Capítulo 33 🐲

109 9 0
                                    

Empezaron a vestirse en silencio, las sirvientas y su madre no tardarían en llegar, Aemond dirigió su mirada a su sobrina que se encontraba pensativa mientras abrochaba su corsé.

-Aemond: Tengo algo para ti.

-Visenya: (Dirigió su mirada a su tío) ¿Qué es?

-Aemond: (Agarró una caja que había colocado cuando llegó) He pedido que lo hagan.

Abrió la caja que reveló lo que había en su interior, un par de pendientes junto un collar con zafiros. Visenya estaba sorprendida, eran preciosos y especiales, Aemond los había mandado a hacer personalmente para ella.

-Visenya: Aemond... ¿Por qué?

-Aemond: Quería que tuvieras algo mío. ¿Te gustan?

-Visenya: Por supuesto, son preciosos y tienen zafiros. -Sonrió por la referencia.

-Aemond: Date la vuelta. -Ordenó.

Ella obedeció y se giró, recogió su larga melena mientras él colocaba el accesorio sobre el cuello de la joven, al terminar ella se puso frente a él para estar cara a cara.

-Visenya: ¿Me queda bien?

-Aemond: (Sonrió) Dudo que haya algo que no lo haga.

-Visenya: He de decirte que he disfrutado mucho este tiempo contigo, y ojalá hubiera durado más.

-Aemond: (Agarró ambos lados de su cara) A mi también y siento mucho haber estropeado el poco tiempo que teníamos.

-Visenya: No pasa nada pequeño príncipe. -Sonrió. -Tu carácter es complicado en ocasiones, pero te recomiendorecomiendod no seguir escuchando sus consejos, toma tú las decisiones. -Hablaba de Alys.

-Aemond: Lo intentaré. -Juntó sus labios con los de ella.

-Visenya: Ha llegado el momento.

Volvieron a besarse por última vez, ella se separó y le dio la espalda un momento, lágrimas incontrolables empezaron a caer, Aemond podía verla a través del espejo, sintió una punzada en su pecho por verla así, había sido su culpa y siempre se lamentaría por ello.

-Aemond: Vis... -Tenía un nudo en la garganta.

-Visenya: Tran... Tranq... Tranquilo. -Trató de calmarse.

-Aemond: Mírame.

-Visenya: (Acató la orden) Aemond. -Sonrió.

-Aemond: Vis. -Sonrió con tristeza.

Y salió de allí deseando volver a entrar pero no podía, sentía demasiada lealtad a su familia y no podía hacerlo por más que quisiera, maldecía a toda su familia además de a Rhaenyra por desear sentarse en el trono, la responsabilizaba de todo.
Por otro lado Visenya comenzó a calmarse, si alguien entraba empezarían a hacer preguntas y era lo que menos le apetecía, secó sus lágrimas para después colocarse los pendientes que Aemond le había obsequiado.
Al poco tiempo las sirvientas que la atendían entraron junto al vestido negro ceñido en el pecho y suelto en la falda que llevaría esa noche, quería verse lo más natural posible por lo que pidió algo sencillo.
Daemon y Jacaerys entraron, querían asegurarse de que estaba ya que con lo reacia que era al matrimonio querían ver que seguía allí, ya había terminado y ya estaba a punto de bajar, resopló al verlos.

-Visenya: ¿Queríais saber si sigo aquí?

-Daemon: (Rio) Nos has descubierto.

-Visenya: (Hizo un amago de sonrisa) Di mi palabra.

-Jacaerys: ¿Qué debo hacer para animarte?

-Visenya: No te preocupes.

-Jacaerys: Estas preciosa.

-Visenya: (Sonrió) Gracias Jace.

-Daemon: Así me gusta, verte sonreír.

Rhaenyra junto a Baela aparecieron, la mayor comenzó a alabar a su hija, se veía tan reflejada en ella que sabía la amargura que sentía, a su vez que sentía pena, sus hijos comenzaban a hacerse mayores y pronto los tres mayores, Visenya, Jace y Luke se irían junto a sus respectivos cónyuges.

-Rhaenyra: (Abrazó a su hija) Estaré pendiente de ti por si me necesitas.

-Visenya: (Devolvió el abrazo) Madre, tengo miedo.

-Rhaenyra: Lo sé mi pequeña pero tranquila, estaremos ahí para ti. -Besó su cabeza.

Todos se dispusieron a salir pero antes Daemon quiso tener unas palabras en privado con su hija, con un presente para ella.

-Daemon: Mi pequeña dragona, tengo esto para ti. -Una pulsera salió de su bolsillo.

-Visenya: (Sonrió) Gracias kepa.

Ambos salieron hacía el salón del trono donde se había organizado el banquete, rodeados por guardias, Rhaenyra y Daemon iban delante, seguidos por Visenya, después Jacaerys junto a Baela y por último Lucerys junto a Rhaena.
Un guardia comenzó a mencionar sus nombres a medida que bajaban las escaleras y se dirigían hacía la mesa real. Visenya estaba sería mientras miraba al frente, no quería hacer contacto visual para que sus nervios no la hicieran flaquear.
Aemond se encontraba admirando la belleza de la joven con Aegon, sin duda era preciosa y aquel vestido la hacía aún más hermosa.
Visenya le hizo una reverencia a su abuelo, al subir las pocas escaleras el rey besó su cabeza que tenía una enorme sonrisa en el rostro. Los miembros de la familia real se sentaron en la gran mesa y comenzaron a degustar los platos que la princesa Rhaenyra había elegido como menú.
Aemond tenía frente a él a su sobrina a la que no dejaba de mirar mientras ella conversaba con Jacaerys, no podía creerse que ya no podía ir a buscarla cuando la necesitase, ahora la vería con otro a su alrededor.
Al terminar la cena comenzaron los bailes, la joven princesa dirigió la mirada al frente para encontrarse con un ojo que la miraba con tristeza, suspiró, algunas presentaciones estaban a punto de empezar, apartó la mirada de su tío para dirgirla a la gente que había allí.
Jacaerys se levantó y besó la cabeza de su hermana para decirle que en seguida regresaría, pues ya había visto a su amigo Cregan Stark e iría a hablar con él antes de presentárselo a Visenya, el príncipe estaba esperanzado de que su amigo se convirtiera en el futuro marido de la princesa.

-Jacaerys: Cregan, has venido. -Sonrió.

-Cregan: (Sonrió y le abrazó) Lamento el retraso amigo, surgieron contratiempos en el camino.

-Jacaerys: (Se sentó) ¿Todo bien?

-Cregan: Todo perfecto.

-Jacaerys: Es bueno oírlo.

-Cregan: ¿Qué tal por aquí? ¿Cómo van los pretendientes?

-Jacaerys: No muy bien, ha descartado a la gran mayoría.

-Cregan: Bueno oír eso para mí, espero que le haga cambiar de opinión.

-Jacaerys: Eso espero.

Vieron como Loreon y Jason Lannister se levantaban y se acercaban a Visenya, Cregan prefirió esperar ya que estaría ocupada y quería ver como reaccionaba ante aquel rival.
El lobo y la dragona finalmente se conocerían.

______________________________________________________________

Ig: @l_pequedragona

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora