Con delicadeza y ternura, me acerqué a Checo, buscando calmar el tormento que lo embargaba. Mis labios rozaron suavemente su nariz, trazando un sendero de afecto en su piel. Cada contacto era como una caricia que intentaba disipar la nube de tristeza que oscurecía su semblante.
Luego, deposité besos ligeros en sus mejillas, sintiendo la suavidad de su piel bajo mis labios. Cada beso era un gesto de complicidad, un intento de transmitirle que estaba allí para él, dispuesto a compartir su carga y a ser su apoyo incondicional en medio de la tormenta.
Continué ascendiendo con mis muestras de cariño, plantando dulces besos en su frente. Cada uno de ellos era una promesa silenciosa de mi arrepentimiento, un intento de aliviar su dolor con gestos de amor. Quería que sintiera que no estaba solo, que juntos podríamos superar cualquier adversidad que se interpusiera en nuestro camino.
Finalmente, mis labios encontraron los suyos, sellando nuestro vínculo con una serie de suaves y reconfortantes besos. Cada roce era una expresión de afecto, un recordatorio de mi deseo de estar a su lado y hacer las paces con el pasado. En ese momento, nuestros corazones latían al unísono, compartiendo un momento de intimidad y conexión que trascendía las palabras.
Esperaba que cada beso actuara como un bálsamo para su alma herida, un rayo de luz en la oscuridad de sus pensamientos. En ese momento, no había palabras que pudieran expresar lo que sentía, pero esperaba que mis acciones hablaran por sí solas, transmitiendo mi amor y mi deseo de hacer las cosas bien.
—Sergio... escúchame por favor. Sé que hice mal de nuevo... otra vez... acabo de romper tu confianza... te he mentido... lo sé... pero de verdad lo siento mucho... Yo... yo no amo a Kelly, la única persona en mi vida eres tú... amo cada cosa de ti... tus ojos, tu sonrisa, tus pecas... tu forma de hablar, sonreír, ser... cada respiración tuya... es lo que me enamora de ti... Kelly me ha propuesto que me case con ella... y claro... delante de ella... lo acepté pero hoy mismo... voy a terminar con ella... Voy... voy de nuevo al hotel... y termino con ella... porque el dueño de mi corazón eres tú... no puedo dañarte más, quiero formar una familia contigo... no con Kelly... perdóname Sergio... por favor... perdona a tu Emilian... Me duele en el alma haberte lastimado de esta manera...sé que no merezco tu perdón, pero te suplico que me des una oportunidad para demostrarte que puedo ser mejor para ti...
Con nuestras frentes unidas, las palabras fluían entre nosotros, mientras las lágrimas escapaban sin control de mis ojos. En ese momento, la certeza de que Checo era mi todo, mi razón de vivir, me abrumaba. ¿Podría ser él mi futuro marido? La idea me llenaba de esperanza y determinación.
A través del contacto de nuestras frentes, sentía su presencia como una fuerza reconfortante, como si juntos pudiéramos superar cualquier obstáculo. La idea de perderlo era devastadora, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío para mantenerlo a mi lado.
La decisión de terminar con Kelly, aunque mi padre no estuviera de acuerdo, se volvía más clara con cada palabra que pronunciaba. No podía permitir que nada ni nadie se interpusiera entre nosotros. Estaba dispuesto a luchar con todas mis fuerzas por nuestro amor, por nuestro futuro juntos.
Aunque el camino por delante fuera difícil y lleno de incertidumbre, sabía que no estaba solo. Tenía a Checo a mi lado, como mi compañero, mi confidente, mi amor. Y juntos, enfrentaríamos lo que sea que el destino tuviera reservado para nosotros.
—Te amo Checo...te amo...
El suave roce de nuestros labios, iniciado por Checo, parecía una sinfonía de emociones entrelazadas. Cada movimiento era una danza delicada entre la tristeza que pesaba en el aire y el amor que aún brillaba entre nosotros. A medida que nuestros labios se encontraban y se separaban, sentíamos cómo se entrelazaban nuestras almas en un abrazo invisible pero poderoso.
Nuestros besos eran suaves y llenos de ternura, como si tratáramos de aliviar el dolor del otro con cada contacto. Cada caricia de sus labios contra los míos enviaba una oleada de calidez y consuelo a través de mi ser, como si todo el peso del mundo se disipara por un momento.
A medida que el beso continuaba, nuestras lenguas se encontraban en un baile íntimo y armonioso, una danza de pasión y complicidad compartida. Aunque el dolor y la tristeza todavía estaban presentes, nuestros labios encontraban consuelo y esperanza en el afecto mutuo.
Mis manos se deslizaron con suavidad por su cadera, sintiendo la firmeza de su cuerpo a través de la tela de su camisa, mientras él acariciaba con ternura mi mejilla, como si quisiera grabar en su memoria cada detalle de ese momento compartido.
Cada beso era una pausa en el torbellino de emociones que nos rodeaba, un momento de conexión pura y sincera. En ese instante, no importaban los problemas o las preocupaciones, solo estábamos nosotros, encontrando consuelo y esperanza en el calor de nuestros besos, en el lazo indestructible que nos unía.
—Nunca fallas que no tenga deseo para tocarte—. Con un tono juguetón y una sonrisa traviesa en los labios, rompí el silencio que siguió a nuestro beso. Mis palabras fueron un susurro seductor, destinado a aligerar el ambiente cargado de emociones intensas. Aunque estaba decidido a cambiar el tono del momento, también reconocí la verdad en mis palabras.
No había un solo momento en el que no deseara estar en contacto con Checo, incluso cuando éramos rivales. Siempre había una conexión, un roce sutil que me atraía hacia él de una forma u otra. Pero ahora, después de cruzar esa línea y expresar abiertamente nuestros sentimientos, el deseo de estar cerca de él era más intenso que nunca.
Mis palabras fueron una invitación al juego, una forma de recordarnos mutuamente que, a pesar de la gravedad de la situación, todavía éramos nosotros mismos: dos personas que se amaban y que encontraban alegría en la compañía del otro. Y en ese momento, todo lo que quería era volver a sentir la calidez de su piel, la suavidad de sus labios, y el consuelo de su presencia.
—No Emilian, ya lo hicimos ayer por la noche aunque tengo que admitir que fue algo super placentero pero me dejaste con un dolor de trasero y estoy mucho mejor caminando y no en silla de ruedas.
—Mas bien te ves debajo de mi mientras gimes mi nombre y ruegas para que vaya mas rápido.
Checo se sonrojó al escuchar mis palabras, lo cual solo lo hacía ver más adorable. Su reacción fue típicamente coqueta y encantadora, como siempre. Cuando me dio un ligero golpe en el pecho, pude sentir el calor de su mano a través de la tela de mi camisa, un gesto juguetón que me hizo sonreír aún más.
Mis comentarios sobre cómo gime mi
nombre y ruega por más cuando tenemos sexo duro o suave, depende como lo quiera Checo, revelamos una complicidad especial entre nosotros. Era como si estuviéramos compartiendo un secreto travieso, uno que solo nosotros dos entendíamos por completo.Mientras acariciaba su mejilla con mi pulgar, noté cómo su piel se sonrojaba aún más bajo mi tacto. Era una sensación reconfortante, saber que podía provocar esa reacción en él con solo unas pocas palabras y un gesto suave.
Cuando mencioné que estaba dispuesto a darle placer en cualquier momento y en cualquier lugar que él quisiera, no solo estaba siendo travieso, sino que también estaba expresando mi compromiso incondicional con su satisfacción. No había límites para lo lejos que estaba dispuesto a llegar para hacerlo sentir amado y deseado.
Mi disposición para satisfacerlo reflejaba mi profundo deseo de hacerlo feliz en todos los aspectos de nuestra relación. Si Checo necesitaba algo, estaba determinado a dárselo, sin importar las circunstancias. Era un compromiso que iba más allá de lo físico; era una promesa de estar siempre allí para él, en cuerpo y alma.
Capitulo cortito porque ando en el instituto. ¿Quéreis que el siguiente capitulo sea smut total con detalle o no?😭
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Meant to be [Chestappen]
FanfictionMax odiaba a su compañero de equipo, Sergio Perez con todo su ser, simplemente no lo podia soportar. Pero lo que Max no se esperaba era que el mexicano era la persona indicada para él. Estaban destinados a estar juntos. Fanfic Pareja principal: Che...