Capítulo 23 🐲

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2 lunas habían pasado, les estaba llevando más tiempo del que se esperaban pero a pesar de ello parecía que iban ganando, la relación entre Daemon y Aemond era cordial, al final tenían que acabar entendiéndose, se vieron obligados a hacerlo después de la petición de Visenya.
La relación entre la princesa y el hermano de su abuelo no podía ser más tensa, Vaemond Velaryon no sentía lo que se dice afecto por ella y sus hermanos, el día que Corlys muriera Jacaerys sería su heredero pues, el heredero de Rhaenyra para el Trono de hierro era su primogénita, aunque está creía que para el pueblo sería complicado aceptar dos reinas, pero su madre no estaba de acuerdo con eso, Vaemond creía que él era el que tenía que ser el heredero de Marcaderiva puesto que el hijo de la heredera era un bastardos y no tenían porqué arrebatarle lo que el consideraba suyo.
Siempre que Visenya comunicaba alguna de sus decisiones el menor de los hermanos Velaryon lo cuestionaba lo cual hacía que hubiera cierta tensión en el ambiente, en ocasiones tenían que separar a la princesa pues todos creían que acabaría matándolo, y muy lejos de la realidad no estaban, su abuelo tuvo que hacerle prometer a la joven que no asesinaría a su hermano que con mucha dificultad terminó aceptando.
Aquella mañana la princesa había recibido una carta de su madre y sus hermanos, se encontraba leyendo la de Jacaerys que le contaba que había conocido al señor del norte, Cregan Stark, del cual le contaba ciertas historias que este le había contado de su trayecto desde Invernalia hasta Desembarco del rey.

-Aemond: ¿Qué lees?

-Visenya: Carta de Jacaerys. ¿Tú has recibido alguna de Helaena? -Miró a su tio.

-Aemond: (Se sentó junto a ella) Si. ¿Te lo ha contado?

-Visenya: Si, no sabes lo contenta que estoy por ella. - Sonrió.

La princesa Helaena se encontraba de nuevo en cinta, aunque aún estaba de poco tiempo parecía que en esta ocasión sería un bebé y no dos como la vez anterior.

-Daemon: ¿Qué hacéis? - No le gustaba verlos juntos.

-Visenya: (Le enseñó la carta) Carta de Jacaerys.

-Daemon: ¿Hoy a quien le toca?

-Aemond: (Miró a su tío) A mí.

-Daemon: Iré contigo.

-Visenya: Tú no decides eso, Aemond ira solo con Vhagar, si necesita ayuda nos avisará.

-Vaemond: Tan buena liderando no tienes que ser si nadie te hace caso.

-Visenya: No me provoques.

-Vaemond: Solo digo la verdad.

-Corlys: ¡Déjala Vaemond!

-Visenya: ¿Nuestro trato sigue en pie? - Miró a su abuelo.

-Corlys: Si Visenya.

-Visenya: Tú también irás Vaemond.

Cuando todos se marcharon Daemon se sentó junto a ella para conversar.

-Daemon: No te lo está poniendo fácil.

-Visenya: Típico de él pero no me importa, el trato es no matarle pero puedo agotarle enviándolo allí todos los días.

-Daemon: (Rio) Esa es mi niña. ¿Qué te cuenta Jace?

-Visenya: Ha conocido a Cregan Stark.

-Daemon: Al señor del norte, un buen hombre.

-Visenya: ¿Le conoces?

-Daemon: Cuando era más joven.

-Visenya: Es bueno saber que mi hermano se rodea de buenos hombres.

-Daemon: Yo también. - Suspiró. - Deseo regresar de una vez.

-Visenya: Yo también, he pensado que mañana iremos todos para poder ganar y regresar a casa.

-Corlys: ¿Yo también voy?

-Visenya: Por supuesto, además los dragones no han podido alimentarse mucho, es mejor acabar con esto de una vez.

Al llegar la noche el barco regresó al igual que la enorme dragona, al bajar Aemond tenía una herida en su hombro, fue directamente junto al maestre para que le cosiera, Visenya fue informada por un soldado y se dirigió hacia donde había ido su tío.

-Visenya: ¿Qué te ha pasado?

-Aemond: Estoy bien es solo un rasguño.

-Visenya: Maestre.

-Maestre: No es grave, solo un poco profundo princesa.

-Visenya: Bien. (Salió de allí)

Al terminar Aemond un poco adolorido buscó a su sobrina, esperaba que no le apartase y le dejara allí mientras los demás salían al campo de batalla, ella se encontraba admirando las vistas, se acercó y se sentó junto a ella.

-Visenya: ¿Te duele?

-Aemond: Un poco.

-Visenya: Mañana iremos todos, para poder termitar esto de una vez.

-Aemond: Has estado algo distante.

-Visenya: No es eso, estoy sometida a mucha presión además Daemon me vigila y no es buena idea estar cerca más de lo necesario.

-Aemond: Así que era eso.

-Visenya: Planeo que regresemos en dos días.

-Aemond: Me parece bien aunque empezará la cuenta atrás

-Visenya: Lo he asumido, ya no me pone triste pensar en ello.

-Aemond: ¿Por qué?

-Visenya: Es mi destino y debo asumirlo.

Y después de eso fueron a descansar a la mañana siguiente les esperaba un día duro que esperaban que fuera glorioso para ellos.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora