El fuego del dragón

Capítulo 37 🐲

Pasearon durante la mañana para conocerse mejor, además de que les gustaba estar juntos, aquella compatibilidad era notoria. Visenya decidió contarle a Cregan su secreto en común con Aemond pues no quería una vida ocultando cosas, le preocupaba la reacción del norteño y que cambiase con respecto a ella.

-Visenya: ¿El norte es muy diferente?

-Cregan: Mucho, todo es muy frío. - Río.

-Visenya: ¿Un dragón podría aguantar el frio?

-Cregan: Estoy seguro que si, pero se me ocurre una cueva donde podría refugiarse.

-Visenya: Bueno asi me dejas más tranquila.

-Cregan: (Sonrió) ¿Estás pensando en venirte al norte?

-Visenya: Siéndote completamente sincera sí, planeo escogerte. - Sonrió tímidamente.

-Cregan: (Se detuvo) No sabes lo que me alegra oírlo, me preocupaba que por mi tardanza no me quisieras conocer.

-Visenya: Jace me ha hablado mucho de ti, por supuesto que te hubiera conocido. - Rio.

-Cregan: (Rio) A mi también de ti, es un gran joven.

-Visenya: Si que lo es, creo que es necesario contarte algo.

-Cregan: Claro Vis, dime.

-Visenya: (Cogió aire) Ya me he acostado con alguien.

-Cregan: (Sonrió) No me molesta

-Visenya: ¿Ah no?

-Cregan: No, yo también lo he hecho antes, no veo mal que tu también hayas experimentado.

-Visenya: Me dejas más tranquila.

-Cregan: (La miro a los ojos) Visenya quiero casarme contigo por como eres y no puedo negarte que me has gustado, es verdad que al principio cuando Jace me contó que empezabas con los preparativos si que buscaba casarme contigo porque, como cabeza de la casa Stark necesito herederos, pero al conocerte no he podido evitar quedarme prendado de ti dragona.

-Visenya: ¿Dragona?

-Cregan: Es como me gustaría llamarte, todos te llaman Vis y a mi me gustaría algo diferente.

-Visenya: Me gusta. - Sonrió. - Pues te llamaré lobo. - Rio.

-Cregan: Me gusta.

Al regresar aparecieron Baela y Jacaerys con los que fueron a dar una vuelta, mientras los chicos iban delante las dos princesas fueron un poco más despacio para conversar.

-Baela: Y bien. ¿Cómo va las cosas?

-Visenya: (Sonrió) Voy a casarme con Cregan.

-Baela: ¿Te gusta?

-Visenya: Mucho.

-Baela: No sabes cuanto me alegro. - Sonrió.

Han pasado varios días y Visenya fue a hablar con su madre, Daemon y el rey, ya había tomado una decisión que además la hacía muy feliz, había encontrado a alguien que la hacía sentir igual de cómoda que su familia, como si le conociera desde hace mucho. Un poco antes de llegar se encontró con Aemond que al hacer contacto visual con ella apartó la mirada, Visenya suspiró todo era demasiado complicado y aunque entendía la actitud de él, le costaba creer que quisiera hacer las cosas de aquella manera.
Al llegar un guardia la anunció y al pasar se encontró allí a sus padres, su abuelo y la esposa de este.

-Visenya: (Hizo una reverencia) Mi rey, majestad.

-Viserys: Mi pequeña. - La abrazó.

-Rhaenyra: Vis ¿Qué haces aquí?

-Visenya: He venido a comunicar mi decisión. - Sonrió.

-Daemon: ¿Estás segura?

-Visenya: Si, lo he pensado mucho.

-Viserys: Me alegra oír eso. - Acarició su cara. - ¿Quién es el afortunado?

-Visenya: Cregan Stark.

Alicent y Viserys estaban sorprendidos, la primera a la vez estaba molesta había perdido la posibilidad del apoyo de los Stark para su causa y el monarca estaba muy contento, la vería por fin casada. Planearon algunos detalles de la boda para que después Visenya saliera a buscar al que ya era su prometido, estaba contenta con su decisión y sabía que no se arrepentiría de ello. Salió al patio, le vio con sus amigos y sus hermanos pequeños con los que practicaban con las espadas de madera, se acerco a ellos y le pidió al norteño hablar a solas, donde nadie les pudiera interrumpir a la vez que él sería de los primeros en saber de sus planes.

-Cregan: Dragona.

-Visenya: Lobo, tengo noticias para ti.

-Cregan: Te escucho.

-Visenya: He decidido casarme con mi hermano Addam Velaryon. - Mintió.

-Cregan: Vaya... me alegro por ti. - No sabía que decir, no se lo esperaba.

-Visenya: (Rio) Es mentira pero quería saber que dirías.

-Cregan: (Soltó aire aliviado) Menos mal. Entonces ¿A quien has elegido?

-Visenya: A ti, lobo.

-Cregan: ¿En serio?

-Visenya: Si, acabo de comunicárselo al rey y a mi madre.

Cregan la agarro de la cintura y la levantó del suelo dando vueltas, quería casarse con ella, cada día que había estado a su lado lo había disfrutad como nunca antes, Visenya reía, le había sorprendido la reacción en la que el señor de la casa Stark celebraba que había sido elegido.

-Cregan: No sabes lo feliz que me has hecho. - Tenía una gran sonrisa en la cara.

Regresaron a donde estaba Cregan antes, de la mano para contarles a sus más allegados que en cuestión de días se casaría.

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