CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.

CAPITULO 4. CARNADA. PREPARANDO LA MESA.

Ya llevamos casi dos meses desde que nos mudamos y la situación pareciera ser la mejor, incluso Baleal nos ha invitado a la feria para pasar el rato y descansar tranquilamente, si bien estos días han sido muy extraños debido a la preocupación de la escuela y la tensión de las calles, también decidí hacer lo que me dijo ese extraño niño y busque en las redes sociales y en efecto, hay una gran cantidad de personas que han desaparecido, pero lo más extraño es que la mayoría son mujeres mayores como de entre 30 y 42 años y lo aún más extraño es que los avisos de desapariciones dejan de publicarse por una semana, lo cual solo me ponía nervioso por una razón que no les he contado pero mejor les contaré después, cuando hemos entrado en confianza.

Por ahora les contaré sobre mi viaje a la feria con mi familia. Baleal un día apareció con tres boletos para ir una función especial de magia de un mago bastante conocido por sus increíbles trucos.

—Es una buena oportunidad para des estresarnos—Dice mi madre con una sonrisa pues a ella siempre le ha gustado la magia.

—Estaría bien pero—Se quejo mi padre—Tengo trabajo para ese día y no puedo faltar ese día.

—No se preocupe—Afirma Baleal—Mi padre lo ah permitido, después de todo yo soy quien quiere llevarlos a la feria, solo quiero que disfruten de esta gran experiencia—El sonríe de forma muy amistosa y todos estamos de acuerdo, después de todo, Baleal es alguien muy amable con nosotros y algún día se lo agradeceré.

Nos fuimos ese día en la noche, la feria se veía muy brillante y por alguna razón mágica, hay muchos chicos por ahí y adultos que vigilan que nadie se haga daño, es un buen sitio para  jugar y mi padre opina que vayamos a unos juegos antes de que comience la función, pues llegamos antes y tenemos tiempo. Nos subimos a unos cuantos juegos mecánicos, nos estábamos divirtiendo pero, mi madre se veía inquieta miraba a muchas direcciones como si estuviera preocupada, mi padre parecía notarlo pero decidió no hacer mucho caso, si hubiera hecho más caso entonces está situación nunca hubiera, o lo había retrasado bastante.

—¿Sucede algo mamá?—Le pregunta mientras compraba algodón de azúcar. Ella al principio no me contesto pero después me respondió.

—No cariño, tranquilo ¿Me veo preocupada?—Yo asiento y ella me ve con tristeza—Lo siento hijo, no quería arruinar esto pero es que tuve una llamada con mi hermana y ella…—Me mira por un segundo y luego se calma—No importa, la verdad es que me estoy preocupando por cosas sin importancia, hay que disfrutar de este día cariño—Me dice ella quien come un algodón y me acaricia la cabeza. Yo tengo mis dudas pero ella ahora se pone bastante reservada por lo que no podré hacerles más preguntas para tener respuestas. Luego de unos minutos nos encontramos en la carpa de quien es el mago, entramos y nos encontramos con una sala oscura con una luz en la tarima, hay gente aquí pero estás guardan silencio y parecen estar muy serios.

Entramos con cuidado mientras buscamos donde sentarnos, la gente no nos ve, simplemente pasa de nuestro lado, no pude evitar sentirme fuera de lugar porque no veía a ningún niño por aquí, solo había puros adultos pero me creí que la mayoría de los niños de por aquí no les gusta la magia por lo que me considere afortunado (que idiota era). De la nada una explosión de humo ocurrió en el escenario para acto seguido, aparece alguien con ropa extravagante haciendo movimientos raros y súper geniales, esos movimientos hacían chispas o luces muy bonitas, yo me sorprendí mucho al ver este espectáculo pero las personas no EE emocionaron aunque  parecían impacientes, lo único que hicieron fue aplaudir de forma unísona, la persona que apareció hace movimientos geniales como si estuviera haciendo malabares.

—Hola geniales señores. Damas y caballeros, soy el increíble mago Frentalim, un maestro en el arte de la persuasión y la magia genial—Eleva sus manos y hace aparecer varias cartas, las hace flotar y las mueve para luego hacer que cada uno de los que están aquí tengan una carta en su mano—Hoy, en esta ocasión, les mostraré mis increíbles poderes a ustedes para que sean asombrados y contemplen el gran poder que tengo en esta tierra—Saca varios listones y los deja flotando a su alrededor para luego dejar rodando varios aros que parecen no caerse de ahí. Todos aplauden pero no parece estar muy felices o emocionados. Yo me preocupe un poco pero mis padres no le toman mucha importancia.