Meant to be [Chestappen]

Capitulo 7

—No se sabe la causa del divorcio porque Checo no se lo ha contado a nadie, pero estoy seguro de que no fue la culpa de Checo porque él amaba mucho a Carola—. Las palabras de Carlos resonaron en el aire, revelando un velo de misterio aún más profundo en torno al divorcio de Checo. La afirmación de que Checo nunca había revelado la causa del divorcio provocó una sensación de respeto hacia su privacidad, pero al mismo tiempo, una punzada de tristeza se apoderó de mí al imaginar el dolor y la angustia que Checo podría haber experimentado en silencio.

La imagen de un hombre que amaba profundamente a su pareja, solo para ver esa relación desmoronarse en algún momento del pasado, se apoderó de mi mente, y una mueca triste se formó en mis labios ante la carga emocional que debía haber soportado Checo en ese momento. A pesar de mi deseo de saber más, sentí la necesidad de respetar su intimidad y dejar que fuera él quien decidiera si compartía o no su historia con los demás.

La lucha interna entre la curiosidad y el respeto por la privacidad ajena era un conflicto constante en mi interior. A menudo me encontraba atrapado entre el deseo irresistible de conocer más y el reconocimiento de que algunas cosas simplemente no eran de mi incumbencia.

Odiaba esa sensación de intrusión, de invadir los límites personales de los demás, pero a veces la curiosidad parecía tener una fuerza propia, arrastrándome hacia terrenos desconocidos. Sin embargo, me esforzaba por recordar que cada individuo tiene sus propias historias, sus propios secretos, y que respetar esos límites era esencial para mantener relaciones saludables y genuinas con los demás.

Aunque la tentación de indagar persistiera, me comprometía a ejercitar la prudencia y la discreción en mis interacciones, reconociendo que había límites que no debía cruzar.

Opté por guardar silencio, consciente de que mi interés por la vida personal de Checo, mi gran enemigo, podría ser interpretado por Carlos como una muestra de debilidad o un intento de obtener información para utilizar en mi contra aunque era mi mejor amigo pero soy alguien muy inseguro.

Mantener una apariencia de indiferencia se volvió crucial en ese momento, para no revelar inadvertidamente mis verdaderas intenciones y evitar cualquier malentendido con Carlos. Aunque mi curiosidad seguía latente, opté por contenerla y centrarme en mantener una distancia segura de cualquier situación que pudiera comprometer mi posición frente a Checo y sus aliados.

Era mejor jugar con cautela, manteniendo mis cartas cerca del pecho y esperando el momento adecuado para actuar, si es que alguna vez llegaba.

En un silencio apenas roto por el susurro del viento, llegamos a la casa de Carlos. Con gesto sereno, se despidió, agradeciéndome por llevarlo a casa. Le devolví la sonrisa con gentileza antes de emprender el camino hacia mi hogar, o más precisamente, hacia la casa de Kelly, con la misma expresión amargada que siempre me acompañaba.

Al entrar en la casa, el suave murmullo de la conversación de Kelly con alguien más llenaba la cocina. Observé cómo se reía mientras miraba su móvil, y aunque intenté no saltar a conclusiones, una ligera inquietud se apoderó de mí. Con cautela, me acerqué por detrás y la abracé, deseando que mis temores fueran infundados.

Sin embargo, al sentir su cuerpo bajo mis brazos, una extraña fragancia masculina inundó mis sentidos, una presencia que no encajaba con la familiaridad de nuestro hogar. Un nudo se formó en mi estómago mientras la sonrisa se desvanecía lentamente de mi rostro, remplazada por una sensación de desasosiego y confusión.

—¿Max? ¿Estas bien?—. Preguntó Kelly al ver como no tenia expresiones en mi cara y yo solo me limité a asentir.

Me dejé llevar por el gesto de Kelly, devolviéndole el beso y el abrazo con una mezcla de automatismo y desconcierto. Aunque normalmente sus muestras de cariño me llenaban de alegría, esta vez apenas podía sentir su afecto. Una sensación de distancia se interponía entre nosotros, alimentada por la sospecha y la incertidumbre que se agitaban en mi interior.