Capítulo 35 🐲

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-Visenya: Vaya vaya. -Sonrió. -Por fin is conozco señor del norte.

-Cregan: Os digo lo mismo, me han contado mucho de vos.

-Visenya: (Miro a su hermano con una pequeña sonrisa) Me lo podía imaginar.

-Cregan: (Rio) Ha sido para bien créedme.

-Visenya: Yo también sé mucho de vos, Lord Stark, lamento que no nos conociéramos antes.

-Cregan: Solo Cregan mi lady.

-Visenya: Entonces solo Visenya o Vis si lo prefieres.

-Cregan: Bien.

Aemond observaba la escena, su mano estaba cerrada en un puño del enfado, veía la complicidad entre ellos, aquellas sonrisas entre Cregan y Visenya no le gustaban ni un pelo. Sintió una mano sobre su brazo, al mirar vio que era la mano de su madre, que sonreía con tristeza pues sabía lo impulsivo que podía llegar a ser su hijo, y ahora que perdía definitivamente a Visenya estaría pendiente de él para sanar aquella herida. Jacaerys miraba la escena con una sonrisa, parecía que iba bien entre ellos.

-Jacaerys: Vis ¿Quieres bailar?

-Visenya: (Dirigió la mirada a su hermano) Por supuesto. - Sonrió.

-Cregan: ¿Bailarías después conmigo? - Sonrió.

-Visenya: Claro, no me perdería por nada del mundo ver al señor del norte bailando. - Río.

Cregan soltó una carcajada, había practicado un poco antes de llegar a la capital, se hizo a un lado y la observó bailar con Jacaerys, con quien no paraba de reír, le había encantado conocerla pues había sido muy agradable con él. Cuando terminó la canción se dirigio a ella.

-Cregan: Amigo, si me lo permites. - Estiro su mano hacia ella.

-Jacaerys: Claro. -Sonrio

-Visenya: (Coloco su mano sobre la de Cregan) Jace. -Se dirigió a su hermano. - Invita a Baela a bailar.

-Jace: Dudo que quiera.

-Visenya: Soy tu hermana mayor, hazme caso.

-Jacaerys: (Rio) Esta bien, madre. - Se burló.

-Cregan: ¿Puedo preguntar por qué eso?

-Visenya: Sé que ella lo desea, solo hago que suceda.

-Cregan: Eres protectora con ellos.

-Visenya: Mis hermanos junto a Baela y Rhaena son lo más importante.

-Cregan: (Sonrió) Eso es bueno, la familia es lo más importante.

-Visenya: ¿Tienes familia?

-Cregan: Viva no, por desgracia.

-Visenya: Lo lamento.

La música empezó a sonar y sus cuerpos empezaron a moverse, lo estaban disfrutando, se sentían cómodos juntos, habían tenido una conexión especial de esas que son difíciles de encontrar. Rhaenyra veía a su hija y a su cabeza vino su antiguo amante Harwing Strong, con el que había bailado el día de su boda con Laenor, Daemon por su lado estaba contento, el señor del norte era su candidato favorito, en el pasado le conoció y le gustó su forma de ser, ahora que era uno de los pretendientes de su pequeña sabía que podía ser un perfecto marido para ella, lo único malo era que vivirían muy lejos.

Visenya estaba encantada con Cregan, habían bailado por un buen rato y la princesa necesitaba un descanso, sin duda era un hombre muy divertido que no paraba de hacerla reir. Fueron a sentarse y beber un poco de agua, Baela junto a Jacaerys se les unieron para conversar, era una estampa que el rey había observado todo el tiempo, no podía estar más feliz.
Aemond había pasado de enfadado a triste, lo peor que podía sucederle había pasado, que la princesa tuviera complicidad con alguien que no fuera él, vio algo en aquel Stark y se sentía a gusto con él, esa podría haber sido su vida sino hubiera decidido apoyar a Aegon, pero todas las acciones tenían consecuencias.
Baela miraba a su hermana con complicidad, veía muy probable que ella ya hubiera elegido a su futuro marido, aunque ella prefería a Addam para su hermana sabia que Visenya no le hubiera elegido.
Tras un rato de charla, la primogénita de Rhaenyra se despidió, estaba agotada y al día siguiente también tendría un día ajetreado, Cregan la acompañó hasta el pie de las escaleras donde se despidió con una sonrisa.

-Visenya: Espero verte mañana.

-Cregan: No lo dudes, me gustaría seguir pasando el tiempo contigo.

-Visenya: A mi también, buenas noches.

-Cregan: Buenas noches Visenya.

Ella comenzó a subir las escaleras para dirigirse a sus aposentos, al llegar se quitó los zapatos y se sentó en su cama, suspiró tenía al señor del norte en su cabeza y eso le provocaba una sonrisa. Al poco tiempo la puerta del pasadizo se abrió dejando pasa a Aemond que tenia el ceño fruncido y el rostro bastante serio.

-Aemond: ¿Qué ha sido eso?

-Visenya: ¿A que te refieres?

-Aemond: Cregan Stark

-Visenya: No ha pasado nada con Cregan,.

-Aemond: (Empezó a pasearse por la habitación) ¿Te gusta?

-Visenya: Me ha agradado.

-Aemond: (Sonrió molesto) No te he preguntado eso.

-Visenya: (Se levantó) Aemond no te entiendo, ¿Porque te enfadas? Si sabes que tengo que pasar por esto.

-Aemond: (La miró serio) Si, lo se. La diferencia entre ellos y yo era que aunque alguno se casase contigo, yo sería el único al que amarías.

-Visenya: (Bufó) Y lo hago, pero no entiendo tus celos por Cregan.

-Aemond: He visto tu complicidad con Cregan.

-Visenya: Es amigo de mi hermano, solo he sido simpática.

-Aemond: ¿Le vas a escoger a él?

-Visenya: Es lo más probable.

-Aemond: (Se acercó a ella) ¿Aún me quieres?

-Visenya: Claro que lo hago.

-Aemond: No me agrada.

-Visenya: Dudo que alguno lo haga.

-Aemond: Tienes razón.

Aemond coloco las manos en la cadera de ella pero Visenya se apartó, marcando distancia entre ambos y desconcertándole.

-Visenya: No puede pasar más, ya lo hemos hablado, lo que teníamos se terminó.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora