo más allá del resentimiento y la hostilidad abriría una puerta a lo desconocido, una puerta que no estoy seguro de estar listo para cruzar. Pero al mismo tiempo, el hecho de no poder sacarlo de mi mente es una señal de que algo está cambiando dentro de mí, y estoy empezando a preguntarme si debería explorar esos sentimientos más a fondo.

Me encuentro atrapado en un laberinto de emociones contradictorias, sin saber qué camino tomar. ¿Debería enfrentar la verdad sobre mis sentimientos hacia Checo, o debería seguir ignorándolos en un intento de mantener la ilusión de que todo sigue igual? Es una pregunta que me persigue constantemente, y no estoy seguro de tener una respuesta clara en este momento. Pero una cosa es segura: algo ha cambiado entre Checo y yo, y no puedo seguir ignorándolo por mucho más tiempo.

El día de la carrera finalmente había llegado, y me encontraba en el auto, listo para enfrentar el desafío que se extendía frente a mí. Había conseguido la pole position una vez más, colocándome en la posición privilegiada en la parrilla de salida. Sin embargo, esta vez, Checo estaba justo al lado mío en el pole 2, lo que agregaba una capa adicional de tensión a la situación.

Mientras esperaba el inicio de la carrera, suspiré profundamente, consciente de la importancia de este momento. Sabía que tenía una responsabilidad no solo conmigo mismo, sino también con mi padre y con todos aquellos que habían depositado su confianza en mí. Ganar esta carrera significaba más que solo la gloria en el circuito; era una demostración de mi habilidad y determinación, una forma de honrar el legado de mi familia y de demostrar que podía superar cualquier obstáculo que se interpusiera en mi camino.

Concentré mi mente en la tarea que tenía por delante, bloqueando cualquier distracción o pensamiento que pudiera interponerse en mi camino hacia la victoria. Sabía que no sería fácil, especialmente con Checo a mi lado, pero estaba decidido a dar lo mejor de mí y a luchar hasta el final.