Capítulo 13 🐲

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Visenya bajó hacia la fosa de los dragones, Jacaerys había salido a montar, a lo lejos vio como Vermax se acercaba y como su hermano pequeño bajó que al verla le dio una pequeña sonrisa.

-Jacaerys: ¿Saldrás a montar?

-Visenya: No, hoy no.

-Jacaerys: Entonces ¿que haces aquí?
tarde

-Visenya: Bueno... vine por que me dijeron que estabas aquí.

-Jacaerys: (No pudo evitar sentirse emocionado al saber que Visenya le buscaba) Vaya ¿y eso?

-Visenya: Bueno quería hablar contigo ya que has estado molesto conmigo y no quiero que estemos así.

-Jacaerys: Vis ¿puedo preguntarte algo?

-Visenya: Claro, lo que sea.

-Jacaerys: ¿Qué sientes por Aemond? - Su rostro expresó tristeza.

-Visenya: (suspiró y miró al suelo) Jace... no sabría como explicártelo es como una bomba en mi interior, una necesidad constante de estar con el, que me mire, que centre su atención en mí, por otro lado la sensación de hablar con él de cosas, hacerlo sonreír o reír hace que el corazón aletee como si se tratase de las alas de un dragón.

-Jacaerys: (Sonrió con tristeza) ¿Te sientes mal porque tu corazón lo eligió a él?

-Visenya: Si. (volvió a suspirar) Una parte de mi se siente una traidora a madre, pero no puedo controlarlo.

-Jacaerys: Si no existiera mi compromiso con Baela ¿te hubieras casado conmigo?

-Visenya: Puede que si. (Sonrió)

-Jacaerys: ¿Solo puede?

-Visenya: Sin duda hubieras sido el mejor pretendiente además un increíble marido y padre.

-Jacaerys: (Abrazó a su hermana) Gracias, tus palabras me alegran.

-Visenya: Siempre serás mi persona favorita en el mundo. (Miró a su hermano con una sonrisa)

-Jacaerys: Además de ser tu hermano favorito. -Rió

-Visenya: Eso también pero no se lo digas a Joffrey.

Ambos hermanos fueron a pasear hasta la hora de la comida, donde todos comieron juntos. Jace y Luke fueron a sus clases de Valyrio con Baela y Rhaena, por otro lado estaban Visenya y Helaena que fueron con los niños a jugar, que después haría que se unieran Aemond y Aegon que observaba las miradas que su hermano y su sobrina se dedicaban.
Después de la cena Aemond se dirigió a sus aposentos estaba pensando en ir a ver a Alys pero no sabía si era lo más adecuado ahora que estaba bien con Visenya. Se lamentaba diariamente por haberla ignorado durante 6 años, a pesar de lo leal que que era pensó que no tenía que haberle hecho caso a su abuelo.
También el echo de que no podía casarse con ella, sin duda sería muy feliz en un matrimonio con Visenya, lo orgulloso que se sentiría si tuviera hijos y los posibles nombres que les hubiera puesto.
Pero nada de eso le sería posible y menos si quería que su hermano fuese el rey de los siete reinos, ella no estaba a su favor sino al de su madre, incluso creía que sí Visenya apoyase a su hermano su madre podría aprobar el matrimonio, pero para su desgracia eso no sería posible, algo que ambos tenían en común era su enorme lealtad a sus familias.
Por otro lado Visenya estaba en sus aposentos leyendo, se encontraba más tranquila al saber que tanto Jacaerys como Daemon no estaban tan enfadados con ella.
Estaba intentando no pensar mucho en la proposición de su abuelo que le hacía mucha ilusión, solo esperaba que su familia no le prohibiera ir.
Sabía que era bastante peligroso y que tenía que ser una decisión complicada de tomar, sin embargo no tuvo que pensar mucho en la respuesta, era su oportunidad para ser algo más que una princesa.
Estaba sumergida en sus pensamientos hasta que escuchó un ruido al lado de la pared de su cama, con cuidado dejó el libro y se dispuso a coger la daga que Daemon le había regalado pero, antes de poder alcanzarla la puerta que daba a los pasadizos se abrió y de ella salió Aegon que se tambaleaba un poco, que al hacer contacto visual con los ojos de su sobrina sonrió.

-Visenya: (Puso la mano en su pecho tratando de calmarse) Aegon por todos los dioses, me has asustado.

-Aegon: Lo siento Vis. -Sonrió.

-Visenya: ¿Qué haces aquí? -Frunció el ceño.

-Aegon: (Dio un paso) Vine a verte.

-Visenya: Aegon debes irte, no es un buen lugar para que estemos a solas. - Retrocedió.

-Aegon : ¿Aemond ha estado aquí?

-Visenya: (Comenzaba a ponerse nerviosa, que Aegon estuviera ahí a solas no la dejaría en buen lugar) ¿Aemond? No, claro que no.

-Aegon: (Dio otro paso hacia ella) Eso quiere decir que mi querido hermano no te ha tocado. - Volvió a sonreír.

-Visenya: (A pesar de lo fuerte que era no iba a poder con él) Aegon, vete por favor.

-Aegon: ¿Alguna vez algún hombre te ha tocado? ¿Tal vez Jacaerys?

-Visenya: Dioses no, y Jace es mi hermano.

-Aegon: (Agarró ambos brazos de Visenya y se aproximó a su boca) Déjame ser el primero.

-Visenya: (Trató de saltarse) Aegon no, suéltame.

-Aegon: ¿No? Pues sino es por las buenas será por las malas.

Aegon trató de bajar una de sus manos a su zona íntima, pero Visenya lo golpeó y corrió hacía los pasadizos pero él fue más rápido, la agarró de un pie provocando que se cayera y se lastimase, Aegon tiró hacía él de la pierna de Visenya y trató de colarse en medio de sus piernas, estaba asustada no quería eso, no de esa forma y menos con Aegon, estaba borracho pero tenía bastante fuerza para agarrarla, lo golpeó en la cabeza y salió corriendo hacía el único sitio que podía recordar, los aposentos de Aemond.
Continuó corriendo, miró hacía atrás y vio como Aegon la perseguía aunque a un ritmo más lento, corrió como si su vida dependiera de ello y abrió aquella puerta, asustando a Aemond y cerrándola con fuerza, el príncipe somnoliento vio a Visenya en un camisón blanco y muy nerviosa.

-Aemond: Visenya...

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora