Capítulo 19 🐲

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Se palpaba la tensión, Rhaenyra y Daemon necesitaban una explicación, no sabían que planeaba el monarca. Después del desayuno se reunieron Rhaenyra, Daemon, Jacaerys, Lucerys, Baela, Rhaena y Rhaenys Targaryen.

-Daemon: ¿Que te propuso?

-Visenya: No puedo contarlo.

-Rhaenyra: ¿Cuando te lo propuso?

-Visenya: Hace 2 días.

-Jacaerys: 2 días han pasado ¿y no me lo cuentas?

-Visenya: Lo siento, pero me indicó que no se lo contase a nadie.

-Rhaenys: ¿Hay algo que puedas contarnos y que no afecte a lo que te pidió Viserys?

-Visenya: Es un pacto con beneficio para ambos.

-Daemon: Eso me preocupa más. -Bufó.

-Visenya: No tenéis que hacerlo. - Suspiró. - Confiad en mí.

-Rhaenyra: Esta bien, nos enteraremos hoy en el consejo privado pero Vis, si vuelve a proponerte algo cuéntamelo.

-Visenya: ¿Aunque signifique traicionar su confianza?

-Rhaenyra: Si Visenya, esto va para todos.

-Visenya: Bien

Salió de allí como pudo, sabía que se enfadarían cuando se enterasen y eso que le faltaba oír a su abuelo, Corlys Velaryon.
Salió con Caníbal a montar podía ser una buena manera de distraerse ya que lo necesitaba entre Aemond, Aegon y el rey no había podido despejar su mente de problemas, ahí estaba su compañero para animarla y dejar todo eso atrás al menos por un tiempo, no podía explicar el amor tan grande que sentía por Caníbal para ella era un miembro más de su familia.
Volaron hasta Rocadragón y descansaron un poco, para disfrutar de las vistas, se tumbó en el campo, al final encontraba un poco de paz aunque se acercaba la tormenta de nuevo, parecía que su vida se basaba en conflictos familiares.
A lo lejos vio un enorme dragón, por el tamaño supo que se trataba de Vhagar, suspiró e intuyó que después de su familia tendría que darle explicaciones a él. El príncipe Aemond bajó de la vieja dragona y se acercó a ella, por la postura de sus hombros tensos sabía que estaba bastante enfadado y lo más seguro es que era por no contarle nada.

-Visenya: ¿Cómo me has encontrado?

-Aemond: Vi hacía donde ibas y supe que vendrías aquí. - Se sentó a su lado.

-Visenya: Por si te lo preguntabas, no te lo podía decir.

-Aemond: ¿Por qué?

-Visenya: Me pidió que no lo contase, nadie lo sabía.

-Aemond: ¿Cuándo te lo dijo?

-Visenya: Rato antes de veros a ti y a Aegon cuando buscaba a Jace.

-Aemond: Uummm... ¿Algún secreto más?

-Visenya: Alguno que otro ¿tú no tienes secretos?

-Aemond: No. - Mintió.

-Visenya: Mientes, todos tenemos alguno pero si no me quieres contar no tienes motivos para enfadarte conmigo por no decírtelo.

-Aemond: Tienes razón, tenemos un pacto de sexo. ¿Cómo iba a ser posible si te marchabas?

-Visenya: En mi defensa diré que Daemon me lo dijo esta mañana.

-Aemond: (Se subió sobre ella y empezó a desabotonar su chaqueta liberando sus pechos) ¿Tienes un rato?

-Visenya: (Rio) Para esto siempre.

Ambos jóvenes se quedaron desnudos y dándose placer, aquella molestia del príncipe se vería reflejado en su comportamiento durante el sexo, todo se volvería más salvaje y ambos disfrutaban de esos momentos.
Por otro lado estaba Rhaenyra junto a su marido, ambos se encontraban nerviosos no sabían qué podía llegar a ser aquel secretismo que tenían el rey y su hija.

-Daemon: (Bebió de su copa) Temo lo que pueda ser.

-Rhaenyra: Yo también, algo bueno para Visenya es, sin embargo no se me ocurre el motivo.

-Daemon: ¿Un matrimonio?

-Rhaenyra: ¿Con quien? Visenya odia el hecho de casarse.

-Daemon: ¿Con el tuerto?

-Rhaenyra: No lo creo, sino fuera por los bandos que hay lo consideraría pero dudo que sea un matrimonio con Aemond.

-Daemon: Desde que llegamos ha cambiado, ver al tuerto ese le ha hecho volver a sentir lo mismo que cuando era pequeña.

-Rhaenyra: ¿Por qué crees eso?

-Daemon: Porque es mi hija, aunque ella no lo crea la conozco muy bien, somos muy parecidos. Pero regresando al tema tiene que ser una oferta muy buena para que ella aceptase sin consultarnos.

-Rhaenyra: A Visenya le encanta la aventura, tengo la sensación de que no será nada bueno.

Horas más tarde Visenya y Aemond regresaron a la Fortaleza Roja, tenían que ir a comer con su familia para después ir a la reunión del consejo privado.
Primero entró Visenya que se sentó entre Jacaerys y Aegon, para segundos después hacerlo Aemond, Daemon sospechó de aquello, tenía la sensación de que el tuerto y su hija habían estado juntos y podía ser que él estuviera relacionado con aquel tema que no le dejaba tranquilo, era muy protector con sus hijos incluidos Jacaerys, Luke, Joffrey que para él lo eran también.
Aegon se acercó sutilmente a Visenya para susurrarle algo.

-Aegon: ¿Creés que podamos hablar después?

-Visenya: Por supuesto pero Aemond debe estar presente.

-Aegon: Eso me parece bien.

Aemond observó la escena, había advertido a Aegon con disculparse con Visenya o le contaría a su abuelo lo del niño bastardos que había en el lecho de pulgas, Otto Hightower sería más duro con él que su madre por lo que asustó al mayor con la idea.

En la sala del consejo privado se reunieron la mano del rey Otto Hightower, el gran maestre Orwyle, el consejero de la moneda Lyman Beesbury, el consejero de barcos Tyland Lannister, el consejero de los rumores Larys Strong, el consejero de leyes Jasper Wylde, el Lord comandante de la guardia real Ser Harold Westerling y la consejera Rhaenyra junto a su marido Daemon Targaryen además, de la presencia de Lord Corlys Velaryon y Aemond Targaryen, el rey entró seguido por su nieta Visenya Velaryon.
Todos se sentaron a excepción del rey, Visenya se encontraba de pie a su lado con la atenta mirada de sus padres y su abuelo paterno.

-Viserys: Deseo ir a la guerra en los Peldaños de Piedra y mi nieta Visenya Velaryon la encabezará.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora